Las torrijas del Papa
lunes 14.abr.2014 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Es una de esas cocineras, todo oficio, que se deja jornada tras jornada las pestañas en los fogones. Mari Carmen lleva década y media manteniendo viva la receta que ha caracterizado a La casa de las torrijas durante más de un siglo. Es una vieja taberna del centro de Madrid que a duras penas sostiene la bandera de una tradición que recoge los usos y costumbres de la villa y corte. Entre sus clientes, dice, estuvo Jorge Mario Bergoglio cuando era estudiante en Alcalá de Henares. El hoy Papa Francisco comió con deleite una de sus torrijas acompañada de un vasito de vino dulce como hacen tantos y tantos clientes.
Su receta concluye con un generoso recorrido por la fuente de azúcar y canela. En el resto del proceso apenas hay concesiones a lo prescindible. Parte de rodajas de un pan más que sencillo que baña en una mezcla de agua y varios tipos de vinos. Una vez escurridas, el regalo de unas gotas de otro vino cuya procedencia mantiene en secreto y a freír sin el menor rebozado.
Con esos palos, que recuerdan épocas en las que la leche era un bien escaso y los bollos de mantequilla una rareza, consigue unas torrijas impresionantes. Tanto o más impresionantes que muchas de las elaboradas con todo tipo de lujo. En caso de duda, la respuesta todo el año en la calle de la Paz 4, Madrid.