Un generoso regalo
martes 5.may.2015 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Como si fuera un alarde de superación Pazo de Señorans pone cada cierto tiempo las cosas en su sitio. “Esto es la búsqueda de un albariño de calidad”, sugería en sus principios. “Y esto es, parece decir veinticinco años después, la máxima expresión”.
Misterios, pocos. Uvas escogidas, larga crianza sobre lías y un todavía más dilatado reposo en botella. La combinación da origen a un albariño tan elegante y sutil como se pueda imaginar que mantiene su marcada acidez, y una compleja expresión aromática, envueltas en el dulzor de las flores blancas, notas de frutas maduras y recuerdos cítricos.
Lleva atravesada en la amplia etiqueta, con grandes letras rojas, la palabra Colección. Una advertencia que ya figura unos centímetros más arriba acompañada de la expresión “Vinos de guarda”. Doble aviso para navegantes de que allí no encontrarán nada parecido a la fácil y agradable intrascendencia de tantos otros blancos. Y también una declaración de intenciones que señala, de paso, la dirección para llegar al futuro, en opinión de quien lleva un cuarto de siglo persiguiéndolo con especial acierto. Para conmemorarlo, este primer Pazo de Señorans Colección del 2011 (18,50 euros). Un generoso regalo y no solo para los sentidos.