El año del vino sin añada
martes 23.jun.2015 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Este año está mejor que nunca a pesar de ser un vino sin añada. El jerez (fino, manzanilla, amontillado, palo cortado, oloroso …) es una serie de sumas y restas, de añadidos y extracciones (soleras y criaderas) que lo convierten en un producto casi homogéneo y permanentemente renovado. Por eso no es un vino de añada, no está elaborado con la uva de una determinada cosecha.
Pero es un vino con año, el momento de la saca. Si es en primavera, cuando el velo de levaduras bajo el que se cría se encuentra más a gusto con la humedad y la temperatura de la zona, mejor. Y si es la del 2015, insuperable. Bajo esas dos premisas es posible encontrar vinos maravillosamente secos, con increíbles recuerdos a frutas, notas cítricas, intensos aromas y singular persistencia.
Así se muestra Tío Pepe en Rama 2015, una selección de las mejores botas de González Byass embotelladas sin filtrar. Un estallido de sensaciones que conmueve hasta los cimientos de quienes se dejan seducir por las maravillas enológicas que surgen – podría decirse con permiso de Antonio Flores, el enólogo de la casa -, en ese rincón del Sur. Un consuelo (15,25 euros) que nos deja esa primavera que acaba de decir adiós.