El vino de Obama
lunes 12.oct.2015 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Ni las elevadas puntuaciones que repetidamente les ha adjudicado Robert Parker, o uno de los suyos, servirán de tanta promoción a la Ribeira Sacra. Hay que ser como Obama, pensarán muchos y especialmente en Estados Unidos. O al menos beber como Obama. Algo que nunca fue tan fácil. Las botellas con que brindó por el legado hispánico se venden a veinte dólares allí y a 9 euros aquí.
La elección, un tinto joven del 2012. Adega Cachín, en A Teixeira (Ourense), de donde procede, tiene vinos criados en barricas francesas que ofrecen, seguro, mayor complejidad e interés. Pero el amor es así y alguien próximo al presidente de los Estados Unidos se enamoró de la expresión de la mencía en aquellas tierras: carácter atlántico, color purpura y seductores aromas cargados de recuerdos a fruta fresca. Si a ello se añade la viticultura de leyenda, casi a lo Far West, de la denominación de origen, está todo dicho. El final de la historia incluye hasta un paseo del bodeguero por los presidenciales sitios. La Casa Blanca ha sido nuestra aunque sea por unas horas.