De lo más agradable
miércoles 24.may.2017 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Una foto que lo dice casi todo. Y que solo necesita unas claves para interpretarla. Ramón Freixa, cocinero de consolidada trayectoria, era el encargado de servir los llamados aperitivos. En realidad una sucesión de tapas espectaculares que constituían una comida completa. Puede que hasta dos. Una pequeña parte de aquel desfile la formaban una combinación de foie gras, anguila y manzana, un marinado de gambas sobre una rodaja de lima, un riquísimo mini canelón de asado de tres carnes y sobresaliendo entre todas estas creaciones una croqueta de jamón. ¡Donde esté una buena croqueta de jamón suave y cremosa…!
La bebida, para sorpresa de muchos, era cosa de Elena y Juan Mari (qué bien que no necesiten apellido) en colaboración con Julián Chivite. En algunas de las muchas tertulias -lo mejor y lo más creativo de los ritos gastronómicos- de estas familias amigas nació la idea de hacer juntos un rosado. Y no un rosado cualquiera. Algo diferente, siguiendo las modernas tendencias de los rosados provenzales (alguna pista en la foto): muy poco color para que sorprenda todavía más la bofetada de frescor y sabor que te espera.
Aromas florales, delicados e intensos, gracias a una breve maceración en frío. Un rosado solvente que se beneficia de una ligera crianza sobre lías y de unas variedades nobles (garnacha y tempranillo) cultivadas en el norte de Navarra. Y también del buen hacer de un enólogo, César Muñoz, que no aparece en la foto pero sí en el contenido de cada una de las botellas. Así es Chivite Las Fincas 2016 uno de los tragos más agradables (9,90 euros) en los tiempos calurosos que ya nos envuelven.