Es Santiago Ruiz
jueves 13.jul.2017 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Su inconfundible etiqueta, el mapa con indicaciones para llegar a la boda de una hija del bodeguero, está muy lejos de ser lo más sobresaliente de esta botella. Lo mismo ocurre con la marca, leyenda viva de la Denominación de Origen Rías Baixas. Quien de verdad destaca, y mucho, es el vino.
Santiago Ruiz 2016 ofrece en esta añada (12, 95 euros) ese deseable punto salvaje que hace especiales a los vinos. La ocasión para que un blanco demuestre que también sabe lo que es personalidad y carácter.
Está elaborado mayoritariamente con albariño pero cuenta con pequeñas aportaciones de loureiro, treixadura, godello y caíño blanco. Un ejemplo destacado de los vinos de O Rosal que exhibe la inconfundible delicadeza aromática de las variedades gallegas. Flores blancas, también rojas, intensas notas cítricas, frutas de todo tipo (manzana, pera, albaricoque…) y apuntes herbáceos le permiten presumir de una armónica complejidad.
Envidiables su descarado frescor y la sensación de volumen que ofrece en boca. En algún momento se llega a sentir o a intuir la presencia de los hollejos (trasladada hasta el vino, posiblemente, por maceración en frío de los mostos) y la crianza sobre lías. En su final, largo y potente, amargos y dulces parecen establecer un combate en el que nadie resulta victorioso.
Tan sorprendente blanco tiene entre sus aciertos el de no abandonar la bodega hasta pasada la primavera. Pero es ahora, en verano, cuando se acerca a su plenitud dejando claro que el paso del tiempo le sienta especialmente bien. Y que, además, no es solo un rías baixas: es Santiago Ruiz.