Hay partido
viernes 29.jun.2018 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Nada como una destitución de última hora, un comienzo trastabillante y unas primeras actuaciones criticables para ir caldeando el ambiente. El siguiente paso, contemplar como alguna de las más temidas selecciones iniciaba el camino de retorno hacia su casa. Una suma de despropósitos que termina por crear la atmósfera adecuada para lo que falta por jugar. Nervios, necesidad de compartirlos, pantallas grandes o muy grandes y algo para pasar la velada.
Entre la opciones, la más cuidada puesta en escena ha llegado de Reims, Francia. Una nueva botella con un diseño cósmico, azul y plateado, inspirado en el Sputnik y otras aportaciones rusas a la carrera espacial. Para despejar cualquier duda sobre la actividad que conmemora lleva impresa en el cuello la imagen del trofeo de campeón del mundo, Un completo y llamativo tuneado para sentirse en casa como en el estadio pero mejor avituallado.
Ha sido una afamada firma, Taittinger, la que se ha lanzado a proponer que se brinde con champán por los resultados de ese deporte que acapara ahora y casi siempre la atención mundial. Y lo ha hecho con una equilibrada elaboración que incluye las tres variedades cultivadas en aquellas tierras: dos tintas, pinot noir y pinot meunier, y una blanca, chardonnay.
De esa forma logra suficiente cuerpo y además no poca finura, mucho frescor y cierta elegancia. La garantía de que con un poco de imaginación combinará bien con muchos de los platos que se pueden disponer junto al sofá situado frente a todo televisior que se precie. Ya solo falta vestirse con la camiseta adecuada, llevar la bufanda sobre los hombros y los colores pintados en la mejilla. El último detalle, al lado y frío, ese símbolo de la alegría, los éxitos y las celebraciones en que el champán supo convertirse hace mucho tiempo.