Ya es verano
jueves 28.jun.2018 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Para los amantes del vino el anuncio de que hemos dejado atrás la primavera lo ha hecho, como cada año, la Denominación de Origen Rías Baixas. Un detalle que se incluye en su más loable empeño: enseñarnos que los llamados albariños necesitan varios meses de crianza y reposo antes de salir al mercado. Acertado mensaje que no se sabe si va calando, ni a qué velocidad, entre quienes ansiosos los esperan o los exigen antes.
Como refuerzo a esa acción pedagógica suelen presentar la calificación de la última añada en fechas próximas al cambio de estación. Y así, cinco días después de que los telediarios nos recordaran que ya es verano el presidente de esa denominación, Juan Gil de Araujo, hacía pública la decisión del pleno del consejo regulador: 2017 ha sido una añada muy buena.
La cosecha, amplia y sana, resultó muy parecida a la del 2016 que fue calificada como excelente. Entre las pequeñas diferencias, algo más de calor y por tanto de grado alcohólico. Este año es posible que en algunos vinos aparezca una ligera variación hacia la madurez de sus aromas frutales (apuntes a ciruelas, albaricoque y otras frutas con hueso) además de un paladar más intenso y redondo que en otras ocasiones. Una combinación que su destacada acidez es capaz de equilibrar sin dificultad.
Mantendrán sin cambios, como recordó el presidente, su tipicidad. Será posible reconocer fácilmente el origen de esos blancos distinguidos por la belleza de sus aromas florales, la intensidad de sus recuerdos cítricos (lima, limón) y su envidiable frescor. Vinos nacidos para acompañar, entre otras muchas cosas, a cualquiera de esos maravillosos frutos extraídos de los mares gallegos.