Cuando la calidad supera al precio
En este mundo del vino se tropieza en ocasiones, y no sin alegría, en un escalón más bajo o si se prefiere más alto que los demás. Lo encontramos, a veces, en la carta de vinos de un restaurante. De pronto surge, llamando con fuerza a quien conozca los precios, una buena añada que el paso del tiempo ha dejado más barata que la última cosecha recién llegada a las tiendas. Algo similar puede ocurrir con el abanico de marcas de una bodega. No siempre que elijamos la mejor pagaremos por la de mayor coste.
También es posible que en una denominación de origen los precios de una bodega no se correspondan con su calidad. Un hallazgo que aumenta su importancia cuando la zona es prestigiosa y sus tarifas no se distinguen por ser comedidas. Eso es lo que ocurre en Ribera del Duero con los vinos Tudanca.
Nacen de uvas de viejos viñedos que esa familia vendió durante años para que formaran parte de una firma de especial renombre. El consejo de un amigo les llevó a iniciar la aventura de crear sus vinos. Las pruebas comenzaron con el cambio de siglo pero fue a partir del 2006 cuando el proyecto levantó el vuelo. Hoy ya tienen tres vinos, claramente definidos, capaces de reflejar el paisaje de esos pagos.
Tudanca Roble 2012 es un tinto con señalados recuerdos a fruta y un paso fácil marcado por el medio año que ha permanecida en barrica americana. Se vende a 5,50 euros, ligeramente por debajo de los precios habituales para esta categoría.
El salto es mayor al llegar al crianza. Tiene un precio inferior a la media (10,90 euros) y su calidad se mueve cómodamente por una zona superior a la media. Vicenta Mater, nombre rinde homenaje a la precursora, está elaborado con buenas maderas, mayoritariamente francesas, y cepas de más edad que el Roble. Todo ello le permite ofrecer fragantes recuerdos a fruta roja acompañados por la destacada finura de sus taninos y una sucesión de notas especiadas. El 2010, a la venta, puede presumir de frescor, elegancia y larga vida por delante. El 2011, de envidiable estructura.
Con los viñedos que enamoraban a Tomás Postigo - por entonces enólogo de Pago de Carraovejas y hoy bodeguero que revalida con su firma aquellos éxitos -, se elabora el Vendimia Seleccionada. La añada del 2009, a la venta por 16,90 euros, tiene la concentración, profundidad y grandeza que marca a los tintos de esa tierra. No es un juego de palabras decir que cuesta bastante menos de lo que vale.