El juego como arte (VIDEO)
"No dejamos de jugar porque nos hagamos viejos. Nos hacemos viejos porque dejamos de jugar."
Benjamin Franklin (1706-1790)
Me encanta sentarme cerca de cualquier instalación interactiva y ver la reacción de los visitantes.
Los hay descarados, ansiosos por aprender las posibilidades de la obra, mientras otros descubren por accidente que han interactuado con ella y se alejan, avergonzados, temerosos de convertirse en el centro de las miradas.
La artista Jen Lewin lleva años explorando las posibilidades del juego como expresión artística a través de obras de gran tamaño. Su formación como arquitecta le lleva a crear experiencias interactivas dentro de espacios físicos como habitaciones o edificios completos.
Una de las creaciones más conocidas de Lewin es The Pool, una piscina interactiva de luces formada por plataformas circulares. Al pisarlas, se iluminan e interactúan con las demás creando esquemas de luz y sonido.
Estas plataformas de color están dispuestas en forma circular y su número sólo depende del espacio disponible. En su superficie existen sensores de localización, velocidad y movimiento, que afectan también a las plataformas contiguas.
Dice la creadora de estas obras que una de sus principales preocupaciones es el diseño de los elementos interactivos. Son robustos, duraderos, de bajo mantenimiento e incluso resistentes al agua.
Y ya que se trata de que el público se anime a participar y lanzarse a esta piscina de colores, The Pool permite a un usuario controlar el comportamiento de las plataformas y su interacción a través de una tablet.
El caso es luchar por conservar nuestra curiosidad y las ganas de jugar. Después de todo, ya sabes lo que se dice, que la vida es como el Tetris: Cuando algo no encaje, dale una vuelta.