Hespérides, Buenas Noches…
Por: Miquel Rosell y Paola Castellanos
Fotos: Marc Gasser
Un aire nostálgico sobreviene arriba y abajo, el recuerdo de la ilusión en los pasillos desde Barcelona, se pasea por los corredores del barco. EL inicio de una idea que se percibe en los perfiles, se cuantifica con los números y se visualiza en los colores que reflejan órdenes de magnitud. Variables, o indicadores del océano, la comunicación del científico buscando respuestas o admirándose con la realidad. Una alegría que embarga el haber culminado con satisfacción los objetivos, y la nostalgia de saborear el final.
Fuera, el mar. Siempre extenso, siempre profundo. Pero nunca el mismo. A veces más azul, a veces verde; unos días tan profundo que se oscurece a la vista dando una sensación de voracidad al mirarlo desde la borda. Las nubes y el color del cielo se espejan en la superficie oceánica en un acto narcisista del que las aguas se nutren, adoptando nuevos colores y formas. En los infinitos matices del azul se despliega la ilimitación de lo marino, que nos recuerda que todo cambia, a pesar de la aparente monotonía de nuestro viaje.
De la misma forma, se descubren los matices personales, y uno no es el mismo habiendo dormido o estando cansado, trabajando o de risas, en proa o en popa, un día de sol o de lluvia. Aquí no es posible esconderse, y cuarenta y tres días de travesía generan un vínculo involuntario fruto de los secretos que el convivir revela, a pesar de querer custodiarlos. Fricciones en las que crecemos en cuestionarnos a nosotros mismos frente a la alteridad de la mirada ajena.
Nos vamos, y nuestro paso por el buque es uno más. Pero el paso del buque por nuestras vidas deja una huella, en algunos más indeleble que en otros, pero siempre una pisada que nos lleva hacia delante. Habrá otras campañas, y algunos de nosotros nos encontraremos en un mañana hoy lejano que cuando pasé será un ayer, igual que hoy es un mañana de ayer, que vemos dejando atrás a cada momento. Instantes compartidos bajo un mismo techo, que, al menos durante unos días, nos ha mantenido unidos en un objetivo común, en lucha por una meta que ha sido un punto de encuentro por encima de las divergencias puntuales. Hemos hecho del Tu y del Yo un Nosotros.
Se nos va el océano ecuatorial, acercándonos a las costas Africanas, dejamos atrás las nubes que cierran el horizonte, la calma de los 0 grados, la percepción de ese océano que se mueve en vertical transmitiendo quietud en superficie, adiós a los alisios, que con su brisa marina mostró la fuerza que tiene sobre el mar .. Una llegada apreciada por todos, el regreso al hogar, con el adiós a este trozo de vida construida a bordo. Se encuentran la nostalgia y la alegría en el puerto de Mindelo.
Por última vez: Hespérides, buenas noches. Nos vamos con el legado de MOC2 y el legado que cada uno guarda en su lugar más intimo.
;) dijo
Buenas noches y hasta mañana
16 may 2010
anonimo dijo
Gracias a todos!!!
16 may 2010
MARU dijo
Gracias por invitarnos a navegar con vosotros. os echaremos de menos.
Buenas noches!!!
17 may 2010