13 posts de febrero 2012

Trece. Briconsejos viejunos

Viñeta3.0      Uno de los sueños más viejos del ser humano, muy anterior al antiguo empeño por alcanzar la inmortalidad, es el de tener un experto en casa. En algunas civilizaciones, la experiencia en casa es paso previo imprescindible para acceder a la vida eterna y al día siguiente poder llegar a fin de mes. Al experto en casa, de tenerlo, mejor en propiedad, aunque haya de compatirse con la familia, ya sea en segundo o tercer grado de consanguinidad su experiencia. Si tu experto es, por ejemplo, un vecino médico urólogo, vale, pero si tienes un cuñado que hace chapuzas dePlancha2 fontanería y no te queda muy lejos, la elección es indudable. Solo en el caso de que el vecino fuera médico dentista quedaría prácticamente igualado el valor económico y sentimental de su experiencia en casa con la del cuñado fontanero. Y si, por ejemplo, se te funden los plomos inesperadamente, tener a mano un experto en casa y en lo oscuro genera un resplandor que da confianza, aunque esté vestido.

 

           "El experto en casa " fue el título de un programa de radio. Año 1975. No existía "Bricomanía",  Leroy Merlin sólo estaba implantada en Francia y el que aquí tenía una multi-taladradora doméstica era porque trabajaba en Construcciones y Contratas y se la había llevado del Dibujar-corazon-roto1curro dentro de una furgoneta. El bricolaje, como actividad de pasatiempo, no era más que una broma de mal gusto, y la cosa se debatía entre el ser o no ser, manitas o manazas. En la radio, "El experto en casa " ofrecía, sin apenas separación entre ambos contenidos, tanto trucos para quitar manchas de las camisas como consejos prácticos para remendar un corazón partío. Manchas y corazones radiofónicos del 18 de junio de 1975: El experto en casa". Así sonaba: Audio Para Recordar.

 

 

Doce. Surfs

Les surfs        Cantar todos a una suele ser cosa habitual que no acarrea mayores problemas, pero entrevistar en la radio a los miembros de un conjunto coral entraña engorrosas dificultades porque, a menudo,  todos hablan a la vez y así el locutor no se entera de nada y algunos oyentes tampoco. Si a ello añadimos que la entrevista hay que hacérsela a los seis miembros de un conjunto de éxito, todos nativos de Madagascar; que alguno sabe hablar español, pero poquito; que son hermanos entre sí; que tienen otros seis hermanos de diferentes edades, incluso algunos más pequeños que otros, pues la cosa se va enredando.

    Y si a todo lo dicho se le suma que la entrevista hay que hacerla en el año 1967, Les surf3a no mucho tardar, porque es entonces cuando están de moda, vaya usted a saber por cuánto tiempo, al grupo versionador internacional de los sesenta: los Surfs; y que han venido a España a cantar, encima todos, y que todos, los seis, se han Viñeta3.0metido en el estudio de radio, pues a ver cómo se las apaña el entrevistador y qué les pregunta. Porque además, seguro que cuando pase mucho tiempo, cuarenta o cincuenta años después, llega un listo que se pone nostálgico y le da por recordar la grabación que fue la primera y quizá última radio-entrevista realizada en España, en español (español es un decir), por los míticos Surfs. Y eso es cosa que solo se pudo hacer el 26 de abril de 1967. Los Surfs en el Audio Para Recordar de hoy.

 

 

 

Once. Mariano rajó y ...

MARIANO   Mariano rajó y lo dijo todo porque de todo le preguntaron en la radio aquella calurosa tarde de julio del año 1975 y él era entonces el Mariano más famoso de la España de las primeras temporadas del cuéntame: el único Mariano, o el más Mariano.

    Mariano Medina rajó en la radio sobre todo lo divino, lo humano y  lo que está a caballo entre ambas cosas: lo meteorológico. Habló sobre lo fresquito que se debía de estar en el norte total, sobre el lugar donde iba de vacaciones con sus muchos churumbeles, sobre si ganaba mucho o poco,  e incluso formuló una muy tímida previsión meteorológica para después del verano, que luego se cumplió, claro, muy tímidamente.

    El careto de Don Mariano llegó a hacerse en tiempos tan familiar como el de ese tipo con el que te topas cada mañana mientras se afeita al otro lado del espejo de tu baño.Viñeta3.0 Le acosaban por las calles. "Don Mariano, ¿qué tiempo hará el fin de semana en mi pueblo si-me-hace-el-favor?" Y él respondía: "Y a mi que me cuenta señora, ¿usted se cree que yo llevo los mapas siempre encima?". Fue el prototipo de los hombres primitivos del tiempo de la tele: poco telegénicos, pero muy televisivos. Eran meteorólogos de barriga suelta, de bigotín cuidado y gafas bifocales, padres de familia numerosa con carné de primera, jamás se supo de ninguno que llevara sujetador,  y varita mágica para blandir sobre las Azores, la bé de la borrasca atlántica o sobre unas isobaras hechas a tiza alzada con las que amenazaban lo que se nos podía venir encima, o muy probablemente no, por si acaso. Así hasta que el Instituto Nacional del tema se transformó en Agencia Estatal de la cosa. Para entonces, el glamour ya había invadido el mundillo de los hombres y las mujeres del teletiempo. 

    1975: la radio, mediados de julio, ¡qué calor! silencio, que están entrevistando a Mariano Medina y no se oye bien: a ver que dice.
   

Diez. Maleta de cartón

Viñeta3.0    Una maleta de cartón. Antaño fue la herramienta rectangular de trabajo de los viajantes de comercio y el símbolo arrastrado del emigrante español en el extranjero. El cartón piedra imposible de las maletas, tan enemigo de la humedad, se ha sustituido por otros materiales y artefactos portátiles que se conectan con mayor facilidad a la red, pero la emigración, un fenómeno que el futuro iba a encargarse segurísimo de mandar a hacer puñetas definitivamente, la emigración, la muy cabrona, ha regresado. Una vez más, el futuro nos la ha vuelto a jugar. No tiene palabra.

    Cierto día del mes de abril de 1965, Antonio escribió a la radio una cartaMaleta desde Holanda, donde trabajaba, e incluso también residía fuera de su horario laboral. El programa en cuestión se titulaba "La hora joven", a pesar de lo cual, iba dirigido a los oyentes no adultos de la época. A veces, en "La hora joven" se practicaba una costumbre muy de la época: leer las cartas en antena. Para ello, era preciso rasgar el sobre, extraer el papel, obviar la salutación, saltarse la paja e ir directamente a leer el grano. El grano epistolar de la misiva que envió Antonio aquel día a la radio era el relato de la vida cotidiana de un emigrante  español en Holanda. Era decir: su propia vida. Corría la radio y el año de 1965, abril, diez. Y exactamente así debió sonar entonces: audio para recordar y sonido para comparar. 


 

 

Nueve. Meló 73

Viñeta3.0    Lo que el viento se llevó por delante fue realmente a cualesquiera tiempos pasados, junto a su sueños correspondientes porque los sueños se tienen para incumplirlos a rajatabla, qué bonito, y sino se les llama proyectos y cuestan demasiado, y a veces dan mucha pereza total para nada. El sueño radiofónico de varias noches consecutivas del verano del año 1973 fue la puesta en radio-escena de una lujosa adaptación de "Lo que el viento se llevó", con un plantel de  actorazos de lujo y la lujosa colaboración especial de María Luisa Merlo.

    El momentazo de esta historia de la radio que merece la pena congelar en la memoria no es la emisión de aquella radionovela, sino sus instantes previos. A un lado del micrófono se colocó Jesús Quintero, antes de volverse loco y subir a la colina. Al otro se encontraba la mismísima María Luisa Merlo que se prestó docilmente a contestar varias preguntas sobre el radio-teatro y sobre su vida  privada. En el fondo, todo fue una burda excusa para poder decirle a María Luisa a la cara, en vivo y en directo, que qué guapa que era, no solo entonces, en el 73, seguro que también lo seguirá siendo en el años dos mil y pico. Pero eso aún queda muy lejos. Por ahora hay que vivir el presente de la entrevista radiofónica con María Luisa Merlo. El sueño de una radio de verano de 1973.

  

Merlodef

 

 

 

 

Ocho. Virgen del stop

Viñeta3.0Hasta aquel momento, -la DGT todavía no emitía muchas campañas de conciencia vial- para ponerse al volante, había que tener mucha paciencia, nervios de acero, un buen autoradio, la estampita de San Cristobal en el salpicadero y ser muy amante del riesgo. 1974. Las carreteras españolas se infestaban de utilitarios de vistosos colores y bullangueros tubos de escape. La estadística apuntaba este dato: los accidentes de tráfico eran ya más asesinos, numéricamente hablando, que la suma de las enfermedades hasta entonces incorregibles. A medida que aumentaba la velocidad de los vehículos, crecía la preocupación por los efectos letales de la extensión popular del automóvil.

    Y eso que apenas existían aún rotondas, pero justamente por ello, abundaban los "stops", muchos, por todos lados, a cada paso, en cada cruce. El uno de febrero del año 1974, la radio de noche ofreció una solución tremendamente práctica al problema: la virgen. La Virgen del Stop se hallaba, y se halla todavía en la actualidad, en un cruce  de carreteras en la pequeña localidad navarra de Etxauri. El stop no, que ya estaba puesto, pero a la virgen correspondiente se la sacó de la manga de su casulla, ¿¿?? el parroco del pueblo. La verdad es que es un cruce imposible; no se trata de una encrucijada de líneas paralelas, sino como de una tijera ligeramente entreabierta donde hasta a los conductores suicidas les baja la sangre a los zancajos cuando se aproximan y acaban frenando, no tanto por la señal de stop, sino porque ven a la virgen , o quizá sea ella quien les va a visitar. Audio para recordar: entrevista radiofónica con el creador de la virgen del stop. Año 1974.

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Siete. Angelus

Viñeta3.0    ,    Fue hacia finales  de los años setenta, en plena edad de los prodigios, cuando se produjeron aquellos fascinantes acontecimientos que marcarían el antes y el después de la radio pública española. A saber, la desaparición de dos obligaciones: una la del monopolio informativo, y dos, la del rezo del Angelus. Pero si el primer caso ocurrió en octubre del 77, lo del Angelus no se materializó hasta febrero de 1981, y entre ambas cosas, el telón de la historia española no iba a caer de verdad hasta que aprobamos una nueva constitución.

  Justo un par de días antes de la celebración del referendum constitucional, la radio emitió una extensa programación especial genéricamente titulada "Un día de España". ¿Cómo era España aquel día 4 de diciembre de 1978? Pues más o menos así, como se narraba a través de las ondas pero claro, nos dieron las nueve y las diez y las once y las doce del mediodía, y la radio sonó justo así:

                                                   AUDIO PARA RECORDAR ANGELUS

Seis. La impertinente levedad del ser... entrevistado.

Viñeta3.0Historias mínimas de la radio.

9 de mayo del año 1973.

Interior noche.

Programa: Directísimo.

Reparto (por orden de intervención):

Entrevistador: Agustín Farré.

Entrevistada: Marisol.

Representante: desconocido.    

Dios/diablo: Victoriano Fernández Asís.

    La acción transcurrió tal y como se describe en este audio para recordar que, a pesar de su limitado valor documental, constituye un ejemplo práctico del artículo tres del manual de uso y disfrute del perfecto entrevistador de radio: si el invitado sale poco autocrítico y no responde exactamente lo que uno desea oír, es preciso pasar al plan B: preguntarle ya las cosas directamente, sin rodeos, pero con elegancia, para no herir jamás su sensibilidad. Y esto también forma parte de la historia de la radio.

                   Marisola                                      

 

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Cinco. Para llorar.

Viñeta3.0    A moco tendido.  O a lágrima viva.  Aún no se había generalizado el uso de los pañuelos desechables de papel cuando, en la noche del 21 de agosto del año 1978, sucedió un fenómeno extraño. Al parecer, un elevado porcentaje de quienes en aquel momento se encontraban escuchando la radio, se emocionaron y súbitamente, todos a un tiempo, rompieron a llorar de forma más o menos descosida. ¿Por qué? Era que, en la radio, acababa de salir Conchita Goyanes  recitando un poema clasico de Juan Ramón: "La cojita". Y lo hizo, igual igual que cuando era pequeña, y con el mismo sentimiento que ponía entonces, cuando los adultos se lo pedían una y otra vez para que la moza exhibiera en público sus dotes interpretativas.

      Versos para llorar. La risa y el llanto son cosas de niños. En la infancia abundan ambas cosas y se practican incontroladamente, hasta que, pasada una fracción de segundo, ambas dejan de tener fundamento. El concepto de sensiblería es algo propiamente evolutivo. La poesía pura y dura se hizo carne comestible de radio, durante aquel cruce entre los setenta y los ochenta y con cuentagotas,  gracias al espacio de Lola Salvador titulado "Verso a verso". Aquella noche del 78, en "Verso a verso, la actriz Concha Goyanes reconstruyó el milagro infantíl de hacer llorar al personal con cuatro palabras y un montón de jotas. Las del J.R. Jiménez, la de la cojita , y el "voy a cojer la muleta" cuyo sonido se puede revivir, tal y como sonó, entonces pulsando la tecla de la radio, hoy pinchándole con el ratón a la cojita que hay justo debajo de estas palabras.

                                                                                        AUDIO "LA COJITA"                                    

 

 

Cuatro. Camello.

Viñeta3.0      ¿Por qué lo llamarán camello cuando quieren decir dromedaria? Porque suena mejor, más líquido y más dulce con "elle". El número de jorobas poco importa. En cuanto al sexo, tratándose de camellos, da igual. La poco creible historia sonora de Pepe y el camello se emitió por la radio el 31 de enero del año 1979: un reportero, magnetofón al hombro y micrófono en mano, se topó en un paraje solitario de la isla de Lanzarote con un labrador de nombre Pepe y una dromedaria a la que sin embargo llamaba camello, sin que a ella pareciera gibarle demasiado. 

    Arar el campo es una de las actividades humanas más antiguas y útiles, pero tremendamente aburrida. Una forma de aliviar la tediosa rutina de la labranza es acompañarla cantándose algo repetitivo: de aquellos ancestrales cantos para las tareas estivales del campo debió brotar, con toda probabilidad, el origen de la moderna "canción del verano". En 1979, parte de los camellos canarios habían sido ya afectados por una reconversión laboral salvaje que les haría acabar paseando de una duna a otra  y vuelta con un par de turistas subidos permanentemente a la chepa. Afortunadamente, el camello de Pepe aún conservaba por aquel entonces un trabajo digno. Cada cual a lo suyo. El camello, araba; el labriego cantaba y el reportero preguntaba. Por citar el nombre de todos: el tercero era Manuel Garrido Palacios.  

    Oír para creer. Para re-escuchar esta historieta sonora de la radio del 79, basta con con pincharle un poco ahí abajo al camello. No tan abajo. Ahí. En la "elle" suena mejor. Quizá haya que esperar un poco pero enseguida se descarga el camello.

CAMELLO  

Camello
 

 

Rafael Roa


Algo sonoro más todavía para recordar de la radio de los últimos 75 años. En este blog se vuelcan las otras historias de la radio, las mínimas, los sonidos complementarios a la historia oficial, a veces las voces secundarias de las ondas, no por más prescindibles menos imborrables en el recuerdo de muchos. La memoria será frágil pero el archivo de RNE es ancho y largo y profundo. ¿Qué sonido quieren recordar? Seguro que lo tenemos pero si no, lo pintamos o bajamos a buscarlo a los infiernos.
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