4 posts de septiembre 2008

Journals

A veces ocurren episodios agradables -nunca hay que desesperar- y el último ha sido la oportunidad de entrevistar a Francis Ford Coppola. En la Ciudad de la Luz, de Alicante, sobre un promontorio desde el que se divisa el viejo mar Mediterráneo, y ruinas que fueron testigo de los combates del Cid, Coppola reproduce estos días una secuencia de ballet, al estilo de los cuentos de Hoffman.

Coppola (Detroit, 7 de abril, 1939) ha dicho que se siente como un niño de 6 años, curioso e interesado, más que nunca, en buscar y aprender. "Creo que, a veces, tienes que volver a empezar. Lo mejor para mí, en este momento de mi vida es convertirme en un estudiante y hacer películas con los mismos ojos que tenía cuando comencé a entusiasmarme por el cine", Coppola -palabra que quiere decir chistera- dixit.

Teniendo en cuenta que esta leyenda viviente del cine, y de las artes en general, descubrió su pasión por filmar cuando se hallaba postrado con poliomielitis en la cama, inventando juegos con marionetas para pasar el tiempo, en los comienzos de su adolescencia, su retomada vitalidad se esparce y contagia a los que le rodean.

Empezando por su mujer de hace 40 años, Eleanor Coppola, autora del diario íntimo de Apocalypse Now,"Con el corazón en tinieblas", sentada con su Mac, a medias entre parsimoniosa y sonriente; resignada y curiosa.

"Recuerdo la ansiedad que sentía y la batalla que tuvo con el guión de El Padrino II y me parece, en retrospectiva, que en aquel momento era él mismo tratando los mismos temas de su propia vida: el dinero, el poder y la familia. Ahora se enfrenta a los temas del viaje de Willard hasta su propio yo y las verdades de Kurtz, que son de alguna manera temas que él no ha resuelto en su fuero interno, de manera que se enfrenta a una lucha muy intensa para llevar el texto hasta el final del guión y, de paso, comprenderse a sí mismo. Mirando atrás, quizá sea ésta la razón por la que se ha enfrentado a todos sus guiones, empezando por The Rain People -Llueve sobre mi corazón. Todos tratan temas que él estaba resolviendo interiormente, no cosas ya resueltas sobre las que se pudiera mostrar distanciado y objetivo. La película que está rodando es una metáfora del viaje hacia el yo". Eleanor podría haber escrito lo mismo de TETRO, en realidad de todas las películas de Coppola. Inadaptados, -out of place people-, mafiosos, personajes arquetípicos a lo Conrad, Eliade, Bolaño o Hoffman, no son más que excusas para recrear las obsesiones del hijo de un músico y una actriz, Carmine e Italia, de origen ídem.

Observo a Eleanor, menuda, vestida de gris y blanco, con el pelo corto, rubio, los ojos azules, y después veo a Francis Ford, imponente y resignado a la interrupción de su rodaje por esta entrevista. Pienso que a estos genios habría que dejarles en paz para que solo hablasen a través de sus obras. Que Dylan y compañía hacen bien en huir de la prensa.

Pero, claro, qué bueno provocar y escuchar historias como:

-TETRO es mi película más personal. ¿Que si parte de una escena en concreto? Sí, en cierto modo. De un medio folio que escribí hace muchos años y ahora he recuperado.

- Una película es un proceso como la expresión italiana, "arrampicarsi sugli specchi", trepar sobre un espejo...

- La industria del cine se basa en dos tipos de películas: policiacas y violentas. Yo me puedo permitir el lujo de financiar mis proyectos, basados en historias y guiones originales, con mi negocio de vinos, Rubicón. La crisis va a afectar también al cine, pero la gente seguirá bebiendo.

- Hay dos tipos de películas: las basadas en ideas, y las basadas en emociones. Corazonada era lo primero; TETRO lo segundo.

TETRO, cofinanciada por TVE, cuenta con tres personajes principales. Dos hermanos, y la novia de uno de ellos, Maribel Verdú. Una crítica feroz, Carmen Maura. Ha sido filmada en Buenos Aires y Alicante, en los mismos días que El Padrino, 64.

- ¿La diferencia? 40 asesinatos, peleas mafiosas, explosiones...

En realidad, todo eso cabe en la mirada de Vincent Gallo, el actor protagonista. Nos vamos y decido hacer el ridículo pidiendo autógrafos y firmas para amigos, hijas de amigos...y hasta unas fotos.

- Son para un blog. El primero de mi vida. Si se le ocurre un título, le estaré eternamente agradecida.

-¡Qué manía con lo de blog! Llámale journal. Diario.

- Muchas gracias.

¿Y odio? ¿Queda odio en Bosnia?

Es una pregunta tremenda la que se plantea en uno de los comentarios del Blog "¡Que no voy a una guerra...!": ¿Queda odio en Bosnia? De momento lo que nosotros hemos detectado es dolor y ganas de vivir. Recuerdos que se preferiria no tener y anhelo por construir algo diferente. Pero ¿Odio? Me parece que antes de la guerra, bosniacos (como llaman alli a los Bosnio-musulmanes), croatas y serbios no se odiaban. Se sentían simplemente yugoslavos. Compartían los mismos colegios, barrios, parques...Pero la guerra y sobre todo la paz, les dividió.

El acuerdo firmado en Dayton para acabar con la guerra abrió una brecha que es difícil de cerrar. El país se dividió -pueblo a pueblo- en administración serbia (y así se "consagró" el genocidio cometido porque, por ejemplo, Srebrenica quedó bajo influencia serbia) y administración bosniaca, pero lo peor es lo que ha ocurrido en los colegios.

Antes todos estudiaban juntos y compartian aulas desde pequeños. Ahora existe un curriculum bosniaco, otro serbio y otro croata. Esto no quiere decir que un niño serbio o un niño bosniaco no puedan ir a un colegio de curriculum diferente pero ¿quién mandaría a sus hijos a un centro donde sería el unico niño "diferente"?

Os voy a contar una historia que no pude meter en el reportaje por la tiranía del tiempo. Durante el rodaje estuvimos con una madre bosnio-musulmana que decidió volver a su pueblo, Srebrenica, a pesar de la matanza allí ocurrida contra su gente y apesar de que era zona de influencia serbia. A su hijo -que debía empezar la secundaria- le preguntó si le importaría ir a un colegio en el que sería el único bosniaco. Eso implicaba incluso cambiar de alfabeto ya que los serbios utilizan el cirílico y los bosniacos y croatas el latino. El hijo le dijo que no. Que era la tierra en la que estaba enterrada su gente y que era hora de volver para empezar de nuevo. La madre solo le dió un consejo : "si se meten contigo, no le des importancia. No te dejes provocar y riete." El consejo funcionó. Ese muchacho - que durante mucho tiempo fue el único bosniaco en un colegio serbio- está ahora en la Universidad y sus mejores amigos son los de su colegio.

Pero es una excepción en la regla. Porque los niños bosniacos, serbios y croatas van a colegios diferentes y no juegan juntos. Eso sí que es grave. Eso -no conocer al otro- si que puede causar daño. Porque ¿cómo se cierra esa trinchera? ¿Cómo se construye la paz sin convivencia y cuando el otro pueblo es un desconocido? La Cooperación española está intentando que en algunos centros por lo menos, aunque en aulas separadas, compartan el mismo edificio. Eso supondría verse en el recreo y en el comedor. Verse las caras y tal vez, algún día, dar juntos clases políticamente correctas como las matemáticas o la física.

Y otro día hablaremos de las mujeres...

Que no voy a una guerra...

--- Que no, que no voy a una guerra. Que en Bosnia ya no hay guerra.

No sé cuantas veces he tenido que dar esta respuesta antes del viaje y cuantas veces me han vuelto a preguntar: "Y entonces, si no hay guerra ¿A qué vas a Bosnia?"

Por supuesto sabía muy bien a que iba a ese país de Los Balcanes. A rodar un reportaje sobre la Cooperación Española en esa tierra que hace trece años sufrió la guerra más terrible ocurrida en Europa desde la II Guerra Mundial. Lo que no podia ni imaginar es lo que me he encontrado allí y que hace que me sienta una verdadera privilegiada por haber podido ir. Bueno, pienso que todo el equipo nos sentimos así porque no nos cansábamos de repetir la suerte que teníamos por estar allí.

Bosnia era para mí la guerra que muchos sábados y domingos conté, en Radio Nacional, como editora del fin de semana. Somos muchos los que compartimos esa memoria de las imágenes de la Biblioteca de Sarajevo en llamas; de la terrible matanza en el mercado de esa ciudad; de las fosas comunes encontradas en tantos pueblos que demostraron que la "leyenda urbana" de los asesinatos en masa no era leyenda... Pero cuando ante el microfono contaba aquella guerra, Sarajevo, Mostar, Srebrenica... no dejaban de ser nombres impresos en un teletipo. Escenarios de un horror al que ponía palabras pero ¿y alma?

Y cuando me he encontrado con esos pueblos y han dejado de ser simples nombres, cuando he puesto cara a quienes sufrieron aquel infierno y sus lágrimas (y sus risas) se han hecho reales, es cuando he encontrado la verdadera respuesta al porqué he ido a Bosnia. Espero que ustedes la descubran (o descubráis si preferis el tuteo) cuando el próximo sábado vean (veais) el reportaje que Cristina Moreno, Luis Rapado, Fernando Romera y yo hemos hecho para Informe Semanal.

Un reportaje que comienza asi "El tranvia de Sarajevo recorre la avenida que aqui muchos todavía llaman de los franco tiradores..."

El gran acelerador: un viaje a las entrañas del pasado

Si Einstein o Newton cambiaron nuestra idea del universo, los científicos del siglo XXI nos explican que "el vacio" está lleno de cosas; que los seres humanos somos una anomalía dentro del universo y que, con el paso del tiempo, el cosmos será cada vez más frío, las estrellas se alejaran, el sol desaparecerá y llegaremos a un punto en el ya no pase nada.

Al pie de los Alpes se busca el por qué de las fuerzas que nos hacen posibles.

Informe Semanal viajó a Ginebra para rodar en las instalaciones del Laboratorio Europeo de Particulas. Fuimos uno de los últimos equipos de la televisión mundial que pudo bajar al túnel que alberga el gran acelerador, antes de que comenzase su gran experimento. Pudimos recorrer este coloso tecnológico en bicicleta, rodar como se reparaban sus lentes y ver las entrañas de esta máquina del tiempo que viajará al pasado a través de la energía. Faltaban sólo unos días para que quedara sellado al vacio y comenzara el descenso de temperatura...hasta 271 grados bajo cero.

Sin lugar a dudas, la mayor experiencia fue poder dialogar con algunas de esas mentes privilegiadas que han ideado esta máquina jamás construida antes por el hombre. Físicos teóricos, como el español Alvaro Rújula o el americano John Lewis. Nos recibieron en sus despachos, sepultados bajo montañas de papeles y fórmulas matemáticas. Dicen que las grandes leyes que nos hacen posibles son muy sencillas. Con átomos está construido algo tan complejo como la conciencia humana.

Los físicos teóricos del CERN comprenden el revuelo internacional por el experimento del acelerador que arrancó el pasado día diez, pero nos confesaron que su mente está ahora en otro sitio...construir un nuevo acelerador, un trabajo que les llevará décadas.

Informe Semanal.


Dicen que la noticia es una fotografía de la realidad y el reportaje, su radiografía: Un viaje a las entrañas de las cosas que pasan. En Informe semanal, cada semana intentamos acercarnos al espectador a nuestra manera: con una forma de hacer periodismo que se ha hecho reconocible a fuerza de años y experiencia y que pretende ser reposado pero ante todo, veraz.
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