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En tierra de baobábs

Cualquiera que haya ido a Senegal habrá podido conocer la “teranga”, el nombre que se le da a la hospitalidad senegalesa. Y el equipo que acabamos de regresar de allí la hemos vivido en primera persona.

Allí hemos estado Nacho pegado a su cámara, Andrés, pendiente en todo momento del sonido, Rosa, la realizadora, y yo misma escuchando historias, problemas e ideas para solucionarlos. Hemos aprovechado los días previos a la semana de la cooperación para conocer algunos proyectos en los que están trabajando los cooperantes españoles. 39 personas de otras tantas ONGs y de laOficina Técnica de Cooperación que como Carlos, Rosa, Inés, Gregorio, Lucía, Laura, Vicente, y tantos otros trabajan codo con codo con Habibou, Ndiawar, Gora, Simon, Mamadou, y por supuesto muchos otros a los que no conocimos.



Ellos han sido nuestros guías por algunas de las realidades de un país que hace tres años salía con frecuencia en las noticias porque había tomado el relevo a Mauritania en la salida de cayucos con inmigrantes que trataban de llegar a nuestras costas. Hasta 30.000 pudieron desembarcar en Canarias sólo en los primeros nueve meses de 2006, aunque ahora, según las autoridades senegalesas, los que se embarcan en esa aventura peligrosa e incierta se han reducido en un 87 por ciento.


De todo lo que vimos, y que tratamos de condensar en el reportaje, nos impactaron sobre todo las duras condiciones de vida en el barrio de Guet N’dar, que por un lado ponen de manifiesto todo lo que queda por hacer, y por otro cómo con pequeñas cosas se pueden conseguir grandes avances. Aunque lo más difícil sea siempre cambiar las actitudes y las costumbres, cuando no se ha conocido otra cosa.


En Guet N’dar se hacinan tantas personas que no conseguíamos concretar una cifra, ni siquiera aproximada. Así que asumimos la que nos dio el alcalde de la ciudad, Saint Louis, nacido en ese barrio, quien nos aseguró que en esa franja de tierra de 400 metros de ancho, bordeada por el agua, vivían unas 50.000 personas.


No tienen centros de salud y sólo hay dos escuelas. Y eso que hay niños por todas partes; la media de las mujeres senegalesas ronda los cinco hijos, pero en este barrio la mayoría empiezan a ayudar a sus familias con la pesca, a la que se dedica la mayoría, al cumplir los cinco. Así que como mucho van a la escuela un año o un par de años.


El barrio está lleno de basura. No tiene saneamiento, y hasta hace poco sólo había una carreta para recoger los residuos.


A ambas orillas de Guet N’dar se percibe un olor penetrante. Viene de las “fumeries”, los lugares en los que las mujeres procesan el pescado que llega en los cayucos. Lo ahuman, lo salan y lo secan codo con codo, sin espacio, ni medios ni condiciones higiénicas.

Los cooperantes españoles nos contaron que su proyecto tiene tantos lados, como problemas tiene el barrio. Han montado escuelas de alfabetización, campañas para sensibilizar sobre la higiene, líneas de microcréditos para la pesca y canales para comercializarla; han entregado mil cubos de basura, de los tres mil que tienen previsto. Y han comprado seis carretas, seis burros, y contratado a un veterinario para montar el germen de un servicio de recogida, un GIE, le llaman allí, un Grupo de Interés Económico. Es la manera más sencilla de montar algo parecido a una empresa: unas cuantas personas se reúnen y la ponen en marcha, sin grandes complicaciones burocráticas o de dinero.


Visitamos Senegal en época de lluvias, con un intenso calor y una humedad que nos hacía estar en una ducha permanente y nos descargaba las baterías de la cámara. Comprobamos también las dificultades que provocaban las tormentas a la hora de entrar y salir de Dakar. Pero afortunadamente la lluvia nos respeto en los rodajes, y pudimos trabajar sin problemas.


Y además del reportaje, nos hemos traído el esfuerzo de unas cuantas personas por mejorar la vida de muchas otras.

5 Comentarios

Estoy deseando verlo.A ver que formato tiene y cómo lo presenta David( seguramente genial) saludos.

Hola a todos: Suscribo lo que comenta Carlos Y Mara, sobre todo, me gusta el título del post, algo me recuerda, a sí el título del libro de David, por cierto me gustó mucho. Muchos besos

Graicas gracias de verdad, Beatriz. Es muy difícil, aunque no lo creas, hacer reportajes tan humanos y bonitos sin caer en el sensacionalismo....

Desde Fundación CEAR os damos las gracias de nuevo. Ojalá vuestro reportaje haya ayudado a cambiar un poco la mentalidad de nosotros, los españoles, y que en Africa se esconden muchas historias de esperanza, como esta.....

Arantxa Freire
Responsable de Sensibilización
FCEAR-Habitáfrica

es el mejor gr`po del mundo

Felicidades a todo el equipo de Informe semanal por recibir el premio que habeis recibido os lo mereceis por ser el mejor programa de tve :)

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