La Casa de todos los libros
28 millones de documentos es una cantidad respetable; mareante, incluso: una constatación gráfica de que el saber ocupa lugar. La Biblioteca Nacional de España, que está a punto de cumplir tres siglos, guarda casi todos los libros, pero también los discos, fotografías, grabados, periódicos. Una tarea desmesurada que responde a un ambicioso proyecto que arranca de la Ilustración. Creada primero como Biblioteca Real, se inscribe dentro del viento modernizador que llega con los Borbones, dinastía que se inaugura con Felipe V, el impulsor de lo que terminaría siendo Biblioteca Nacional. Un año después surge una institución en cierto modo hermanada con la BNE, la Real Academia Española.
Desde finales del siglo XI ca está enclavada en el edificio del Paseo de Recoletos de Madrid, que comparte con el Museo Arqueológico Nacional, si bien la imparable avalancha de documentos recibidos obligó a abrir una segunda sede en Alcalá de Henares. A la BNE llegan tres ejemplares de cualquier libro, folleto o disco que se publica en España, pero el lugar más preciado y el menos accesible es el que guarda los tesoros bibliográficos: los libros antiguos, manuscritos, incunables y raros. Aquí el acceso está vedado a cualquier persona ajena a la BNE. Los miembros del equipo de “Informe Semanal” tuvimos el privilegio de respirar el olor a papel y encuadernación antigua, ya que nos permitieron rodar en esas dependencias, un hecho infrecuente. En una cámara acorazada, en la que ya no pudimos entrar, están guardadas medio centenar de obras.
La última adquisición de la Biblioteca Nacional es el “Códice Daza”, uno de los tres únicos borradores de Lope de Vega que existen en el mundo. Una pieza por la que el Ministerio de Cultura ha pagado a sus propietarios 700.000 euros y que supone un ejemplar extraordinariamente valioso para los estudiosos. Durante el próximo año y medio el manuscrito estará sometido a un completo proceso de reestructuración, dada la delicada situación en que se encontraba. Antes ha sido digitalizado para que pueda ser ya consultada por todas aquellas personas interesadas.
Un paseo por la Biblioteca le hace a uno evocar en seguida a Jorge Luis Borges, cuyo manuscrito de “El Aleph” es una de las cincuenta obras exclusivas encerradas en la cámara acorazada de la institución. Páginas de libros que se multiplican hasta una cifra que uno podría imaginar infinita, estanterías que crecen exponencialmente en paredes que parecen no acabarse nunca. Una aventura borgiana tan apasionante como un libro que incluyera todos los libros, como una vida que fuera resumen de todas las vidas. Una hermosa y fantástica biblioteca, que se escapa de los anaqueles de la imaginación para hacer pie en la realidad.
Nestle dijo
a mi tampoco me preocupan los fallos cuando haces las cosas bien;
02 dic 2011
Flavia dijo
Si no recuerdo mal de allí robaron unos mapamundis antiguos, 'Cosmografía ' de Ptolomeo, la directora de la BNE tuvo que dimitir, también se localizo el botín en Australia. Recuerdo el caso, pensé quien puede arrancar algo tan valioso y frágil, patrimonio de todos?
02 dic 2011
Don Gonzalo González de la Gonzalera dijo
¿Gobierno por Navidad...? ¡¡FELIZ GOBIERNO SERÁ!!
24 dic 2011