Hazlo social o no lo hagas
Cuando lanzamos RTVE.es en el primer semestre de 2008, Facebook no estaba todavía. Existía, sí, y también Twitter, e incluso Tuenti, pero su uso era tan exótico que nadie los tenía en cuenta. De hecho, casi nadie podía soñar entonces que las redes sociales iban a revolucionar el ecosistema de Internet como lo han hecho.
Por eso, la RTVE.es que hemos conocido hasta ahora nació sin tener a las redes como referentes. Y después tuvimos que ir injertándolas poco a poco en nuestro tronco, produciendo híbridos que, a veces, eran engendros y, a veces, excelentes soluciones.
Fuimos trufando nuestras páginas y aplicaciones de botones para compartir, módulos de comentarios, widgets que muestran la actividad social, insertos de Storify, listas de Spotify, vídeos de YouTube... Y comprobamos atónitos cómo las redes y sus fenómenos virales convertían en éxito contenidos que nos parecían anodinos; cómo el público nos 'levantaba' grandes noticias; cómo emergía un quinto poder vigilante y, en nuestro caso, imprescindible.
Ahora, cuando nos replanteamos la construcción de una RTVE.es completamente nueva, las redes y todo lo que definimos como "capa social" deben ocupar un lugar central. La nueva web debe ser muy sencilla de compartir, debe ser muy atractiva para los que la descubren desde las redes y debe ser, además, un espacio de marcado carácter social, donde la presencia de la comunidad se deje sentir y donde su aportación se valore.
No es fácil, claro. Cuando se construye un gigante como este hay que equilibrar muchas fuerzas. A veces, lo que se pretende para la capa social no es viable en términos de desarrollo web, o exige un coste inasumible, o todavía nadie ha resuelto los pr oblemas tecnológicos que se plantean.
Otras veces, los problemas son de pura (in)definición. ¿Qué va a hacer el usuario mañana? Esta pregunta, imposible de responder, nos sitúa ante nuestros límites: ¿estamos construyendo la capa social que el usuario va a querer utilizar?
Pero no deja de ser un reto emocionante. Ir trenzando la programación, el diseño y los contenidos con los elementos que hacen que la gente se sienta vinculada y quiera que sus amigos también se sientan así.
Con esta idea, construiremos en RTVE.es espacios personales que, sin necesidad de competir con las grandes plataformas sociales, ofrezcan al usuario suficientes argumentos para considerar que esta es "Su RTVE.es".
Ya empezamos a caminar en este sentido hace tiempo, con una vocación decidida por abrir huecos a la participación y dejar que los usuarios protagonicen buena parte de la experiencia de nuestro portal. Y herramientas como el Botón Rojo o +TVE o nuestras transmisiones multiseñal van en esa línea.
Pero queremos más: la nueva RTVE.es está llamada a ser el lugar donde el usuario guarda , enrique y comparte sus experiencias televisivas y radiofónicas más relevante. Esas cosas que uno quiere mantener a mano para degustar mañana. Lejos de la telebasura y la radiofórmula vacía, nuestros contenidos de radio, tele o web no perecen: son el sustrato de esa capa social que no se basa en compartir fotos de gatos, sino en aportar valor.