Kellyane Conway se pone cómoda en el Despacho Oval
martes 28.feb.2017 por Estefanía de Antonio 0 Comentarios
Crédito: La asesora de Donald Trump, Kellyanne Conway, toma fotos durante una reunión del presidente con los líderes de las universidades negras en el Despacho Oval. AFP PHOTO / Brendan Smialowski
Kellyane Conway es, probablemente, la asesora presidencial que ha acaparado más titulares en menos tiempo. Sus comentarios, invenciones y estilo agresivo es la nueva marca de la administración Trump.
Su última salida de tono la ha protagonizado este martes durante una reunión con líderes de la comunidad negra. Conway se ha dedicado a hacer fotos del encuentro sentada con las piernas dobladas en un sofá del Despacho Oval. Una postura poco apropiada que no ha tardado en difundirse en las redes sociales, donde algunos la interpretan como una falta de respeto.
“Está en línea con el nivel general de falta de respeto del que el equipo de Trump ha hecho gala”, afirma en Twitter Kaivan Shroff, un estudiante de Yale.
Conway with her shoes on the couch in Oval Office - consistent with general level of disrespect Trump team has shown pic.twitter.com/r8mMki0Yyb
— Kaivan Shroff (@KaivanShroff) 28 de febrero de 2017
Bret Stephens, editorialista del Wall Street Journal, apunta que si los antiguos consejeros del presidente Barack Obama “se hubieran sentado así en el Despacho Oval, los conservadores habrían bramado durante semanas”.
Walter Kimbrough, presidente de la Universidad Dillard, estuvo presente en la reunión con Trump y ha asegurado, que más allá de la irreverencia del gesto de Conway, preocupa la falta de interés del gobierno estadounidense por la comunidad afroamericana.
Conway ya había sido criticada esta semana por hacer un llamamiento a comprar ropa de la hija de Trump, Ivanka, quien por cierto, también sembró la polémica por fotografiarse sentada en el sillón presidencial hace unos días con su padre y el primer ministro canadiense. La oficina de ética del Gobierno ha recordado a Conway que su promoción de la ropa de Ivanka Trump viola las reglas que establecen que un empleado del Gobierno no puede servirse de su cargo "para su propio beneficio, para apoyar algún producto, servicio o empresa, o para beneficio de amigos, familiares con las cuales el empleado esté vinculado".
Desde el bando republicano, los defensores de Trump han contraatacado en las redes, recordando fotos de Barack Obama en actitud relajada en la Casa Blanca.
@ErikuhAranduh My gosh a women took off shoes & sat on her feet on a soft! Oh the crime! Where was your outrage when Obama put feet on desk? pic.twitter.com/cJBRU5HJJB
— 👩🏾 Trump's My Prez (@JilTweet) 28 de febrero de 2017
En apenas un mes, la estratega jefe de la campaña de Trump y una de sus personas de confianza no ha dejado de acumular desaciertos. Cuando llevaba sólo unos días en el cargo, Conway se inventó una “masacre” supuestamente perpetrada por soldados iraquíes en Kentucky, en un lugar llamado Bowling Green, para defender el veto migratorio del presidente.
Pero las mentiras no caben en el vocabulario de Conway, que prefiere usar “hechos alternativos”, una expresión acuñada por ella misma en directo en televisión para defender que hubo mucha más gente en la investidura de Trump que en la de Obama aunque los imágenes muestren lo contrario.
Saltarse el protocolo, desafiar las normas, burlar el decoro forma parte del sello Trump. El magnate se jacta de "decir lo que todo el mundo piensa" y "hacer lo que nadie se atreve", aunque eso suponga romper las reglas de civismo más básicas o faltar a los buenos modales. Así, por ejemplo, en su primer discurso del Desayuno Nacional de Oración, Trump aprovechó para saldar cuentas pendientes con Arnold Schwarzenegger que nada tenían que ver con la solemnidad del acto.