Un San Valentín más
Así son las cosas. Navidades quedan atrás y las vacaciones de verano aun demasiado lejos. ¿Cómo pueden los grandes almacenes hacer negocio y salir de la cuesta de enero? Pues inventando una nueva fecha: San Valentín. Nos toca comprarle una caja de bombones con forma de corazón a nuestra pareja. Y según los spots publicitarios, si no la acompañamos de una pulsera de oro, es que no la amamos lo suficiente. Creo que van por ahí los tiros, ¿no?
Si quisieran ofrecer una fecha realmente simbólica como gesto de amor, deberían potenciar, no el gasto, sino el sentimiento personal. Escribir una carta, o un poema, o comprar una única rosa en vez de dos docenas, hacer un dibujo, o dar un masaje, o hacer el amor a la luz de las velas y los inciensos son regalos mucho mas valiosos que los que podamos pagar con nuestra tarjeta de crédito. Lo malo del dinero es que acaba estropeando todos los significados valiosos que nos ofrece la imaginación.
Porque esto fue en el dia de San Valentín,
Eso escribía el gran Geoffrey Chaucer en el siglo XIV, poniendo así la semilla futura de un dia de celebración para los enamorados. Claro que en ningún caso Chaucer insinúa que este día tenga algo que ver con el 14 de febrero.
Aquí en España no llevamos muchas décadas celebrando esta fecha: de hecho fue la cadena comercial Galerias Preciados (Resquiecat in Pace) la que hizo la primera campaña masiva para promocionar el dia de los enamorados a finales de la década de los 50. Lo que os dará una idea de cual era el verdadero objetivo de fomentar San Valentín: el gasto.
No me gusta que me digan cuando debo amar a mi pareja, y desde luego detesto que me impongan que para hacerlo le tengo que hacer un regalo (y menos uno de esos espantosos mementos con forma de corazón). Prefiero dedicarle unos versos (aunque sean malos) o susurrarle al oido cosas demasiado íntimas para ser publicadas aqui.
Esa es mi opinión, que no es ni mejor ni peor que la de otros (o tal vez peor si) ¿Y que hay de vuestro San Valentin?
Gorrión dijo
Supongo que todo depende de los ojos con los que se mire. Al igual que la Navidad es una fecha en la que todos intentamos hacer un hueco para estar con los seres queridos (sean familia o no) es bonito que haya una fecha en la que "nos obliguemos" a hacer un hueco para dar ese pequeño detalle a nuestra pareja. Por supuesto que el interés va a estar allí, siempre habrá quien intente sacar partido de ello, hacerlo una celebración consumista. Ahí es donde la persona debe distinguir y saber que el mejor regalo no es el que más dinero te gastas sino el que sabes que va a hacer feliz al de enfrente. Vamos, que para mí es una excusa como otra cualquiera para regalar algo. En este caso una noche inolvidable.
15 feb 2011
Muskan dijo
Cierto es que son fechas elegidas para el consumisno y el regalo oportunista, pero también es cierto, como decía Gorrión, que es una oportunidad en la que intentamos hacer felices a quienes queremos.
Vale un masaje una noche cualquiera, una cena con velas, una flor silvestre sin envoltorio una mañana de domingo, pero también una ramo de rosas rojas en San Valentín, ¿por qué no?, cada uno que demuestre su amor cómo y cuando quiera, el toque mágico lo pone cada uno.
No hay nada más consumista y más obligado que el día de reyes y nadie que haya presenciado una cabalgata y haya tenido la oportunidad de mirar a los ojos de un niño, cuando sus majestades aparacen en las carrozas, puede contradecir que eso, ¡eso es magia!: magia de centros comerciales, de inhumanas colas para envolver regalos, de consumismo innecesario, pero también es magia de armarios que se dilantan hasta lo imposible para esconder regalos, de ilusiones, de luces de colores, caramelos que vuelan y sonrisas que llenan.
17 feb 2011
Chema dijo
Pues a mí el día de San Valentín me parece una auténtica estafa. Estoy de acuerdo en que es un día promovido por los centros comerciales para sacar pasta.
¿Que amas a tu pareja? Pues demuéstraselo todos los días, no sólo 1 día al año "porque lo dicta la sociedad".
21 feb 2011