Luces contra la pena de muerte

El 30 de noviembre de 1786, en el Gran Ducado de la Toscana, se abolió por primera vez la pena de muerte en un territorio. casi un cuarto de milenio después todavía 58 países la mantienen. Y no hablamos de territorios del tercer mundo en guerra y con atrasos económicos y sociales, sino de primeras potencias mundiales como los Estados Unidos de América o China, por ejemplo.

Matar es fácil. Basta con quitar la vida. Pero nunca la pena de muerte ha dado una mayor seguridad a los habitantes de un país.

Una curiosa anécdota: A finales del siglo XVIII, en Sierra Morena, al sur de España, el bandidaje era la orden del día. Los ladrones asaltaban a trabuco a caminantes y diligencias y los despojaban de cuanto llevaban encima. El clima era tan tenso, que las autoridades se decidieron a una drástica solución: la pena de muerte para todo aquel acusado de bandidismo. ¿Adivináis el resultado? Pues bien: para evitar que les reconocieran y pudieran delatarles, los cientos de bandidos que se ocultaban en Sierra Morena comenzaron a matar a sus víctimas. Los asesinatos se multiplicaron hasta tal extremo que la pena de muerte hubo de ser abolida de inmediato (en lo que se refiere a los bandidos).

En inglaterra, en el siglo XVII, el problema del carterismo era extremo. Se decidió mediante un edicto que todo carterista sería ahorcado hasta morir. Para que quedara clara la radicalidad de la medida, se ejecutaba a los culpables en las plazas públicas, donde se congregaban centenares de personas. ¿Conclusión? Los carteristas de pronto vieron un terreno extraordinario para robar más rápido, mejor, y entre una turba que no se enteraba de que le estaban birlando la bolsa. El problema se multiplicó con creces.

El derecho a la vida no es una ley de un dios distante, ni cercano ni nada por el estilo. Es una justicia lógica en la que, sencillamente, el Estado no se rebaja a actuar con la maldad y la crueldad con la que actúa un asesino. Tampoco da mayor seguridad la pena capital, ni el crimen disminuye. Al contrario: los crimenes pueden llegar a ser más brutales, dado que un homicida jamás permitirá que haya testigos (se juega la vida en ello). El derecho a la vida será artificial, pero evidentemente es positivo.

Esta noche 1400 ciudades de todo el mundo iluminarán sus edificios emblemáticos para protestar contra la pena de muerte. Lo malo es que, si Gandhi tenía razón cuando afirmó aquello de "ojo por ojo, y el mundo se quedará ciego", entonces no hay muchas posibilidades de que los poderosos ciegos le echen una mirada a esta manifestación visual.

Eso sí: ¡Enhorabuena a las compañías eléctricas! ¡Qué bien les vienen las causas humanitarias! ¡No se podría hacer este gesto simbólico encendiendo miles de velas?

 

Comments

[Gorrión dijo]

Siempre que leo u oigo debatir la pena de muerte recuerdo la película de Doce hombres sin piedad. Todos hemos pensado en alguna ocasión al oír algún crimen especialmente horrendo que el culpable merecería morir y entenderíamos que algún afectado le matara. Pero ¿y si se equivocan? ¿y si muere un inocente?. La pena de muerte no tiene compensación, no hay marcha atrás.

Por otro lado recordemos que hay en paises que aplican la pena de muerte por adulterio, por criticar en contra de sus dirigentes, de una religión... O peor, por no tener dinero. Que es bien sabido que en paises supuestamente democráticos, avanzados etc... con tener dinero y pagar un buen abogado te libras de la silla eléctrica.

Lo del ojo por ojo es humano sin duda y en ciertas circunstancias todos seríamos capaces de matar pero eso es algo que un gobierno no debería ni pensar.

[Bartolo dijo]

Luces antes de aplicar una justicia medieval en pleno siglo XXI, aceptada ampliamente en países como EEUU que presumen de democracia, recordar que hay un español que proclama su inocencia y, lleva unos años esperando la sentencia "capital", si es cierta su versión, pagara un inocente y el autor se va de rositas ,