UNA EDAD PARA TODO
viernes 9.oct.2015 por Ángeles Bandrés y Juan Fernández 2 Comentarios
Amigos...recupero para ustedes el artículo que dedica hoy El País al actor estadounidense Dustin Hoffman. Hoy se estrena la película El Coro, en la que interpreta al director de un grupo de niños que cantan. Al margen de recomendar la película, o no, para este fin de semana lluvioso, les recomiendo su lectura. El actor habla de su edad, de envejecer, de lo difícil que resulta encajar en papeles cuando se van cumpliendo años, y de lo precaria que se ha vuelto la industria del cine a la hora de preparar papeles y rodajes...Ay,el paso del tiempo...todo cambia y a todo hay que adaptarse...que remedio queda! Pero no es fácil. A él tampoco. Pero es bonita la relación que describe con los actores más jóvenes verdad?...más receptivos, menos suspicaces, dice. Léanlo y lo comentamos, les parece?
A Dustin Hoffman se le escapa la risa cuando comparte lo que acaba de leer. “Alguien ha hecho una investigación sobre la vejez y asegura que los 70 son los nuevos 30”, afirma casi con lágrimas en los ojos. El ya ha cumplido los 78 y, en persona, se le nota. Las canas, el cansancio en la espalda, el rostro más hinchado. No así en su energía, en la búsqueda de perfección que le llevó a pelearse con muchos directores a lo largo de su carrera y ahora le lleva a protestar contra el estado de las cosas. Sigue buscando. No se resigna a las comedias donde De Niro encuentra su nicho ni busca refugio en el teatro como Pacino. Tampoco se engaña. Es el primero en reconocer que su último trabajo en El coro no es el papel protagonista que venden. “Si no fuera una estrella, si no ayudara a vender la cinta, mi papel sería secundario. Esta es la historia del niño”, afirma de un filme en el que interpreta al director de un coro infantil donde llega un nuevo integrante.
Tampoco es que se sienta utilizado. O derrotado. Quizá algo cansado de una industria donde fue el rey (siete candidaturas y dos oscars en sus años de gloria lo demuestran) y que en su opinión está en retroceso. “Hicimos El graduado, una película que todavía aguanta, con un guion en el que trabajaron tres años y un rodaje de 100 días” analiza con frialdad. “Ahora tienes rodajes de 20 días de media sin lugar para tomas nuevas o para ensayos. Es difícil hacer un buen trabajo con lo poco que te dan”, resume de la situación actual del cine. Ahora tienes rodajes de 20 días de media sin lugar para tomas nuevas o para ensayos. Es difícil hacer un buen trabajo con lo poco que te dan”.
El tono analítico, sin crispación ni amargura, se explica por la enorme dosis de autocrítica que siempre ha demostrado, desde Cowboy de medianoche a Tootsie, pasando por Marathon Man, Lenny o Rain Man. “Si hubiera creado un estilo, una seña de identidad, me sería más fácil”, musita rememorando a otros como John Wayne, Humphrey Bogart o Spencer Tracy, nombres más grandes que los personajes que crearon. “Muchas estrellas tienen ese estilo propio. Pero yo siempre he intentado hacer desaparecer esa persona, sorprender al público”, se resigna.
Diga lo que diga de su filme, Hoffman se lo trabaja. Las críticas hablan “del Whiplash del pobre” pero nadie se mete con Hoffman, con el peso que aporta a lo que hace. Con falsa modestia o grandes dotes de actor, el intérprete se sorprende de los halagos. “No soy consciente. De hecho, en esta industria, cuanto más viejo, más difícil te lo ponen”. Aun así, él va a lo suyo, dándole una mayor dimensión a su papel, inventando su pasado, ejercitando junto al verdadero director del American Boy Choir, Fernando Malvar-Ruíz. “Aprendo todo lo que puedo para echarlo todo cuando comienza el rodaje y lo que queda, queda”, ofrece como consejo. Lo explica en esta entrevista a El País porque con sus compañeros de rodaje, por jóvenes que sean, se limitó a comer hamburguesas. “El público no se da cuenta de lo mucho que los actores nos ayudamos y los jóvenes son más receptivos y menos suspicaces. Al final somos un grupo de convictos tramando entre labios para que no nos pille el guarda de la prisión en la que estamos metidos”, se ríe.
El guarda no es otro que la figura del director, esa con la que Hoffman tantas veces se ha enfrentado y a quien no duda en describir como un “control freak” por naturaleza pero sin dar nombres. “Mike Nichols fue maravilloso pero, de nuevo, no solo por contar con un rodaje largo sino con un mes de ensayo. Ahora no puedes contar ni con el reparto para hacer eso”, suspira. También describe a Steven Spielberg como “extremadamente generoso” y le gustaría trabajar con Woody Allen “porque dicen que te deja hacer lo que quieres”. El resto son la razón por la que finalmente se lanzó al ruedo como director con El cuarteto (2012). Pero como admite, ni llamándose Dustin Hoffman le han llegado más ofertas como realizador.
ZaraRosa dijo
Diría que ya son varias las películas que tratan este tema de los coros, ha habido coros de niños, de ancianos en residencia, de monjas marchosas, también de orquestas con músicos envueltos en problemas. Claro que si en esta está Dustin Hoffman, es suficiente aliciente. Y luego la música, en todos estos films la música es parte importante, o casi principal.
Antonio desde Sevilla dijo
" Aquí también cuecen habas "
Envejecer un actor
Hay muchos parámetros para medir el paso del tiempo: en un futbolista lo marca la falta de reflejos y agilidad; en un relojero la pérdida de visión; en un cantante la merma de su voz; y en un actor, lo que aquí nos indica Alacrante:
Un actor percibe el vuelo
del tiempo en que, de galán
pasan a padre y a abuelo
los papeles que le dan.
Casi tres de cada cuatro actores españoles no puede vivir exclusivamente de los ingresos que percibe por su actividad empresarial, concretamente el 72,9% y el 65% no consigue ni siquiera logra trabajar más allá de tres meses al año.
Un escenario de película 2 Fotos Estos datos se desprenden del Estudio y diagnóstico sobre la situación sociolaboral de actores y bailarines de España, elaborado por la Fundación Aisge, Sociedad de Gestión de Derechos de Autor de directores de escena, dobladores, actores y bailarines, a lo largo de 2012. El estudio, encargado al Colectivo IOÉ, empresa especializada en estudios sociológicos, bajo la supervisión de la Fundación Aisge, es el segundo que realiza esta sociedad, que ya elaboró uno anterior en el periodo 2004-2005. Entre los actores en paro, un 28% no recibía ningún tipo de prestación y el 15% de ellos carecían de cualquier ingreso propio De las 1.201 encuestas pormenorizadas realizadas a intérpretes repartidos por todo el territorio nacional (639 hombres y 562 mujeres), se desprende que sólo el 27% reconoce haber contado con empleo "suficiente" en los últimos quince años.
La incertidumbre propia del actor se ha "agravado"
Según la encuesta, realizada entre 729 actores, 356 actores de voz (dobladores) y 117 bailarines, "las incertidumbres propias" del oficio interpretativo "se han agravado sensiblemente" con la crisis económica, y los actores tienen "menos oportunidades" de trabajar y, cuando lo logran, suele ser "en peores condiciones" que en años precedentes. El importe medio de la pensión de un artista jubilado es de 919 euros Los artistas jubilados españoles han cotizado una media de 28 años, y el importe medio de sus pensiones es de 919 euros, aunque la diferencia entre sexos es significativa: 994 euros para los varones y solo 778 euros para las mujeres.
Antonio desde Sevilla