TODO ME ACOMPAÑA UN POCO
miércoles 14.oct.2015 por Ángeles Bandrés y Juan Fernández 2 Comentarios
Dice MarÍa que la soledad se puede sentir también acompañada...No puedo estar más de acuerdo. La compañía puede llegar a ser un infierno si quién está a tu lado te mina, te hace pequeña, te ignora o te destruye. Y decía Antonio que la soledad puede ser también un proceso de maduración. Hay gente que no sabe estar sóla. Hablabamos hace tiempo sobre la preparación a la vejez y a la muerte. Es cierto que nadie nos prepara para eso. Y cuando llega, no sabemos "ejercer" de mayores ni asimilar una pérdida...o nuestra "propia pérdida". Pues creo que tampoco se nos enseña a estar sólos. Deberíamos tener las herramientas para superar la soledad igual que deberíamos tenerlas para practicar la compañía. La soledad puede ser reconfortante para pensar, para reflexionar, para conocernos, para preguntarnos, para decidir...Porque hay veces que tenemos que decidir sólos. Decidir, incluso, cosas fundamentales para nuestro futuro. Por ejemplo, si seguimos un viaje acompañados por quién o quienes no debemos o queremos. Como dice nuestra amiga Elena de Arriba muchas veces la compáñía no tiene rostro. La compañía son las pequeñas cosas que nos acompañan...la sonrisa de su nieta cuando la llevó el otro día al teatro!!! Debió de ser impagable...Cuáles son las pequeñas cosas que le acompañan a usted, María? Con lo bien que se expresa, me imagino una vida llena de experiencias... y de lectura? Elena y yo coincidimos el otro día en el programa, que la lectura es para nosotras "ese gran compañero" que nunca te da la espalda. Aprovechando el Premio Nobel a Svetlana Alexievich, estoy leyendo ahora "Voces de Chernobyl"...literatura o periodismo? ...un poco de todo...Imagino la soledad que tuvieron que sentir todas aquellas gentes que tuvieron que abandonarlo todo tras la catástrofe radioactiva...a la que nadie daba explicaciones sobre lo que ocurría tiempo después...Cuántas soledades hay, verdad? La soledad de la vejez, la de la enfermedad, la de la catástrofe, la del desamor...háblenme de ellas si quieren....Quedan ustedes en mi compañía...
Antonio desde Sevilla dijo
Estimadas/os amigos
Todas las personas desde que nacemos empezamos a convivir con la "soledad", esta se asentua mas cuando entramos en la etapa de la vida que
nos dejan nuestros seres queridos (abuelos, padres), los hijos que encausan sus vidas y algún otros acontecimiento que nos cambian el sentido de la vida.
Y que decir cuando por cumplir la edad laborar o por "incapacidad", tenemos que dejar la actividad laboral.
Son acontecimientos que nos invitan ha cambiar el ritmo de vida.
En esta etapa hay que aprovechar la "madurez y experiencia " adquirida.
En mi situación personal, pasé de una "gran actividad laboral" a una jubilación forzosa " total". En ese momento supe lo que es " sentirse solo y con mi soledad" .
Todo nuestro entorno familiar y amigos quedaron "desolados".
Tuve la fortuna de conocer a una trabajadora social de la ONCE que me comento," no podemos jubilarnos de la vida"
Volvieron los proyectos , la ilusión y lo mas importante " el abandono del estado de soledad. He encontrados nuevos amigos/as que me han ayudado a superar la Soledad.
En nuestra "unidad familiar estamos superando esta prueba.
Actualmente soy voluntario en la ONCE y creo tener tantas actividades que hecho de menos " un poco de soledad".
Antonio desde Sevilla.
Maria dijo
Gracias Ángeles y Elena vuestras reflexiones me han emocionado.
Saludos.
Maria