Espacio reservado

    viernes 7.oct.2016    por Julia Varela    0 Comentarios

Reservado
Yo,laggard tiene que despedirse durante unos meses por el motivo que se deduce de la imagen.

Pero volverá en breve con más ideas sobre creatividad, diseño, moda, tendencias culturales y sociales...Inquietudes varias para mentes despiertas! Cualquier propuesta de tema será bienvenida. Podéis enviarlas a [email protected].

Gracias por leer y hasta pronto! Este asiento queda reservado. 

@VarelaJulia

Julia Varela    7.oct.2016 11:45    

Arquicostura

    lunes 3.oct.2016    por Julia Varela    0 Comentarios

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Raquel solo tuvo una Barbie y "la usaba como modelo para diseñar ropa y espacios, construyendo sofás y elementos de su casa a escala". Habla una valenciana de 32 años que teje y desteje desde niña, que disfrutaba entre telas y botones en las mercerías y que tiraba de máquina de coser materna para idear la moda que lucía en la facultad de Bellas Artes.      Stitch-8
En su afán por bordar, la casa, el aula y el estudio pronto se le quedaron pequeños. Entonces salió a la calle para tricotar el mundo. Raquel Rodrigo deja su firma en formato floral en muros y ventanas, con frecuencia abandonados. Los reconstruye y embellece a golpe de punto de cruz, un nuevo concepto de intervención artística que ella ha bautizado como arquicostura.

La idea nació a raíz de un proyecto en 2011 cuando le pidieron diseñar el interior y el exterior de una tienda de máquinas de coser: "Se nos ocurrió sacar la costura hasta la fachada, que se respirara desde fuera lo que ocurría dentro. Y así dimos con una tela metálica que se convierte en un soporte “transparente”. Desde lejos, no la ves. Sólo se percibe el bordado sobre la pared".     ZN_2015_10_29 - AC_057
Echa mano de patrones clásicos, los que encuentra en revistas de punto de cruz que hoy rezuman aroma vintage. En su ordenador, las puntadas se convierten en modernos píxeles que adapta a las medidas reales del espacio en cuestión. Después, borda sobre un bastidor con cordones resistentes de algodón, yute y seda de unos 5 milímetros de grosor.

Hay que contar siempre con la corta vida del asunto: "El arte urbano es efímero, al estar en la calle dejas de tener el control de lo que pasa con las obras (agentes temporales, la luz del sol, el vandalismo, el propio paso del tiempo...). Cuando las instalo, soy consciente de eso, de que tienen un tiempo delimitado". Retrato_raquelrodrigoII11
Como nuestra piel a la intemperie, la costura se corrompe, pero también cada nacimiento es un proceso de alegría e inquietud para su autora, que siente "cosquillas en el estómago" cuando comienza un nuevo panel. Aunque el mayor disfrute es la reacción de la gente, en general positiva, a excepción de algunas señoras mayores, puristas del punto de cruz que, como buenas expertas, suelen opinar sobre la fidelidad o no a la tradición.

También las personas ciegas, tienen bastante que decir frente a la arquicostura: "Una vez, pasaba una pareja de invidentes. Una amiga suya les iba contando lo que veía, y me acerqué a ellos. Les invité a tocar la obra. Al estar en relieve pueden distinguir formas y texturas, cada color tiene un tacto diferente". A Raquel le emocionó su cara de felicidad: "Me llegaron a decir que le propusiera al ayuntamiento de Madrid llenar las calles de mis bordados porque las puertas eran muy ásperas y no era nada agradable".

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Para la madre de Raquel, bordar es una afición relajante después del trabajo. Algo que emulan ahora, en el paroxismo del hazlo tú mismo, jóvenes urbanos prestos a calcetar. Y le llaman urban knittingPara su padre, la talla de madera es una forma de ganarse la vida. Como lo era antes la calceta, una necesidad si querías abrigarte.

Raquel también cree que hereda bastante maña de una abuela modista que falleció cuando era muy pequeña: "Creo que estaría orgullosa de mí si viera mi trabajo". Porque su costura está repleta de energía y es incontenible, tanto que cuando puede la saca al extranjero para colorear el cemento: "Quiero hacer florecer las ciudades del mundo", sentencia Raquel Rodrigo. Y para eso, lógicamente, hay que empezar por los cimientos.  ZN_2015_10_29 - AC_021

@VarelaJulia

Fotografías de Raquel Rodrigo

Julia Varela    3.oct.2016 08:48    

Pop, pop, pop!

    miércoles 21.sep.2016    por Julia Varela    1 Comentarios

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Hay corrientes en Instagram. Tendencias. Entre mis predilectas, están las creaciones de instagramers pop. Llenan de colores planos y llamativos sus imágenes, pintan de azul eléctrico y fucsia un donut y convierten el polo de fresa en tótem de modernidad fluorescente.

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En esta red social, las imágenes pop se reproducen tan rápido como las latas de sopa Campbell. Son efectistas, divierten y alegran de un vistazo, el tiempo justo que recalas en cada una de ellas. 

Por eso triunfan y se multiplican, aunque para Jaime Sánchez, "la mayoría se copian entre sí, se mueven según la moda del momento y porque les interesa ganar seguidores fácilmente".

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La realidad es que la copia en sí, no es dañina para el pop. No contradice los fundamentos warholianos, que encumbraron la emisión en serie de objetos comunes. Populares. Pop. Ahí están las montañas de cajas idénticas de detergente que emulaban la producción masiva. O las serigrafías de Marilyn, una impresión tras otra. 

Lo que puntualiza este fotógrafo y diseñador malagueño es que él no entiende el pop como herramienta para pescar followers. Es su estilo, nada de aventuras pasajeras. Y dentro de esta subcultura pop, recurre a un elemento ya casi icónico: las piezas de Lego

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A sus 28 años, se autorretrata con tez púber repleta de espinillas de caramelo. Recuerda cómo empezó todo: durante su segundo viaje a Nueva York, visitó la exposición The Art of the Brick y se quedó impresionado con la perfección y obsesión de Nathan Sawaya por estos ladrillos de juguete. Al salir del museo, se encaminó de inmediato a la tienda Lego para comprar unos cuantos.

Fue el inicio de un proyecto que consiste en fusionar los clásicos bricks de nuestra infancia, que miden entre 3 y 4 centímetros, con cosas prácticas que no tienen demasiado glamour, como una maquinilla de afeitar: "He elegido estos objetos porque los usamos a diario y me parece curioso poder cambiar esa propia monotonía de lo cotidiano ¿A quién no le gustaría lavarse los dientes con un dentífrico de Lego?".

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El mundo de lo pequeño le apasiona en todas sus facetas.

Por un lado, el minimalismo estético: "La miniatura en la fotografía me fascina, ya que con dimensiones diminutas logro maximizar el encanto de las cosas".

Por otro, lo que supone de regreso a la niñez: "Me encanta crear imágenes que puedan rememorar la infancia, al mismo tiempo que altero la realidad del objeto y lo convierto en algo dirigido a un público más maduro". La esencia del naíf. 

Composiciones que parecen sencillas pero que tienen mucho boceto y buceo por detrás, además del tiempo de estudio hasta llegar a la mezcla idónea. Sin olvidar la edición posterior en Photoshop. De esta manera, surge por ejemplo un huevo frito pop y legolizado

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Pop art is for everyone, ese es el eslogan de Andy Warhol que también Jaime Sánchez sostiene como bandera en su trabajo. Aunque él va un poco más lejos:

No solo el arte pop es para todos (o para cualquiera), también "el pop puede ser cualquier cosa, incluso una lata de sopa de tomate, como ya demostró Warhol en su época. Así que todo lo que se nos ocurra podría serlo: solo hay que mezclar un poco de color con algo muy simple y nos saldrá un objeto pop".

Ahí está la fórmula. Imítenla sin remordimientos. 

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@VarelaJulia

Fotografías de Jaime Sánchez

Julia Varela   21.sep.2016 09:22    

Universo papel

    lunes 12.sep.2016    por Julia Varela    0 Comentarios

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Apenas se siente humana si no bebe café. Muucho café. Es la segunda de sus pseudo adicciones, después del papel. El que rasga con uñas postizas en una especie de ataque de nervios colorista. Adriana Napolitano tiene 32 años, es italiana y posee la habilidad de convertir en papel todo lo que toca

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Incluso llora lágrimas de celulosa, como vemos en uno de sus autorretratos que no buscan reflejar sonrisas de Facebook y postureo feliz, sino sus "pequeñas y grandes luchas diarias, donde también hay enfados" y momentos infelices. 

Está segura de haber heredado las manos virtuosas del resto de su familia: la más creativa su madre, de profesión teleoperadora; también su hermana, buena dibujante y grabadora y, por supuesto, está el MacGyver de su padre, ex trabajador de fábrica.

Aquí lo retrata acompañado de su habitual universo de herramientas traducidas al papel, aunque ahora, ya retirado, lo cierto es que pasa más horas con la mascota: "Se dedica a tiempo completo a ser el canguro nuestro pequeño loro!", confiesa Adriana entre risas. 

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La geometría a menudo le genera dolores de cabeza y en su casa se acumulan montañas de descartes de papel, "toneladas de trozos que acaban siendo irritantes!".

Pero las ventajas de trabajar con este material superan los inconvenientes: "Es un medio que te permite realizar diseños increíbles de manera fácil". Y no necesitas un papel gourmet: "Mi favorito es el clásico y coloreado, el que puedes comprar en cualquier papelería corriente". 

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Corta, curva, solapa y pega hasta recrear en papel desde una escena vintage (con su teléfono retro y su mesa cubierta de ganchillo) hasta un bodegón de hortalizas.

Se define como una obsesiva de los materiales: "Cuando voy de compras paso gran parte del tiempo palpando cualquier tipo de papel que encuentro. Lo cierto es que, en general, invierto horas tocando todo!".

Una inclinación que comparte con muchos diseñadores de su generación que han elevado a tendencia mundial conceptos anglosajones como craft y handmade. O sea, lo artesano y manual. Lo digital, pero en lo que se refiere a los dedos y no a la electrónica. 

"No sé si este tipo de diseño continuará o se desvanecerá como el resto. Espero que no. Al fin y al cabo, se trata de manos, corazón y genio", opina Adriana.

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Todo surgió con una peluca. De papel, por supuesto. La peluca victoriana que luce aquí debajo y que creó para hacerse autorretratos divertidos. Pero, como ella misma escribe, ha resultado ser un tema serio. Nada de papel mojado. 

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@VarelaJulia

Fotografías de Adriana Napolitano

Julia Varela   12.sep.2016 08:00    

Julia Varela

Bio Yo, laggard

Tendencias. Movimientos. Cosas que pasan. En la carrera de ir a la última, me reconozco entre la tribu laggard (rezagado in English). Admiro tanto las joyas impresas en 3D como un buen pincho de tortilla. Lo cool y lo castizo, aquí se habla de eso. De modernidades viejas, de antigüedades nuevas. De lo bonito. Poliédrica, multitasking. Gallega de lacón con grelos y madrileña inevitable de Malasaña. Periodista casi siempre
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