Guasapeando
lunes 15.abr.2013 por Julia Varela 5 Comentarios
Lo siento, Antonio, pero te odié durante un tiempo. Me atravesaba una punzada cada vez que tenía que enviarte un sms, porque eras el único de mis amigos que conservaba un móvil del Pleistoceno.
En la época WhatsApp, pagar céntimos por mensaje todavía despierta esa leve cólera que hay en mí. Con Antonio, me lo tomé como mini-pruebas de amistad, pero en general es un fastidio.
Lo que no me ha molestado mucho es que Guasap me vaya a cobrar 0.89 euros en cuanto cumpla el año de uso. Los exprimiré a gusto.
Cada cual tiene su medio y yo adoro que el móvil eche humo por culpa de un chat en grupo revolucionado.
Si piensan de la misma manera los más de 10 millones de usuarios de WhatsApp en España (creo, porque la cifra es medio secreta), ya está el negocio hecho. En todo el orbe, se estima que hay unos 200 millones.
La mensajería móvil, como el fútbol o el sadomasoquismo -por trazar paralelismos reconocibles- tiene sus reglas. La primera que deduzco es esta: no hay lugar para tostones.
En serio, déjate de parrafadas porque agobias. Esto va de apócopes y rapidez, puedes escribir un "ola ke ase" y después un"arg" y luego un emoticono de cara estreñida, porque no caerá sobre ti el juicio de la RAE o la Fundeu.
Hubo un colega que me exigió que no lo ametrallase en ese sentido, que al menos le escribiese más de cinco líneas de una sola vez.
Pero el guasapeo no va de eso, sino que es un goteo constante. Y si has pasado de él una tarde, estás perdido: "400 mensajes sin leer dentro del grupo Perruzas", observo.
Es cierto que son ya típicas y también muy criticadas las escenas de incomunicación en una reunión porque los participantes o comensales dejan de hablar y se sumergen en sus respectivas pantallas.
Bajo mi opinión, ese posible retroceso en el diálogo cercano y cara a cara, queda compensado con lo que divierte guasapear en soledad. Además, es cuestionable si una está sola cuando chatea con siete amigas al tiempo.
Todo muy ágil y escueto, pero vivo y sin rodeos. Me parto, lloro de la risa y podría arrastrar el dedo ad infinítum para continuar la conversación múltiple, si el Swype a veces no me volviese loca.
Sí, hay algunas tendencias maníacas, por suerte transitorias, asociadas al entorno del chateo móvil.
La de intentar escribir tacos a pesar de la insistente corrección del Swype es habitual. Sudar para colarle al teclado la palabra "mierda" y que siga empeñado en transcribir "mirra", frustra.
Otra obsesión común es la de emoticonizar. Durante un par de semanas, me dio por obviar las letras y escribir jeroglíficos, altamente complejos, echando mano de caritas, caquitas, monitos, manos, flechas, etc.
Eran traducciones de ideas sofisticadas como "hace día y medio que el programa de la lavadora acabó, por favor, tiende" o inverosímiles, tipo "te quieres casar conmigo". Es un interesante ejercicio de síntesis, de verdad, te asombras de cómo encriptas.
Pero de repente llegó Line y mi neurosis cambió de rumbo. Me emocioné con la dimensión sticker y abrasé a los pocos amigos que se lo habían instalado.
El oso que se contonea con falda hawaiana, el rubiales potando, el cara-luna jugando a la consola, el conejito que duerme con un moco en la nariz. Y, tachán: a continuación, esos cuatro emoji juntos siguiendo la coreografía de PSY:
Fue hace unos meses cuando me apunté al furor de las stickers (pegatinas), estos iconos graciosos y tan japo. Porque Line nació en Japón, después del desastre nuclear de Fukushima, pero la empresa propietaria, NHN, es surcoreana. Son también los dueños de Naver, el principal motor de búsqueda en Corea del Sur.
Al parecer ya casi existen tantos liners como guasapers en España y, en el mundo, los adeptos crecen. Line espera terminar 2013 superando los 200 millones. Alcanzaron los 100 en enero.
Es la nueva moda freemium en mensajería móvil y la más completa de momento (llamadas gratis, muro de publicaciones, cámara, juegos...) WhatsApp se ha dado cuenta de la tendencia ascendente y ha copiado el formato de visualización de las fotos, que en Line es mayor.
Estoy a la espera de que los capos de WhatsApp permitan eliminar el "última conexión" en los Android (con Iphone, sí se puede, vaya). El chat surcoreano no tiene este aviso que tantos espionajes alienta y algunas discusiones conyugales provoca.
Pero, al margen de mejoras en la privacidad, soy más simplista y despreocupada: a mí lo que me alela, reitero, son estos cuatro bichos haciendo el mona.
Por ahora, no todas mis amigas se animan, a pesar del reciente desembarco publicitario de Line que nos sugiere que guapos como Hugo Silva y reinas como Isabel lo usan. En el anuncio ambos se divierten enviándose conejos tirando pedos, que los vuelve más humanos y contrasta con su supuesto glamour televisivo.
Creo que, como muchos en Spain, estoy a la espera de que se me presente, en toda su extensión, la diatriba entre ser guasaper o liner ¿Me debatiré a lo Hamlet o seguiré jugando a dos bandas?
Ni idea. O sí. Bueno, solo digo que mi última neura pasa por decidir a quién regalo el pack de stickers de Doraemon, que desde hace unos días me está maullando a gritos.
@VarelaJulia
asuncion paz dijo
Me gusta tu comentario para saber de que va todo esto!! Pobre de mi ! De cada frase el 80% de error ¡Que haría yo sin WhatsApp para corregir y ya me hablas de line.¡VOY A VOLVER A LAPIZ Y PAPEL! Me encanta la sensación , de que alguien dedique más de un segundo en leer lo que escribo."Soy de otra generación"
@lenina0806 dijo
"Esto va de apócopes y rapidez"...esto va de dejar de hablar mi estimada Julia.
El Line todavía mas porque con tanto, chulísimo si, dibujito. Te olvidas de decir lo que quieres, es como una especie de printerest del mensajeo.
E..es cuestionable si una está sola cuando chatea con siete amigas al tiempo"...no querida no, estamos cada vez mas solicos.
Un saludo,
L.
paruz dijo
Esta forma de comunicarse tiene todos los inconvenientes del mundo:falta de relaciones personales,gestos perdidos,expresiones con contenido etc,etc...pero ENGANCHA!! no hay manera de escaparse!
carmen dijo
No hay cómo ver la expresión o la voz de una persona cuando le dices "algo",eso te lo pierdes con estas nuevas formas de comunicación.¿llegaremos a comunicarnos sólo asi? Espero que no.
Clara Olvido dijo
Querida Laggard, me identifico totalmente con tus reflexiones y experiencias... Lo vivo como tú y he de decirte que he perdido ¡mi Iphone y nada me lo ha devuelto!... Aproveché la tragedia para analizarme sin dispositivo móvil de comunicación durante una semana... Mis padres estuvieron a punto de denunciar mi desaparición a la policía (hubiera servido que se presentaran en mi casa), mis amig@s pensaron que entré en una gran depresión y decidí excluirme del mundo, y en el trabajo supusieron que me escaqueaba... Nada más lejos de la realidad, sólo quería observarme como un bicho fuera de su hábitat y mi conclusión es que, de todo, lo que más echo de menos es guasapear y linear... Así que estoy ahorrando para otro Iphone, se admiten sugerencias para combatir el mono...