Luz interruptus
lunes 8.abr.2013 por Julia Varela 3 Comentarios
Soy de biorritmo diurno, me gusta la luz. La del sol, sobre todo, pero también la eléctrica, blanca y amarilla, directa e indirecta. Desde el halógeno que mete frío en la oficina al estilo CSI hasta la bombilla de la campana extractora. También las farolas. Esta farola, por ejemplo:
No despilfarro vatios, quiero puntualizar. De hecho, me he puesto muy contenta con el supuesto ahorro anual, recién anunciado, en la factura.
Mi affaire con el espectro electromagnético es estético. Ocurre que cualquier versión de luz me parece bella. Y desde que conocí a la gente de Luz Interruptus, entendí que también puede ser reivindicativa.
Luz Interruptus no quieren decir sus nombres. Son los que hicieron llegar el otoño a las farolas de Madrid el año pasado (arriba, en la foto). Como discípulos de Batman, recorren las calles de noche y también, a su manera, son justicieros.
Iluminan el asfalto para señalar los aspectos de la ciudad que no les gustan: baches, contaminación lumínica, falta de espacios verdes, obras sin sentido, monumentos que las autoridades plantan sin apenas conocimiento de los ciudadanos.
Por ejemplo, el Museo de Arte Público de la Ciudad de Madrid, que casi ningún público madrileño conoce. Está en el Paseo de la Castellana, desde 1970.
Luz Interruptus salieron con nocturnidad y pegaron, sobre esas esculturas desapercibidas, decenas de pezones de latéx con leds ocultos debajo (en el vídeo anterior).
Los curiosos se lanzaron a tocar las tetillas blanditas y de paso se aproximaron, la mayoría por primera vez, a estas obras olvidadas que firman Miró y Chillida, entre otros grandes.
Su última acción es una protesta contra la candidatura Madrid 2020. Luz Interruptus piensan que la posible celebración de los Juegos no beneficiará a la capital. Solo traerá más gastos en una época de recortes en todo.
Durante los días de visita del COI, los interruptus se marcharon con las luces al parque:
Aros de luz dibujados con más de 500 sucedáneos de cócteles Molotov: botellas que rellenaron de leds y agua coloreada. Los cinco anillos olímpicos de 2 metros de diámetro cada uno que desaparecieron del parque en muy poco tiempo.
Son intervenciones efímeras, porque los servicios de limpieza las quitan de en medio o los propios transeúntes se llevan su recuerdo a casa. Pero sus creaciones no manchan como una pintada común. No estropean.
Porque la luz no ensucia, a no ser que sea excesiva. Eso ya es polución, igual que la acústica. Demasiado ruido luminoso ahí fuera, piensa este colectivo. Las cruces intermitentes de las farmacias se cuelan en las habitaciones como destellos estroboscópicos para no dormir.
Ellos optaron por otro reclamo verde menos invasivo y lo diseminaron por la capi. Les llaman hierbas de botica. Se imaginan un futuro distópico en el que ese césped tecnológico crece sobre el cemento al calor de los potentes fluorescentes de las farmacias.
Campos de neón y de mentira. Kryptonita en las aceras y también seres diminutos que se esconden tras las rejillas. Esto último empezó como un homenaje a las fantasías de la infancia.
Trataron de insuflar vida en elementos urbanos marginales (muros, papeleras, contenedores, señales ajadas, alcantarillas, bolsas de basura). Allí colocaron rejas de ventilación que insinuaban movimiento, presencia, porque desprendían luz.
Imagino que detrás de esas placas hay seres diminutos que se agitan, tipo los Curris de Fraggle Rock.
Ahí vive alguien es el título que estos artistas eligieron para su intervención. Toda una metáfora de esos otros invisibles que duermen en cajeros, bancos del parque y portales.
La rutina parece que instala una rejilla mental delante de los ojos de cada peón, digo peatón. No sé si nos hemos acostumbrado a verlos, pero la crisis dice que cada vez son más los que parpadean entre cartones.
En ese rincón vive alguien, insisten los interruptus. Y lo escriben bien grande y brillante, por toda la ciudad, con sus graffitis de luz.
@VarelaJulia
Si quieres escuchar la entrevista de Siglo21 con Luz Interruptus, pincha aquí y ve al minuto 38 del programa del 25/10/11
Paruz dijo
Una forma de decir las cosas muy bonita y sobre todo muy limpia.
Paruz dijo
Me encantó lo que hicieron en las rejillas.Esa luz misteriosa detrás, te hace pensar que alguién puede estar muy solo.Creo que voy a conseguir esa foto para mi habitación.Es preciosa.
Esther dijo
Me gusta mucho el trabajo de este colectivo.