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De bigotes y mechones

    lunes 3.jun.2013    por Julia Varela    3 Comentarios

Nuestra relación con el pelo es menos superficial de lo que los anuncios de Herbal Essences transmiten. Lo quitamos o lo ponemos, lo rehuimos o lo buscamos, depende de la zona del cuerpo y del momento social. Pero cualquiera de estos movimientos significa algo.

Como el de peinarse la melena cada vez con más furia. Excepto una peluquera a la que hice vudú en mi infancia, creo que nadie puede repasar la cabellera con más mala leche que Marina Abramovic.

La abuela de la performance explicaba que su intención era liberarse de la agresividad del entorno:

                             

No soy coolhunter pero siento que, de unos años hasta hoy, la pelambre se está manifestando con insospechada frondosidad y en diferentes formatos. O quizás nunca haya dejado de estar ahí, a pesar de nuestros progresivos intentos para anularla con la Gillette Venus más ergonómica o el súper láser Alejandrita. 

He consultado al "mayor almacén de pelo humano del mundo" -es su eslogan- , la empresa española Justino Delgado. "Cabello europeo 10o% garantizado", otro de los reclamos. Vamos, que no te venderán unas extensiones de rizo guineano. 

Me dice la jefa que el pelo es como la ropa. Que se puede guardar durante mucho tiempo en el armario. Y que muchos ciudadanos, con la crisis, están desempolvando trenzas y mechones. O deciden cortarse sus hermosas crines para llenar los bolsillos de moneda. A partir de 2008, en  Justino Delgado decidieron volver a comprar a particulares por el incremento de esta oferta, , después de tres décadas sin hacerlo. 

Los 100 gramos de cabello pueden valer hasta unos 80 euros, todo depende de la calidad y de variables como que no esté teñido ni muy capeado. Y no puede superar los 10 años de edad, porque se consideraría viejo.

Extensiones_de_cabelloLa necesidad hace que algunos lo cultiven con mimo para canjearlo. Otros simplemente lo dejan avanzar por moda.

Mi amigo Ulises se ha hecho hipster y nunca hubiéramos imaginado que de sus mofletes emanase barba pelirroja, como ha ocurrido.

Pero hace unos años tampoco habríamos sospechado que la modernidad urbana y el pelo en la cara estilo amish llegasen a acoplarse tan bien por las calles de Malasaña. 

No obstante, la reúltima mutación en las cabezas de medio orbe no viene de la capital, sino de las playas de Santa Mónica.

Se trata de las tan buscadas mechas californianas, una imitación, unas veces más burda que otras, de la melena de la novia del surfero. La chica bronceada con las puntas del pelo quemadas por el sol y la sal, un efecto que ahora consiguen los peluqueros decolorando a demanda de la interesada. 

También es tendencia el por un tiempo denostado bigote que hoy encontramos hasta de felpudo. No hablo de esa tira de velcro que ha agitado la curiosidad y la mofa en redes sociales. Me refiero a otro que se contonea divertido en camisetas, bolsos, bisutería y papelería. El moustache, ese bigote lujurioso

Felpudo bigote Achica

Ya es un estampado de márketing, pero el origen no está tan impregnado de pecado comercial. Tiene que ver con  Movember, una campaña de concienciación y recaudación de fondos para la investigación en torno al cáncer de próstata. 


Famosas como Kate Moss se unieron a la causa plantándose, en fotos, bigotes ficticios durante en este último año. Pero, ojo, mis apreciadas CocoRosie -otros se remontarán a Frida Kalho- fueron primero. Lo que sobran en Grey Oceans, su disco de 2010, son esotéricos mostachos

                         

Bigotes postizos, pintados y melenas asalvajadas. De vuelta a estas últimas: el museo etnológico de París, el Musée du Quai Branly, mantiene abierta hasta julio su exposición Cheveus Chéris. Es un recorrido por las distintas dimensiones históricas del cabello, desde su condición de trofeo para los jíbaros hasta su empleo como material casi escultórico.

Porque el pelo funciona en el arte. Y pienso en las coletas tensas y anudadas durante horas de Abramovic y Ulay en la mítica Relation in timeo en algunas instantáneas de Robert Mapplethorpe, como la que acabo de ver en la galería Elvira González: la del pubis-bigote-escorpión , un triángulo que destaca entre los modelos de perfección lampiña que Mapplethorpe solía fotografiar.

Podemos hablar de variedad de obras con vello de por medio, pero me quedo con esto que es más actual y me divierte: los garabatos de Pablo Gallo, que a veces dibuja con los restos de su afeitado:

                    

La última metamorfosis que Gallo propone en su vídeo conduce al propio rostro de Kafka. Al margen de sus papel evolutivo, el pelo sirve para eso: metamorfosearnos, transformarnos, para cambiarnos y esculpirnos de un modo efímero. 

El pelo crece, oiga. Hoy renace su venta por la crisis, aflora en las modas (ya sea en su faceta cool bigotuda, barbuda bohemia o de mechas playeras) y también se hace hueco en los museos. A pesar de nuestro hincapié por erradicarlo de la epidermis civilizada, el pelo parece que se mantiene ahí, visible e hirsuto

@VarelaJulia

Julia Varela    3.jun.2013 08:56    

3 Comentarios

El bigote de moda me pone casi tan nervioso como los carteles de "Keep Calm and (whatever)".
Me gusta mi pelo por una razón simple al ser varón: no se me cae.
Pero odio mi cuero cabelludo. Y más hoy, cuando no consigo hablar con la dermatóloga que me recetó unas maravillosas pastillas contra la foliculitis para que me recuerde el nombre del medicamento para saber cuánto tiempo tengo que tomar las pastillitas porque me ha vuelto a picar la cabeza.
Hoy, como no he dormido, me quejo mucho. Si tuviese fuerza hasta buscaría insectos por la calle por el simple hecho de matarlos.

lunes 3 jun 2013, 13:08

Desconocia el origen de las mechas californianas, es curioso, siempre me parecieron un teñido de H2O2, como se teñian de rubio antaño
Me gusta como encuentras contenido de un simple PELO.ME alegro por otra que la alopecia la padezcan principalmente el sexo fuerte

martes 4 jun 2013, 16:50

¡ Ya me he comprado la camiseta del bigote!eso si con un chico ,que me parece mas propio por lo de la campaña. Nosotras procuramos depilarnoslo.jeje...

miércoles 5 jun 2013, 16:31

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Julia Varela

Bio Yo, laggard

Tendencias. Movimientos. Cosas que pasan. En la carrera de ir a la última, me reconozco entre la tribu laggard (rezagado in English). Admiro tanto las joyas impresas en 3D como un buen pincho de tortilla. Lo cool y lo castizo, aquí se habla de eso. De modernidades viejas, de antigüedades nuevas. De lo bonito. Poliédrica, multitasking. Gallega de lacón con grelos y madrileña inevitable de Malasaña. Periodista casi siempre
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