Pardiez. A esta bella damisela se le ha caído la cabeza. De cuajo. Sus manos se han quedado congeladas en ese instante de docilidad, mientras la jeta se desangra una vez desmembrada del cuerpo níveo. Pero ella no pierde la compostura ni la gracia en gesto y rostro.
Las figuras de porcelana de Jessica Harrison son así de gores. Es una escultora británica de 31 años que nació en St Bees y estudió arte en Edimburgo. Sus obras exploran el exterior y el interior del cuerpo. Hablan de la vulnerabilidad de la carne. Amén.
Jessica ha creado muebles de piel humana sintética (no desvela la receta del material) en los que inserta pelos auténticos....
Ahí va mi piropo a esas palabras comodín que se ponen de moda.
Muchos les tienen tirria y dicen que su empleo reiterado denota escasa riqueza de lenguaje. Pero eso es un pelín categórico. Es como decir que la obsesión por calzarte los pantalones pitillo, durante una temporada, significa que no sabes vestir de otra manera.
Tenemos, en primerísimo lugar, el fenómeno de la brutalización cultureta. Se dice a menudo en determinados círculos modernos: un concierto brutal. Una peli brutal. Una camiseta brutal. Un arroz brutal con alioli.
Brutal es calidade, sinónimo de algo bien hecho, contundente y sobre todo, auténtico. De ahí, de esa orig...
Es el tipo que encapsuló a Damien Hirst en una urna de formol, similar a la que el propio Hirst emplea para inmortalizar tiburones y vacas. También es el artista que retrató a George W. Bush sustituyendo las pinceladas por recortes de revistas pornográficas:
Esta cara de infinita expresión miope aupó a Jonathan Yeo en el año 2007. A medida que el espectador se acerca, lo que parece pintura se convierte en muslos, espaldas, nalgas y demás trozos de Playboy. Los poros de Bush junior corresponden, en realidad, a participantes sudorosos en bukakes y kamasutras.
Yeo no lo hizo por ideas. No pretendía -me cuenta- lanzar un manifiesto crítico ha...
El cuerpo siempre será tendencia. Escuálido, rebosante, fibroso o adiposo.
Con independencia del canon de belleza imperante y de la pasarela, la figura humana en sí nunca dejará de estar de moda. Ponga lo que se ponga.
Porque sin percha de huesos y tendones no hay modelo que lucir. No tiene sentido vestirse. El body mola, en general: hace la vida posible.
Pienso ahora en las gasas que algunos cirujanos olvidan en tórax y estómagos ajenos. Mi prima, la médico, me contó que no es extraño confundirlas con órganos.
En el fragor de la acción quirúrgica, todo está empapado de rojo y hecho un revoltijo -como didácticamente me explica- y ...
