Despropósitos
lunes 13.ene.2014 por Julia Varela 4 Comentarios
Juro que este nuevo año flamante conseguiré mis despropósitos. Lo juro con la mano hipster sobre una edición de bolsillo de On the Road de Kerouac. Lo juro con la misma convicción que determina mi imagen de intención desaliñada.
1. Porque este 2014 no solo no dejaré de fumar. Estoy abierta a otras posibilidades en el ámbito de la nicotina. Supongo que bajo el influjo de la proliferación de tiendas de cigarrillos electrónicos, alternaré el vapeo –quizás en pipa- con el pitillo común y, sobre todo, con el de liar que tanto me ayuda a interactuar en las puertas de los bares.
2. Lo del gimnasio está hecho. Prometo que no gastaré ni una caloría en ese templo del bienestar físico. No moveré caderas a ritmo de Zumba o Body Pump. Ningún músculo hará amago de apuntarse a la clase de moda, el tal crossfit. Que nooo, narices, que no quemo ni un miligramo de chocolate en ese entrenamiento para marines.
Tampoco me veréis por yoga. Ni bikram ni hatha ni kundalini. Nada de aplacar neurosis urbanas con mantras y posturas raras en calcetines. Mis chakras están bien, gracias.
3. Por Tutatis que no gastaré ni un duro en terapias humanistas, conductistas, Gestalt, psicoanálisis o trabajos análogos de crecimiento personal. Vivan los pensamientos negativos y el sendero de perdición por el que me conducen. Prometo materialismo y acumular riqueza en un sinsentido opíparo. Sin temor a reencarnarme en un bichejo avaro y pestilente.
4. La cruzada anti alimentos orgánicos es otra de mis iniciativas de cara a este año que comienza. Se acabó el pan de centeno con semillas procedentes de granjas de campesinos pobres pero felices. Muerte al kéfir y al tofu. Juro, por ese nabo insípido de agricultura ecológica, que no volveré a hacerle ascos al triángulo de crema pastelera, la Pantera Rosa y el Big Mac.
Insisto: Pasaré de buscar el sello de soja no modificada genéticamente, pasaré del no-lactosa y de las posibles trazas de trigo y cacahuetes. Donde esté el litro de Mahou, que se quiten las mil variedades de cerveza artesanal que se toman en locales minimalistas. En general, larga vida a los macarrones con chorizo.
5. Por cierto, mi nivel de inglés es fluido. Desde BUP hasta hoy, creo que podría decir que el caudal se mantiene constante. Ni high ni low. En lo mediocre siempre. Absténgase academias de acercarse a mi buzón virtual o analógico porque no hay ápice de interés en hacer más listening y sacarme el Advanced. Ya empleo mis eurillos en películas en versión original y mi esfuerzo y concentración en explicarle a los guiris donde está la boca de metro más próxima.
6. Y nada de renovar vestuario en el mercado de segunda mano. Con el poder que me otorga mi experiencia en estas compras, decreto que la ropa vintage es ya demasiado anacrónica y popular. Me niego a rescatar de los ácaros más prendas octogenarias inimitables. Aunque el tejido sea de esos que, según las madres, ya no se encuentran en ningún lado. A partir de ahora, me lanzo sin flotador a los grandes almacenes. Inditex y compañía, preparaos. Es más: que tenga cuidado el Hiper Asia porque desde el momento que me compre allí unas bragas, esto será imparable.
Ahí dejo mis contra-retos. Propósitos antónimos para reírnos de los clichés que formulamos cada mes de enero. Las pretensiones de año nuevo que se extinguen a las dos semanas. Allá voy, 2014!
@VarelaJulia
barrela dijo
Jajajajjaa... ¡Qué dices! Imposible, de entrada no deberías rechazar cualquier intento de enmienda que te sugieran las publicidades anuales. Es como lo de las 12 uvas cada año,¿a qué las comes? Estos "retros vintage" son algo muy arraigado en nuestra
"cultura" y que todos deseamos al menos oír para saber que podemos empezar algo y tendremos la voluntad de no terminarlo. ¿O es que tú empiezas todo lo que terminas? -dije bien ,eh!.
No obstante, viendo tú foto, se me ocurre invitarte a un buen bistec con patatas... Piénsatelo, será el comienzo de un buen propósito.
paruz dijo
Eso no te lo crees ni tu!!!!!
Ojala pasásemos de tanta tontería y fuesen nuestros propósitos cambiar otras cosas y conseguir ser felices.
carmen dijo
Uno de los mejores "yo laggard" que has hecho.
barrela dijo
Lo tuyo Wilson tiene fácil solución: arreglas banqueta, planchas cortinas, la cuelgas y dejas que el cordoncito de tirar haga su oficio. El problema lo tengo yo, pues ya me dirás adónde puedo ir con "una pata".