Todo el mundo baila swing
lunes 27.abr.2015 por Julia Varela 4 Comentarios
Se escucha, se ve, se siente. El swing vuelve a estar presente. Desde hace tres años, la gente lo baila desenfrenada. En los bares, academias y calles. Sí, aquí, in Spain.
Los más interesados son l@s treintañer@s y cuarenton@s que se reían de las ancestrales verbenas de pueblo, los guateques y el pasodoble de salón.
Los mismos que gastaron pista en raves y festivales de electrónica, como si no existiese un mañana. Resulta que, al final, el futuro acabó llegando. Y tiene bastante que ver con el pasado. O sea: con modernos que mueven los pies al ritmo de una música creada hace casi 100 años.
El baile del swing se llama lindy hop. Me lo ha contado David de la asociación madrileña Mad for Swing. La teoría y la Wikipedia dicen que lindy deriva del apellido de Charles Lindbergh, el primer piloto que cruzó del tirón el Atlántico. Un salto oceánico que habría servido para bautizar los saltos (hops) de los lindy hoppers.
No está muy claro cuál es el foco de este revival, quizás encaje dentro de la tendencia vintage que todo lo embriaga. En la actualidad, las referencias del lindy hop de manual son Skye Humphries y Frida Segerdahi, un estadounidense y una sueca:
Por cierto, se baila en pareja. Unos son líderes y otros son followers. Esto no lo inventó Twitter. La iniciativa suele llevarla el hombre y la seguidora es ella. “Aunque en Mad for Swing pasamos de esta convención un tanto machista y proponemos el cambio de roles”, comenta David.
En una línea más acróbatica, con todos ustedes...Max Pitruzzella!! Un mega crack, para muchos el mejor bailarín de swing del mundo. Acompañado, en esta ocasión, de la fabulosa Pamela Gaizutyte y sus piernas contorsionistas:
"No es demasiado complejo romper el hielo", señala David, porque a diferencia de los ritmos latinos, en el swing, "la cadera y el torso no se disocian", sino que actúan al unísono. Otro tema es la velocidad milimétrica de las piernas al compás de la música.
Una vez que dominas la técnica, surge la curiosidad por sus variantes: puedes preferir marcarte unos jazz steps, a modo individual; optar por el balboa, un swing muy rápido que no necesita demasiado espacio o directamente por el blues, más lento, pegado y sensual.
"El baile del blues ha entrado con mucha fuerza en España. En la capital, en la actualidad, se organiza una fiesta por semana! Ya verás dentro de tres años!", pronostica halagüeño el portavoz de Mad for Swing.
En los pies, zapato con suela de goma. El resto, depende del nivel fashionista y de sudoración de cada uno: “La mayoría bailamos con ropa casual”.
Los hay, como David, que solo visten chaleco y se remangan los pantalones en ocasiones especiales. Y están los lindy hoppers que recrean con detalle el estilismo de los años 30. El sombrero masculino pork pie es habitual y las zapatillas Victoria aportan, de paso, el toque indie.
Las cifras de lindy hoppers crecen cada mes: “En Madrid, hay unos 2.500 y en Barcelona puede que unos 5.000”. Los festivales patrios se multiplican, desde el más longevo, el BarSwinGona que acaba de celebrarse, hasta nuevas citas como el Madrid Lindy Exchange, el Sevilla Swing Festival o el GastroSwing de Vitoria.
Es un baile integrador, callejero, espontáneo y optimista. Nació en período de Entreguerras para brincar. Pero David no cree que "esté de moda hoy por la la necesidad de evadirse frente al panorama de crisis, como he oído decir. Ah! Tampoco aprendemos a bailar para ligar!!”, aclara entre risas.
Su historia con el lindy es la de un profesional del Turismo que, con 33 años, dedica a esta afición unas tres o cuatro tardes por semana.
Lo que le engancha es el carácter unionista: “De repente, te estás divirtiendo y riendo con una persona a la que quizás ni saludarías si te la cruzas por la calle”. Vaya, esto tampoco esto fue idea de Facebook...
Tal vez, en en estos tiempos, el swing pone en evidencia a las redes sociales. Porque sudar al lado del otro sirve de verdad para acortar distancias.
@VarelaJulia
(Las fotografías pertenecen al archivo de la revista Life que, en la década de los 40, llegó a considerar el swing como baile nacional de Estados Unidos/ La imagen de portada es obra de Joan Torrens).
paruz dijo
¡como me gustaría bailar así!puedo estar mirando estos vídeos horas y horas.
Asociación Swingverguenza dijo
Precisamente en la edición del Gastroswing2015 estarán en Junio aquí en Vitoria dándonos clases Skye Humphries &Frida Segerdahi y Max Pitruzzella&Pamela Gaizutyte.
Viva el Swing!
Marta Lafarga dijo
¡Magnífico artículo! ¡En Zaragoza también hay una buena familia de Lindy Hoppers! Y crece sin parar de la mano de Zaraswing Academia, Lindy Hop en Zaragoza.
Nuestro festival es el Zaraswing Festival y este año lo celebramos el puente del 1 de noviembre,y es ya nuestra cuarta edición ¡Os invitamos a todos a venir!
Clásico dijo
Hace años, muchos años, existía en los bailes el "permite". Bailaba con una chica que me gustaba bastante y como me negara a separarme para dejar que otro bailara con ella me cayó tal ondanada de ........ que fui de una esquina a otra de la verbena sin opción a volver con ella. ¿Esto no es swing, verdad? Yo sentí que bailaba con furor inducido.