Qué tal tu día?
La vida se va apantallando. Las operaciones más prácticas pasan por consultar teléfono, monitor o plasma. Para qué me hace falta un espejo de mano si tengo la cámara selfi. Además, he jubilado el despertador. Ahora activo cada noche la alarma de mi tablet.
Las rutinas se concentran en pocos dispositivos. Así, el día a día ocupa menos espacio y no coge tanto polvo. Ni grasa. Ni amarillea. Como los almanaques que colgaban en las cocinas.
Ya no frecuentan las paredes y me pregunto si todavía habrá una cabina de camión forrada con los meses del Pirelli. Apenas hay rastro de los calendarios de bolsillo con la última foto carné ampliada o una ...