Verduras frescas, oiga!
¡Del supermercado! Es lo que respondió mi sobrina de tres años cuando alguien le preguntó de dónde vendría su hermanita aún no nacida. Vendrá del súper, como las patatas. Del mismo modo que la leche sale del tetra brik y las hojas de lechugas nacen, ya lavadas, de bolsas de plástico. Para muchos niños de ciudad, todo procede del súper. Ni del campo ni de las vacas.
La pregunta del adulto es compleja, pero la réplica ingenua evidencia un olvido urbano generalizado: no recordamos que los buenos alimentos son naturaleza. Y que a veces es fea. Aunque en la mayoría de ocasiones resulta muy fotogénica. Como estos chili peppers de Galicia:
Cad...