viernes 17.oct.2014 por lamitad-invisible 3 Comentarios
GONZALO BELLO
Mi familia es ferviente seguidora de Faemino y Cansado. Le pedí a mi primo Jordi Bello, el más fan de todos, (habla como Cansado la mayor parte del tiempo…) que me explicara cómo llegaron a su corazón para ponerlo en el blog del programa.
“Pasaba por ahí, delante del televisor, como quien no quiere la cosa. Se me quedó grabado en la retina. Los ojos como platos (de sopa, fría). Programa:“Cajón Desastre”. Exterior, noche, la azotea de un hotel. Faemino vestido con traje plateado y capa, caracterizado del super-villano Imperator. Cansado con chandal dominguero, sentado y leyendo.
-¡Terrícolas!¡Vengo a conquistar la tierra!
-¿¡¿Y le parece que estas son horas !?!
¿Programa pa’ los niños? Es que si ves eso de pequeño, por narices te tiene que marcar. Y me enganché. Cada semana. El alto y el bigotes. Como agua de mayo. Eran los 80.
Después vino lo que vino. El chiste del exportador de metacrilato, el del águila y las uñas, el homenaje a sus tíos-abuelos Arroyito y Pozuelón, el especial de Navidad de la viuda de Gómez-Honrubia, Caín (el bíblico) convertido en agente de seguros vendiendo una póliza contra inundaciones a Noé.
-(Noé) ¿Inundaciones? ¿En medio del desierto? No sé yo…
-(Caín) ¡Pues parece que empieza a chispear!
Y de ahí a la eternidad.
Cuando en la 2 echaban esos ciclos de cine los domingos noche, me iba “al otro cuarto”. Mi padre se resignaba a ver el “Vip Noche” con mi madre. Quin remei! como decimos por aquí. Siempre le quedaba el consuelo de ver a las Cacaomaravillao. Yo le pedía: “cuando salgan ellos, me avisas”.
-¡¡Hijo!! ¡¡Que ya salen esos “desgraciaos” que te gustan!!!
-Lo siento Kusturica. ¡Ahí te quedas, bacalao!
¡Vennnnga-que-te-corre al salón! Fiuuuu! Era la única vez en toda la semana que se nos podía ver a los dos sentados en el sofá, delante del la TV, viendo el mismo programa. Compartiendo. Y riendo. Reíamos juntos.
Y reescribieron la biblia del humor: “El Orgullo del Tercer Mundo”. Programa de sketchs grabado en directo alla italiana, en verano, en la 2 y a las 12 de la noche. Quien lo iba a decir… Yo me iba al pueblo, como buen hijo de emigrante que se preciara. Allí lo único que vería serían corderos, unas joticas, los “malacatones” y poca cosa más. Fue la primera vez que programé el video VHS (el V-2000 era mucho mejó, ¡donde vas a ir a parar!). De nada sirvió. Inocente de mí. Pensado que lo darían cada semana, todos los días a la misma hora. Lo postergaban cada vez más a horas ignominiosas. ¡Pero quien iba a ver un programa a la 1.30h de la noche! Pues al final tuvo tanto éxito, que lo repusieron. Fíjate tú lo que son las cosas.
Cuando estudiaba en los extranjeros me pedí que me trajeran de casa una ristra de fuets y mis videos de Faemino y Cansado. Ya me veías tú a mí en la biblioteca pasando los videos de PAL a NSTC para poder verlos. Y cuando tenía morriña escuchaba “El Cant dels Ocells” y “El meu avi”, me echaba un llanto y luego veía los videos. Para compensar. A Iñigo le encantaba el sketch del ataque desde Albacete de un contingente de tropas navieras a Mallorca. Y se lo ponía una y otra vez. Y ¡como se reía el muy jodío!
Esta gente hace humor surrealista. Eso dicen. Y es lo que tiene el surrealisno (aunque se debería decir subrealismo), que trata de contextualizar lo incontextuabilizable. Aunar las peras con los higos, lo mundano con lo divino, un traje de Emilio Tucci con una riñonera, Melendi con Puccini, vino de Rueda con gaseosa, los políticos con el pueblo llano, la comedia con el gran drama, que es la vida misma. Aunque luego es cuestión de acostumbrarse. Y acaba todo mezclándose y siendo la misma cosa. No sé. Qué sé yo. ¿Qué quieres que te diga? ¡A mí me gustan!
Y el que aquí subscribe, en unas horitas se irá con su nueva amante (Mamá, ésta va en serio. Ésta es la buena. Si no me deja antes…) a ver el nuevo espectáculo que ofrecen en la Ciudad Condal, ¡Como en casa ni hablar!
- ¿Otra vez vas a verlos? – me recriminaba un amigo - ¡Pero es que siempre hacen lo mismo!
- ¿Seguirías comiendo jamón serrano si dejara de saber a jamón serrano?
Pues eso.
Y ahora todos juntos, al unísono, como un coro orfeón: ¡Qué va, qué va, qué va!, …”
Mi familia es ferviente seguidora de Faemino y Cansado. Le pedí a mi primo Jordi Bello, el más fan de todos, (habla como Cansado la mayor parte del tiempo…) que me explicara cómo llegaron a su corazón para ponerlo en el blog del programa.
“Pasaba por ahí, delante del televisor, como quien no quiere la cosa. Se me quedó grabado en la retina. Los ojos como platos (de sopa, fría). Programa:“Cajón Desastre”. Exterior, noche, la azotea de un hotel. Faemino vestido con traje plateado y capa, caracterizado del super-villano Imperator. Cansado con chandal dominguero, sentado y leyendo.
-¡Terrícolas!¡Vengo a conquistar la tierra!
-¿¡¿Y le parece que estas son horas !?!
¿Programa pa’ los niños? Es que si ves eso de pequeño, por narices te tiene que marcar. Y me enganché. Cada semana. El alto y el bigotes. Como agua de mayo. Eran los 80.
Después vino lo que vino. El chiste del exportador de metacrilato, el del águila y las uñas, el homenaje a sus tíos-abuelos Arroyito y Pozuelón, el especial de Navidad de la viuda de Gómez-Honrubia, Caín (el bíblico) convertido en agente de seguros vendiendo una póliza contra inundaciones a Noé.
-(Noé) ¿Inundaciones? ¿En medio del desierto? No sé yo…
-(Caín) ¡Pues parece que empieza a chispear!
Y de ahí a la eternidad.
Cuando en la 2 echaban esos ciclos de cine los domingos noche, me iba “al otro cuarto”. Mi padre se resignaba a ver el “Vip Noche” con mi madre. Quin remei! como decimos por aquí. Siempre le quedaba el consuelo de ver a las Cacaomaravillao. Yo le pedía: “cuando salgan ellos, me avisas”.
-¡¡Hijo!! ¡¡Que ya salen esos “desgraciaos” que te gustan!!!
-Lo siento Kusturica. ¡Ahí te quedas, bacalao!
¡Vennnnga-que-te-corre al salón! Fiuuuu! Era la única vez en toda la semana que se nos podía ver a los dos sentados en el sofá, delante del la TV, viendo el mismo programa. Compartiendo. Y riendo. Reíamos juntos.
Y reescribieron la biblia del humor: “El Orgullo del Tercer Mundo”. Programa de sketchs grabado en directo alla italiana, en verano, en la 2 y a las 12 de la noche. Quien lo iba a decir… Yo me iba al pueblo, como buen hijo de emigrante que se preciara. Allí lo único que vería serían corderos, unas joticas, los “malacatones” y poca cosa más. Fue la primera vez que programé el video VHS (el V-2000 era mucho mejó, ¡donde vas a ir a parar!). De nada sirvió. Inocente de mí. Pensado que lo darían cada semana, todos los días a la misma hora. Lo postergaban cada vez más a horas ignominiosas. ¡Pero quien iba a ver un programa a la 1.30h de la noche! Pues al final tuvo tanto éxito, que lo repusieron. Fíjate tú lo que son las cosas.
Cuando estudiaba en los extranjeros me pedí que me trajeran de casa una ristra de fuets y mis videos de Faemino y Cansado. Ya me veías tú a mí en la biblioteca pasando los videos de PAL a NSTC para poder verlos. Y cuando tenía morriña escuchaba “El Cant dels Ocells” y “El meu avi”, me echaba un llanto y luego veía los videos. Para compensar. A Iñigo le encantaba el sketch del ataque desde Albacete de un contingente de tropas navieras a Mallorca. Y se lo ponía una y otra vez. Y ¡como se reía el muy jodío!
Esta gente hace humor surrealista. Eso dicen. Y es lo que tiene el surrealisno (aunque se debería decir subrealismo), que trata de contextualizar lo incontextuabilizable. Aunar las peras con los higos, lo mundano con lo divino, un traje de Emilio Tucci con una riñonera, Melendi con Puccini, vino de Rueda con gaseosa, los políticos con el pueblo llano, la comedia con el gran drama, que es la vida misma. Aunque luego es cuestión de acostumbrarse. Y acaba todo mezclándose y siendo la misma cosa. No sé. Qué sé yo. ¿Qué quieres que te diga? ¡A mí me gustan!
Y el que aquí subscribe, en unas horitas se irá con su nueva amante (Mamá, ésta va en serio. Ésta es la buena. Si no me deja antes…) a ver el nuevo espectáculo que ofrecen en la Ciudad Condal, ¡Como en casa ni hablar!
- ¿Otra vez vas a verlos? – me recriminaba un amigo - ¡Pero es que siempre hacen lo mismo!
- ¿Seguirías comiendo jamón serrano si dejara de saber a jamón serrano?
Pues eso.
Y ahora todos juntos, al unísono, como un coro orfeón: ¡Qué va, qué va, qué va!, …”
Andry dijo
Hola. En las entradas de http://www.rtve.es/television/la-mitad-invisible/ no se pueden hacer comentarios pues fallan los captchas (al menos poniendo un nombre y dirección de email). Saludos
Fernando dijo
Hace al menos cerca de un mes que no se puede comentar en los artículos sobre las emisiones del programa "La mitad invisible", poque fallan los captchas
Enriquetos dijo
Ya han arreglado lo de los captchas. Gracias