¡Qué gusto una buena charla!

En realidad, no dan puntos por entrevistar a ministros, pero parece que la actualidad del día a día te lleva a pedir entrevistas al titular de tal o tal cartera o intentar tener al máximo responsable de tal o tal asunto para poder preguntarle sobre tal o tal cosa.

Sin embargo, llega una buena mañana y un hombre que no tiene prisa, pero que tiene muchas cosas que contar, viene a hablar de su libro. En la práctica, su libro es la menor de las excusas porque te regala unos minutos de radio y de buena conversación. Tanto es así que el tiempo se detiene. Ha ocurrido este miércoles con Antonio Garrigues Walker.

Lo de menos es lo que preguntas. Lo de más es lo que él responde. Puedes tirarle un melón dialéctico y te devuelve un balón reposado y madurado en forma de reflexión que da gusto escuchar. Nos ha dicho que, a su juicio, lo que le falta a esta España de prisas y crisis es recuperar la cultura del diálogo... y me ha convencido.

Quiero recuperar la charla y la entrevista dialogada sin la obsesión de un titular, huir de la repregunta antes de la pregunta y dejar atrás esas entrevistas en las que el que pregunta queda mejor que el que responde, donde no se mira a los ojos ni se atiende al invitado. Ya se sabe: tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos. Además, si el invitado es Garrigues Walker deberíamos callarnos un buen rato antes de intentar romper el silencio...

Comments

[Carmen dijo]

Estoy de acuerdo en todo menos en una cosa, la buena entrevista no la hace solo que el entrevistado sea de la altura del Sr. Garrigues Walker sino también la del entrevistador, que es, en definitiva, quien guía y ofrece el tono adecudado a la conversación. Para mí una buena entrevista es aquella en la que disfruto por igual tanto de escuchar al entrevistado como al entrevistador, y en todas las que escucho suyas me ocurre.
Enhorabuena, espero que esté mucho tiempo en este programa.