11 posts de junio 2010

Otro orgullo más

Un 28 de junio de 1969 un grupo de personas le plantaron cara a un sistema represor que les trataba como ciudadanos de segunda, como víctimas perennes de la burla, el escarnio y la prepotencia de los demás. Hasta ahí, todo bien. Pero cuando explicamos que aquello sucedió en el bar Stonewall de Nueva York y que las personas que se rebelaron contra la redada policial eran homosexuales y transexuales, la audiencia pone gesto de “ya estamos otra vez con lo mismo”. A nadie se le ocurriría poner esa cara cuando se habla de lo que significó el 'I have a dream' de Martin Luther King para los derechos civiles de los afroamericanos. Quizá por eso hay que seguir celebrando cada 28 de junio como si fuera el primero. Por eso y porque, por extraño que parezca, a medida que aumentan los logros del colectivo LGTB, crece la homofobia. Lo explicó el investigador estadounidense David William Foster en una universidad mexicana y las cifras de Amnistía Internacional lo confirman. Sólo en Brasil se asesinaron 190 homosexuales en 2008. La ONU tiene aprobada una declaración contra la homofobia pero no emite informes específicos porque algunos países miembros, como Egipto, lo verían como una imposición de los países occidentales. Eufemismo donde los haya. Y no hace falta mirar a los países musulmanes. En nuestra sacro santa Unión Europea, la homofobia planea sobre sus estados sin que a nadie parezca importarle mucho. Las ONG’s alertan de un aumento considerable en Gran Bretaña y las cifras de Italia son escalofriantes. No hay semana en la que algún homosexual o transexual no sea agredido gravemente en alguna ciudad italiana. Mientras, su parlamento se niega a condenar la homofobia por ley y la Unión Europea hace la vista gorda. En España tiene que aparecer una clínica que dice que cura la homosexualidad para que nos demos cuenta que la realidad no es tan amable, que en el fondo, si se rasca un poco, vivimos en un oasis donde toda esa libertad, toda esa aceptación social, es un espejismo.

Para un país, y sus habitantes, celebrar el orgullo gay no es un problema, celebrarlo en traje de chaqueta o en tanga no es un problema, tener pluma o no tener pluma no es un problema; pero ser homófono, sí es un problema. Y cuando hablo de homofobia no sólo me refiero al asesino que sale a la caza del homosexual y acaba de titular sensacionalista de las páginas de sucesos; también señalo al grupo de niñatos que, de botellón, gritan “maricones” a una pareja de chicos que pasa a su lado. Incluso me parece que hay mala intención en la consulta que aparecía la semana pasada en un periódico andaluz, en la que se preguntaba a la gente qué le parecía que el ayuntamiento invirtiera 300.000 euros en financiar los actos del Día del Orgullo Gay. La encuesta, manipuladora y malintencionada, logró que un 82% de la población se posicionase en contra. Claro, con ese enunciado, hasta yo estoy en contra; si hay que ajustarse el cinturón, nos lo ajustamos todos. Así que espero que ese periódico también consulte si hay que financiar el desfile de las Fuerzas Armadas o si en esta época de crisis nos parece bien que cada jugador de la Selección Española cobre 600.000 euros si ganan el mundial.

Les voy a confesar algo, antes de irme de vacaciones. En este programa, no habitualmente, las cosas como son, pero de vez en cuando me encuentro con mensajes en el contestador en el que se me insulta con un lenguaje académico tipo “palomo cojo” o “es que no hay más presentadores en RNE que tienen que poner ustedes a ese maricón…”. Que yo sea un “palomo cojo” no es un problema; que usted coja el teléfono, marque el número del programa y deje ese mensaje en nuestro contestador, con rabia en la voz, eso sí es un problema. Lo que no tengo muy claro, señor, es si su problema tiene solución. Feliz Orgullo Gay a todos y todas.

El final de "Las aventuras de Enrique y Ana"

Queridos amiguitos:


Los que habéis seguido "Las aventuras de Enrique y Ana" en La Transversal, el serial radiofónico más gore desde "Lucecita", recordaréis que todo empezó al poco tiempo de la separación del dúo infantil. A partir de ese momento, miles de aventuras, viajes en el tiempo, posesiones y giros de guión más cercanos a una coreografía de MQB que al manual de Robert McKee poblaron sus apariciones. Pues bien, ha llegado el momento de poner punto y final a esta historia. Son 100 capítulos en los que los personajes han evolucionado incluso más allá de lo que esperaba su propio autor. Ahora, sólo esperamos que, como sucede con las grandes series, esperéis impacientes el final y, acto seguido, os decepcionéis. Una serie que acaba y no decepciona es como tener pareja sin defectos, aunque sean "algo pequeñito...uo uo uo".

Hay un ser que habita al otro lado de La Transversal, Emilio Julián, que estaba investigando para convertir el serial en una viñeta de animación para que forme parte también de nuestro canal Carne de Videoclub. Quién sabe...puede que "Las Aventuras de Enrique y Ana" regresen convertidas en serie de dibujos animados, rollo "South Park". En cualquier caso, nos emociona que no queráis que se acabe porque eso significa que hemos logrado que dos seres tan oscuros se hayan convertido en entrañables para vosotros y eso es lo mejor que le puede pasar a un guionista.

Os queremos

Los seres que habitan La Transversal

Presentación del 21 de junio

Me gusta la pasión. Es emocionante, nos enloquece y nos revoluciona los sentimientos como si estuviésemos centrifugando las 24 horas. La cuestión es, ¿qué nos puede llevar a ese estado de éxtasis? Pues desde un show de los Chippendales o una noche con Scarlett Johansson hasta un gol de la selección española. Incluso creo que el gol podría anular todo lo anterior. La pasión por el fútbol es algo que despierta mi antropólogo dormilón. Asisto a ese frenesí como si siempre fuese la primera vez. Y mira que se repiten comportamientos y cánticos pero oye, es como los estrenos de Almodóvar, que siempre son iguales, siempre van los mismos, pero no puedes evitar interesarte. Yo vivo en una calle peculiar porque se dan cita diferentes bares, que reúnen una clientela de diferente nacionalidad, y todos retransmiten los partidos del Mundial y los anuncian en la puerta, como si fueran la especialidad de la casa, junto a las patatas bravas y a las croquetas de camarones. La especie humana tiende a disfrutar más de un gol si está en el bar que en el domicilio particular, pero vamos, eso, como visitar asiduamente al proctólogo, es cuestión de gustos. Tengo, en la misma calle, un bar que reúne a muchos aficionados británicos, otros que convocan a españoles, otro que se llena de italianos y otro lleno de africanos que ven cualquier partido. El miércoles pasado, la calle fue un ¡uyyyy! constante. A mí esa pasión me encanta. Lo que sucede es que, como toda buena pasión, nos ciega, nos obnubila, nos hace primarios y, en el caso del fútbol, tremendamente patrióticos. El miércoles pasado la única esperanza que tenía este país nuestro de superar toda su racha de malas noticias era el triunfo de la selección. De hecho, creo que los más interesados en que ganasen eran los miembros del Gobierno, que a la misma hora que España jugaba contra Suiza, ellos aprobaban la reforma laboral a decretazo limpio. Sólo los goles de la roja nos harían olvidar los balonazos de los rojos. Disculpen el juego de palabras pero es que me lo han puesto a huevo…Esa pasión convertida en opio para el pueblo acabó siendo aspirina sin efecto placebo. Y encima, en Madrid, el cielo que cubría la ciudad no era de un 16 de junio sino, más bien, de un 19 de marzo. En mi calle, nadie coreó el nombre de España. Y mi calle es muy de celebrarlo todo y muy alto. España nos contradice, nos ilusiona y nos decepciona por igual. Y eso sólo lo puede lograr la pasión. Por mi parte, como el fútbol me importa un pimiento y estoy del Waka Waka de Shakira hasta el mismísimo waka waka, estoy pensando en estimular mi pasión con otros mecanismos. Se aceptan ideas.

La Transversal con La Roja (versión buena)

La Transversal con La Roja

Las canciones de La Transversal

Hola amiguitos:

Tenéis mucha razón. Prometimos que íbamos a colgar en el blog los títulos de las canciones que sonasen en el programa y al final, entre unas cosas y otras, hemos descuidado un poco esa información. Os pedimos disculpas y haremos todo lo que nos pidáis. Bueno, todo todo, no; pero algo sí.

Aquí os dejamos un listado de canciones que han sonado en los últimos programas:

"VOY A PONERME GUAPO" de Nitoniko

"ESPÍRITU SANTO" de Delafé y las flores

"HAGÁMOSLO JUNTOS" de Susana Estrada

...aunque esta otra es tan maravillosa que también podría haber sonado



"THE NEVER-ENDING WHY" de Placebo

"11TH DIMENSION" de Julian Casablancas

"LOUXOR j'ADORE" de Katerine

...y no sé si falta alguna más...

Glee

Hola amiguitos:


Como dijo Paco Tomás en su última presentación (que se puede leer en este blog, un poquito más abajo) si Glee hubiese existido cuando él tenía 13 años, se hubiera ahorrado muchos quebraderos de cabeza. Por si algún ser que habita al otro lado de La Transversal aún no ha oído hablar del nuevo fenómeno adolescente de la televisión, aquí les dejamos un pequeño detalle, para que se vayan haciendo una idea.



Y respecto al gran debate de la semana (Mariano Espetec vs George Pilot) estamos deseando conocer vuestra opinión.

Y recordad...os queremos tanto que os haríamos el amor a todos.

Orgullosos de ser raros

No sé si a ustedes, seres que habitan al otro lado, les pasaba lo mismo pero yo, cuando era pequeño, tenía fama de raro. En la infancia, esa época tan compleja en la que se precocina al futuro adulto, no hay nada que esté peor visto que la diferencia. Ser diferente al resto de los niños es, directamente, motivo de rechazo social. Yo era raro: no me gustaba el fútbol, me encantaba leer aventuras de Los Cinco y tebeos de Tintín, no entendía la obsesión de mis compañeros por jugar violentamente a cualquier cosa, y prefería encerrarme en mi habitación, donde tenía un universo propio a mi imagen y semejanza, que sólo compartía con un reducido grupo de espíritus afines. Omito la parte tenebrosa de la historia que tampoco es plan de amargarles el lunes, tan temprano, pero les aseguro que el camino que tiene que recorrer “un raro” no es nada fácil. Y, de repente, desde esta edad, supuestamente madura, en la que habito, leí, con una sonrisa, que el director general de las Galletas Gullón, el señor Félix Gullón, ofreció un consejo a los licenciados de la Universidad Europea Miguel de Cervantes. Y ese consejo fue: “Sed raros”. No os quiero contar lo contento que me he puse. Primero, porque el consejo viniera de un señor que fabrica galletas, que me parece todo muy Tim Burton; y segundo, porque me encantaría vivir en un mundo de niños raros. Ser raro con siete años es mucho más arriesgado que serlo con 30, se lo aseguro. Te obliga a ser valiente, prudente, a valorar la diferencia y a entender el fracaso como una experiencia de la que aprender. Como los personajes de Glee, la serie musical que si se hubiese emitido cuando yo tenía 13 años, me hubiese ahorrado muchos quebraderos de cabeza. Por eso, desde este programa, muchas veces definido como raro, o frikie, que viene a ser lo mismo, quiero animarles a tener, y a educar, toda una generación de niños raros. Estoy orgulloso de ser raro, me gusta ser raro y lo único que siento es que realmente no soy tan raro como muchos creen.

Se acaban "Las aventuras de Enrique y Ana"

Hola amiguitos:


Le sucedió a "Arriba y Abajo", a "Poldark", a "Los Soprano", a "Perdidos", a "7 vidas" e incluso a "Verano Azul". Las series tienen un principio y un final. En estos tiempos de cambios, algunos previstos y otros presentidos, hemos decidido que "Las aventuras de Enrique y Ana" deben llegar a su fin. Si La Transversal continúa, ya crearemos otro serial. Y si no es así, por lo menos cerramos estas aventuras que nos han acompañado durante tres temporadas.

Pero la clave es...¿cómo acabará "Las aventuras de Enrique y Ana"? Buena pregunta. Ni siquiera su guionista lo sabe. Y sus protagonistas, mucho menos. Lo único que podemos adelantar es que se emitirá el último capítulo el próximo 28 de junio, coincidiendo con el capítulo 100, con un Carne de Videoclub, con el comienzo de nuestras vacaciones y con la programación transversal especial de verano.

Se os quiere mucho






El hombre que siempre daba explicaciones

Hola amiguitos:


¿Qué tal estáis? ¿Habéis superado los primeros calores? Ya sabéis que en La Transversal, cuando llega el calor, nos da por brillar. Somos una mezcla de vampiro ñoño, tipo Crepúsculo, que cuando les da el sol se convierten en miss drag queen Las Palmas, y un poco también miss baronesa Tita. Pero bueno, no vamos a dispersarnos que la unión, hace la fuerza.

El título de la actualización de hoy bien podría ser el de un cuento de Paul Auster pero no es así. Simplemente es que nuestro jefe, el director de este programa, el señor Paco Tomás, es un hombre que no tendría mucho futuro como político porque le encanta dar explicaciones. Cuando se generan preguntas, él contesta; cuando cree que debe explicar algo, él explica,...vamos, que estaría compareciendo en el Congreso un día sí y un día no. La cuestión es que ante la discreta avalancha de post relacionados con la fotografía de sus calcetines (y algo más) y el señor Paco Tomás dice:

1.- ¿Americano? ¿Tintes yanquis? ¿Por las estrellas de los calcetines? Sólo faltaría que los americanos tuvieran el patrimonio de las estrellas en el mundo. No, no, no. Y los calzoncillos son belgas, la serie británica y el muñeco, japonés. Y la funda del edredón, si mal no recuerdo, sueca.

2.- Respecto a los calzoncillos, los tengo de muchos colores (incluso blancos), en formato boxer y slip, no son tan caros como parecen si los compras en un outlet, y la marca es lo de menos. La cuestión es que sepas que te quedan bien. Como decía mi madre cuando era pequeño, siempre hay que tener unos calcetines y una muda bonita para cuando vas al médico...

3.- Respecto al "bichito rosa" de peluche, es un Murakami. Lo compré en Bilbao, en el Guggenheim, con motivo de la exposición de este artista japonés. Tengo dos: Kiki -que es el que sale en la foto- y Kaikai. Son dos personajes que representan a los guardianes espirituales de Takashi Murakami. El término 'kaikaikiki' se empleó en un libro de historia de la pintura japonesa para describir la obra de Kano Eitoku, un artista del estilo Kano. Los caracteres que los personajes llevan en sus orejas vienen a representar la dualidad de todo ser. Kaikaikiki vendría a ser "bizarro, aunque refinado" y Kikikaikai, "delicado, aunque atrevido". Evidentemente, Murakami mereció un eslabón de los reportajes de La Transversal e incluso un monográfico.

4.- La serie es británica, como ya he dicho, y se titula "Absolutamente Fabulosas". Es un ejercicio estupendo de incorrección política y de personajes pasadísimos de rosca pero perfectamente definidos. Me encantaría haber llegado a escribir algo así. Si algún ser que habita al otro lado de La Transversal aún no conoce esta serie, que corra hasta la tienda más cercana o hasta el portal P2p más fiable y se haga con algún capítulo. Sólo así nos entenderá un poco mejor...

5.- Están todos ustedes autorizados a emplear el término "madurez acalorada".


Y ya está. Muchas gracias a tod@s


La Transversal


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