La chica

La chica

Ésa soy yo. Es fácil distinguirme dentro de la triada de reporteros que marchamos a Beijing para firmar este blog, para humanizar a nuestros olímpicos, para conocerlos y presentároslos tal cual, detrás de la competición. ¿Beberán cerveza? ¿Verán Muchachada Nui? ¿De qué deportes, además del suyo, serán fans? ¿Cómo será la vida en la Villa Olímpica? ¿Habrá ligoteo? ¿Piques? ¿Quejas porque Michael Phelps -por ejemplo- ronca alto y no deja dormir a los vecinos?

Espero llegar a conocerlos tan bien como a los autores de los dos posts de abajo, Maikel y Álex, a los que aún no he visto y con los que voy a compartir casi tres semanas de trabajo y convivencia en un lugar tan desafiante (por lejano y culturalmente distinto) como Beijing. Cuando le conté a mi abuela lo de mi incipiente aventura en las Olimpiadas, le pareció arriesgado. Pero ya está mucho más tranquila. Toda la familia y yo misma lo estamos, sobre todo porque han prohibido servir carne de perro en los restaurantes (buf, ya puedo dormir) y porque el gobierno chino ha difundido unos consejos de lo más útiles en caso de secuestro (sí, la noche entera del tirón). Aún me queda la duda de si necesito vacunarme de algo, porque he leído que Messi sí lo va hacer por si acaso finalmente va para allá. ¿Alguien lo sabe?