27 posts de agosto 2008

La Villa es un Erasmus

Presencio en vivo mis primeros Juegos Olímpicos y la mejor manera que se me ocurre de describir la experiencia es que son como una beca Erasmus, lo cual humaniza mucho a los deportistas. Para los que no hayáis estado de Erasmus, quedaos con cinco conceptos clave:
1. Cóctel de nacionalidades
2. Ganas de pasarlo bien
3. Búsqueda proactiva de amistad
4. Exaltación de dicha amistad frente a un entorno desconocido (en este caso, China)
5. Inglés y amagos de inglés como idioma vernáculo

Pues resulta que si sales de noche por Pekín, te encuentras de jarana a un montón de deportistas que han acabado su participación, con la acreditación al cuello y hasta la medalla. (¡No sólo comen hamburguesas sino que también salen!). Se suceden los œwhere are you from, el chapurreo de palabras en el idioma del interlocutor, los brindis en el idioma local, el abrazo fraternal cuando das con un paisano Lo que es un Erasmus, vaya. Yo anoche pude charlar con unos nadadores americanos y un saltador que entrena con Michael Powell, pero no vi ni a olímpicos españoles ni a celebridades tipo Nadal y Phelps, claro.

Para el turista recién aterrizado, la noche pekinesa se parece a Benidorm: neones de baratillo y más neones. Y si está en plenos JJ.OO., entonces se parece a un Erasmus en Benidorm. Pero si tienes un amigo que tiene un amigo que vive en Pekín desde hace dos años (y resulta que fue de Erasmus al mismo sitio que tú), pues este chico te recibe como a su hermana y te descubre un nuevo Pekín fascinante. ¿Un ejemplo? Un local de soul de diseño escondido en la séptima planta de un hotel por horas, tipo œLost in Translation.

A los deportistas y a los fans te los encuentras en el Benidrom nocturno pekinés (San Li Tun). Pero el Pekín recóndito, en el que también hay occidentales (mucho joven ejecutivo prometedor), es mucho más guay. Gracias, por cierto, Olmo y Ana. Así, China no es tan difícil.

Destapamos a los FUWA, y su maldición...

En 1968 se utilizó la imagen de un jaguar rojo para representar los Juegos Olímpicos de México. Desde entonces, la utilización de mascotas olímpicas son uno de los principales símbolos de cada uno de estos eventos. Algunas se han desvanecido en nuestra memoria, y otras siguen latentes en nuestros recuerdos, como lo demuestra el foro creado por Maikel; Mascotas Olímpicas.
La noche del 11 de noviembre de 2005, a 1.000 día exactos de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing se presentaron en sociedad los FUWA. Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingying y Nini, son los "Niños de la Buena Fortuna" que llegaron para inundar las calles y estadios. Sus nombres corresponden a una repetición de sílabas de la frase: "BÄ›ijÄ«ng huānyíng nǐ" (Pekín les da la bienvenida), de las que hay hasta un tema musical.
Como si de una peli oriental de terror se tratara, hay una superstición alrededor de estos niños de cara afable. La verdad es que China no sería lo mismo, sin estas supersticiones y costumbres que me apasionan. Pues bien, a muchos chinos no les gustan demasiado las mascotas, porque dicen que se corresponden on cuatro de los cinco desastres que han azotado a China en los útimos tiempos.
Según estas creencias, Huanhuan, basado en el diseño de las llamas de las Cuevas de Mogao, representa a la llama y el lema olímpico; "Más rápido, más alto, más fuerte". El recorrido de la antorcha por todo el mundo sufrió más que un percance a causa de las revueltas en defensa de los derechos humanos. El antílope tibetano Yingying representa las revueltas del Tíbet ocurridas en marzo. El panda Jingjing tiene su hábitat natural en Sichuan, donde en mayo tuvieron lugar los terribles terremotos. El pez Beibei representa la zona del sur del país, y se le relaciona con las fuertes nevadas de enero, que provocaron que la zona donde se concentra la producción pesquera sufriera una de sus mayores crisis del último medio siglo. Por último, la golondrina Nini, de la que es una gran fan mi compañera Paloma, representa a las típicas cometas pekinesas de Weifang, una ciudad de Shandong, donde se produjo el accidente de tren.
Ficción o realidad, como se suele decir en estos casos, en La Villa hemos montado un grupo llamado FUWA Fans, al que os invito a uniros. En este grupo iremos subiendo todas las fotos y vídeos de las simpáticas mascotas, que por estas tierras como habéis podido comprobar causan tanto desprecio como admiración, pero nunca indiferencia...Mira en este vídeo como Destapamos a los FUWA.

Dinastía Ming

El complejo olímpico de tenis es, de las instalaciones que he conocido en Beijing, la que, sin duda, ofrece un mayor número de occidentales entre sus gradas (hecho que asocio a que el deporte de la raqueta exige a los espectadores un mínimo código de conducta y a que los chinos no son grandes todavía en este deporte). Multitud de europeos y americanos campan a sus anchas entre pista y pista durante las jornadas previas.

Es por ello que Álex y yo no nos sorprendemos cuando, mientras revisamos el horario de juego de uno de los partidos de las primeras rondas, escuchamos en un perfecto castellano, con un matiz de acento oriental: "¿Vais a ver jugar a David Ferrer?". Giramos la cabeza en una armonía que para sí quisieran las chicas de la sincronizada y nos encontramos con Nieves.

A Nieves le encanta Barcelona y la tortilla de patata, lleva una bandera rojigualda para animar a los nuestros, viste camisetas con mensaje y vaqueros, como el 90% de las chicas en España. Lo cual no sería ninguna noticia de no ser porque Nieves es china (cosa que salta a la vista) y trabaja para el Comité Olímpico Español como intérprete.

El hecho de que le guste el tenis influyó para que le tocara ayudar al entrenador de David Ferrer a desenvolverse en Beijing. Agradecido, éste le regaló dos entradas para poder ver el dobles de su pupilo y Nicolás Almagro contra Safelin y Johansson (que, a la postre, terminaron siendo plata olímpica en dobles, sólo Federer pudo ganarlos). Me enseña, sonriente, el sobre que contiene las entradas. Los ojos se me van al nombre, y algo no me cuadra: ¿Nieves Jarrón?. Ella contesta sonriente: "Bueno, lo de Jarrón me lo puso Javi, ¿sabes por qué?".

Javi Piles, además de "manitas" y un figura dentro del tenis mundial, es un tipo bastante cachondo. "Bueno, Nieves, los jarrones chinos son los más famosos del mundo", le digo. "¿Qué es un jarrón?", pregunta ella, en el primer error no forzado que comete con el castellano durante la charla. "Nieves, creo que lo mejor será qe se lo preguntes a Javi".

La veo poco después, sentada en la grada junto a Javi Piles, sufriendo, como yo, en el partido de dobles contra los suecos (que, por cierto, tuvo invitados bastante especiales ). Le hago un gesto, ella responde haciendo la forma de una vasija con las manos, y se ríe.

Hasta luego, Nieves, te veré en La Villa .

Cotilleos en La Villa

Fuentes fidedignas que se hospedan en La Villa Olímpica real, no en la La Villa digital, me han contado curisoidades de la vida allí que no tienen precio.
(Pero las imágenes de este post no pertenecen a ella, ojo)

1. Michael Phelps come pizza y hamburguesas. Como lo oyen. O eso es lo que le ven comer otros deportistas olímpicos cuando se lo encuentran en los restaurantes comunes. También dicen que se le ve cansadico, con ojeras, que se acuesta a las 20 ó 21 horas para levantarse a las ¡4 de la madrugada! ¿La explicación? Rinde mejor cuando lleva varias horas despierto.


2. A Nadal llevan muchos días sin verle, por lo que se empieza a pensar que se ha ido a un hotel. Los fans (otros deportistas olímpicos) le asediaban dentro de la propia Villa, pidiéndole fotos y autógrafos sin parar. Y así no hay quien se concentre, claro. El pobre... Parece ser que Federer también se aloja en un hotel.

3. Sí, hay atletas que juegan en otra liga, como los de la NBA, que están en un hotel ¡de 7 estrellas! El Pan Gu Plaza es un elemento imprescindible del paisaje de estos Juegos, sinuoso como una llama olímpica en la cima y con pantallas gigantes incrustradas. (Vaya tunda que nos metieron ayer, por cierto.)


4. No he obtenido una respuesta clara a mi pregunta estrella: "¿Se practica tanto sexo dentro de La Villa como se dice? Hasta en la guía turística Lonely Planet lo destacan". Los deportistas encuestados, de diferentes nacionalidades, han contestado mayoritariamente:
- Nop (no)
- Maybe (quizás)

5. La impresión general de los olímpicos a los que he accedido es que La Villa de Pekín está genial. Tiene varios restaurantes con comida buenísima y hasta un McDonalds. No hace, además, tanto calor como se esperaba. Atenas fue mucho peor.

¿Y nosotros los mortales, los que nunca participaremos en unos JJ.OO.? Bueno, podemos seguir viviendo en La Villa virtualmente, a nuestra manera. Allí por lo menos a Nadal sí que se le ve. Y mucho.

Sangre, sudor y lágrimas

Parafraseando a Winston Churchill, sufrimos en la mañana de ayer lo indecible para conseguir acceder al anillo olímpico. El fin de semana y el inicio de las series de atletismo "grandes" contribuyeron a que las colas de seguridad se hicieran más largas que de costumbre. Aún así, pudimos acceder al circuito de marcha poco después de que los jueces dieran el pistoletazo de salida a Paquillo y compañía.

Estoy con Álex , hijo de uno de los más grandes atletas que ha dado la piel de toro, y decidimos quedarnos junto a la delegación española que está animando, además de al hijo de Guadix, a Juanma Molina y Benjamín Sánchez. Entre las voces que se desgañitan en cada paso de los nuestros sobresale la de María Vasco que, sin duda, cuenta las horas para probar el circuito que los chinos han organizado en el anillo olímpico, hecho de un tartán algo más fino y que permite evitar el impacto sobre las baldosas, algo más duras que el asfalto.

Paquillo no entra en las medallas y la participación española se cierra con un 7º, 12º y 13º puesto del que no hay que quejarse, pues lo cierto es que el de Guadix nos tiene muy mal acostumbrados. Como no tengo entradas para el atletismo, me quedo junto a Guillermo Ferrero terminando de conocer las instalaciones del anillo y charlando de deporte y, cómo no, de atletismo.

A Guillermo lo conoce poca gente porque, básicamente, no sale en la foto. Más de 60 años a sus espaldas y 4 llamas olímpicas han desfilado por sus ojos (Munich, Moscú, Atenas y Beijing). Despistado y entrañable, es uno de los entrenadores de atletismo más laureados de nuestro país y con gran parte de culpa de las marcas de Fabián Roncero, que sigue siendo el recordman europeo de medio maratón.

Como nos sobra tiempo hasta que termine la jornada de mañana, tomamos un café en el gigantesco McDonald's del complejo olímpico, vemos los guerreros de terracota de Xian, nos deslumbramos ante las zapatillas de Jesse Owens del pabellón de Adidas, y hablamos de Yesenia Centeno, su pupila y razón principal de que Guillermo esté aquí. La atleta española, de origen cubano, disputa en los Juegos la prueba del maratón olímpico, acompañada de Alessandra Aguilar y María José Pueyo. Ferrero no está nervioso, su trabajo ya está hecho. Espera que el entreno dé sus frutos y la climatología de Beijing, que no le va mal a la sangre caribeña que corre por las venas de Yesenia, pueda trocarse en una buena participación de su pupila.


Suena el teléfono. Guillermo se aparta para hablar, pero, por el tono paternal, deduzco que al otro lado del teléfono está su "ahijada". Cuelga. Ha quedado con ella en la villa olímpica, para darle algún que otro consejo y afilar las armas ante la jornada de mañana. Se despide y veo su figura desaparecer por una de las largas avenidas del complejo que, conociendo a Guillermo, seguro no es la que le llevará a la villa más rápido, pero no tengo ninguna duda de que se hará entender. Suerte, amigo, aunque no la necesitas.

PD - Termino de escribir estas líneas mientras se disputa la final de Maratón femenino. Yesenia termina entre las 50 primeras, con un tiempo de 2:36.25. Alessandra ha hecho un meritorio 2:39. Pueyo también ha terminado. La sangre, sudor y lágrimas derramadas han valido la pena. Enhorabuena, chicas (y enhorabuena, Guillermo)

Una de ídolos

Lo he conseguido. Parecía imposible, pero he visto en acción a mis dos grandes ídolos del deporte actual: Michael Phelps y Roger Federer. No me tachéis de antipatriota, que deseaba con todas mis fuerzas poder presenciar la espléndida semifinal de Nadal contra Djokovic, pero me fue imposible conseguir entrada. Los precios en la reventa está alcanzando cotas disparatadas. ¡¿Qué calse de mafia hay con las entradas en estos Juegos?!


Sin embargo, sí pude ver otros dos grandes partidos: el de las doblistas españolas Vivi Ruano y Anabel Medina (que ganaron frente a las estadounidenses para meterse en semifinales) y la semifinal masculina de dobles entre los suizos Federer y Wawrinka y los hermanos Bryan. En La Villa me van a matar, porque los fans de Nadal son los más activos, pero es que Federer tiene un toque que no es de este mundo. Es la clase hecha carne. Nunca le había visto en directo y ayer, sentada a 10 metros de él, aluciné. Se me ponía la piel de gallina cada vez que el suizo acariciaba la bola. Porque la acaricia, no la golpea.

Y lo de Phelps... Buf. No logré entradas para ninguna final, pero sí para series de los 100 m. mariposa (cuya final ganó ayer, aunque con controversia). Y lo más importante, LE VI NADAR, con eso soy feliz. Iba sobradísimo. En el primer largo quedó como el 6º y luego remontó fácilmente para clasificarse el segundo, pero ahorrando energía. Al salir del agua, el estadio entero se puso en pie. Eso no lo hacen ni con los deportistas chinos. Fue increíble.

Ojo, no digo que sean los mejores, sólo que son mis ídolos. E ídolos, hay tantos como colores. O más. Que se lo pregunten a este aficionado con el que me crucé en el anillo olímpico.

Las percepciones de la comunicación engañan

Las percepciones de la comunicación engañan, o eso pienso yo cuando me acuerdo de mis amigos diciéndome lo sencillo que iba ser comunicarme por aquí. A pesar del capitalismo que está viviendo el país, y el sentimiento aperturista enriquecedor, la comunicación con los extranjeros en Pekín sigue siendo algo complicada. Aunque, tanto invitados como anfitriones, hacen lo imposible por entenderse. Si ya lo decía yo hace un tiempo: "Querer es poder ".
En 1958 el Gobierno chino adoptó el pÁ®nyÁ®n, un sistema de escritura con caracteres latinos. La idea era ir erradicando poco a poco los ideogramas, pero parece ser que no tuvo mucho éxito, y la cultura y tradición se ha hecho fuerte en este aspecto. O si no que nos lo digan a nosotros, apenas nadie habla inglés, excepto el famoso "Enjoying the Games" acompañado de una estudiada sonrisa. Y digo estudiada, porque la Organización de los JJOO de Pekín, enseñó a sonreír a los voluntarios mostrando los 8 dientes superiores, símbolo de una sonrisa perfecta.
En el equipo de La Villa, tampoco nos quedamos atrás con esto del idioma, y hemos comenzado a chapurrear el mandarín. Bueno, para que voy a mentir no salimos del Ni Hao (Hola), y del Shipanlla Chiayou (España Ánimo). Al paso que vamos seguro que al final de este viaje, podremos incluir en el CV; mandarín nivel medio, que junto con el inglés medio (el que decimos todos los españoles tener) seguro que queda muy bien.
Y por último, en este fascinante mundo de signos, no se me pueden olvidar los números. Si con el idioma nada de nada, muchos pensaréis que con los dedos de las manos uno puede llegar a entenderse. Los chinos sólo utilizan una mano para contar, el 6 por ejemplo se hace levantando el pulgar y el meñique. Toda una odisea cuando quieres comprar más de 5 cosas. Además, hay una serie de supersticiones alrededor, que descubrimos al comprar una tarjeta de prepago de móvil. El simpático dependiente, me dice que elija un número de teléfono, y me extiende todas las tarjetas. A mi me daba bastante igual, así que elijo uno al azar con emoción, ya que parecía que me iban a regalar un apartamento en Pekín en lugar de un número de teléfono. El chico levanta la tarjeta, y me mira con un gesto apesadumbrado. ¡Vaya!, creo que no me ha tocado nada, o si, un teléfono móvil con línea directa a la muerte. Tengo varios números 4, que es el número de la mala suerte, ya que su pronunciación en mandarín (œsi) es igual a la de la palabra œmuerte. Todo hubiera cambiado, si tuviera algún 8, puesto que tendría que haber pagado más, por ser símbolo de la buena suerte y prosperidad. Esta superstición, llega a tal punto que la inauguración se celebró 08/08/2008, y que en algunos hoteles no existe la planta cuarta...

Entradas a precio de oro (olímpico)

Las entradas para los Juegos llevan meses agotadas. La población china conoce la pasión occidental por el deporte y que el euro y dólar son monedas más fuertes que el yuang, por lo que han adquirido la mayor parte de las entradas dispuestos a revenderlos al resto de aficionados. Las gradas de los estadios, sin embargo, no terminan de llenarse. ¿Cuál es la causa? Los precios abusivos que los ciudadanos chinos ponen a las entradas. Servidor lo sufrió en sus carnes hace un par de días, y está siendo fruto de debate en La Villa .

Tras un emocionante partido de waterpolo ante Australia (con momentos inolvidables entre la afición española y el príncipe Felipe ) estuve hablando con los aficionados españoles, entre los que estaba una protagonista de este blog, Yoana y su familia (por cierto, Paloma , al final consiguieron entradas). Allí conocí a Luis y Cristina, que me enseñan orgullosos su bandera española. Es una rojigualda que, sin embargo, tiene una historia bellísima: no pudieron comprarla en ninguna tienda, así que se acercaron a un taller, donde les fue confeccionada en quince minutos. Nos han dejado una foto muy interesante en su perfil de la Villa . Otros aficionados me comentaron que, si quería ver el España - China de baloncesto, debería intentar acercarme al pabellón Wukesong y que en la reventa podría conseguir entradas por unos 50 ó 60 euros para ver las andanzas de Navarro y compañía.

Decidí acercarme al pabellón y en sus inmediaciones me encontré con Álex , él sí que tenía entrada, y me propongo atacar a la manera occidental. Los reventas nos asaltan y las primeras cifras son de 500 euros, pero, conforme se acerca la hora del partido, el precio baja hasta los 150 ó 200 euros por butaca. Decido imponerme un límite sensato de 100 euros (10 veces más del valor facial del billete) y confío en que cerca del salto inicial los chinos aflojaran. Pobre de mi, la reventa no tiene nada que ver con la que he visto en Occidente, ni con lo que siempre me contaron del regateo en este país.

Los chinos no te atacan, ni parecen interesados u obsesionados por venderte la entrada. No hablan inglés, y apuntan en el teléfono móvil el número que piden por la entrada. Cuando haces ademán de irte, no te persiguen, ni te lanzan una nueva oferta. En mi caso, un joven intérprete intermedia entre los grupos para conseguir llegar a acuerdo, imagino que comisionado por los reventas, que rodean, algo de lejos, el Wukesong Arena (por temor a un control policial que, realmente, es mero paripé).



El partido empieza. Lanzo mi última tentativa. 2000 yuan, 2 entradas. 3000 yuan, me sigue diciendo mi interlocutor, que se ríe. Le hago gestos de que me da igual, que voy a verlo al hotel o a un bar. Amenazo con irme y le vuelvo a decir desde lejos: "2". Él me enseña 3 dedos y se ríe. "3". Me marcho. No me persigue, el partido ha comenzado, esas entradas están perdiendo valor cada minuto que pasa y le estoy ofreciendo una buena cantidad de dinero para la economía china. No me lo explico, así que pregunto a unos chinos que hablan español con acento navarro. Me explican la filosofía china: "Su orgullo no le permite venderte la entrada por menos dinero del que cree que vale esa entrada. Hoy juega Gasol contra Yao Ming, que aquí es un semi dios. Prefiere comerse la entrada a darla por menos dinero de lo que él considera que vale. ¿Lo entiendes?

No, amigo, no lo entiendo, pienso mientras vuelvo al hotel.

PD - Álex vuelve del partido contentísimo y me enseña un vídeo muy interesante del despliegue y la organización del torneo de baloncesto. Además, ha disfrutado de una victoria de España. Yo pienso en los 3 dedos del reventa chino y me encojo de hombros. Otra vez será.

Sol, rumba, y capote...Beijing se rinde ante España

La gran urbe de Beijing amanece menos gris. Las autoridades chinas tuvieron la idea de disparar "nitrato de plata" a las nubes durante los días en los que la mayoría de las competiciones que se celebraban eran cubiertas. Esta sustancia convenientemente explotada en una nube, proporciona un gran número de núcleos de condensación que "atrapan" las gotitas, y las precipitan al suelo. Esto ha provocado un día más luminoso y limpio.

El sol, que tanto se echa de menos por estas tierras, y la primera competición en la que iba a ver a España en estos Juegos Olímpicos, han hecho que hoy me levante frenético. He cogido la Línea 1 del Metro que, como os podéis imaginar es como la de cualquier gran ciudad; más antigua y llena de gente. Gracias a este viaje, he aprendido el porqué de la ausencia de contacto físico de los chinos, ya que en el Metro acabas saciado, quién ha dicho alguna vez que el roce hace el cariño.

Conseguí bajarme en Wukesong (los nombres aquí son casi indescifrables como os podéis imaginar), la estación más cercana al estadio de baloncesto, donde iba a disfrutar de uno de los mejores partidos, el duelo entre Yao Ming (China) y Pau Gasol (España). Me encontré con Maikel que estaba intentando conseguir una entrada en la reventa, espero que un día lo cuente con más detalle, a pesar de que no la consiguió, descubrimos que los chinos tienen un especial sistema de negociación. Así que nada, me fui yo solo hacia la cola con una horda de aficionados del país anfitrión, y mi pequeña bandera española como compañía. Las colas que haces aquí para todo, dejan tiempo para observar a la gente, y hoy me he vuelto a sorprender con la moda oriental para los momentos en los que el calor aprieta. Los hombres levantan sus camisetas enseñando el ombligo al estilo rumbero, y las mujeres sustituyen las gafas de sol por los "prácticos" paraguas. Mientras tanto, los occidentales intentamos no ahogarnos en sudor con la clásica camiseta y pantalones cortos, pero es casi una tarea imposible.

Después de dar algunos tumbos para encontrar mi asiento, no es que sea díficil, si no que en ocasiones soy algo torpe para las cosas más sencillas, llego a una fila de aficionados españoles rodeada de una gran masa de chinos entusiasmados. El sufrimiento que nos hiceron pasar nuestros chicos, y estar escuchando abucheos del equipo contrario cada vez que España cogía el balón, me provocó un ataque incontrolable de hambruna hacia mis uñas. Menos mal que una animadas cheerleaders orientales, me hicieron olvidarme de todo por unos instantes, con los movimientos de sus capotes al ritmo de rumba española (Ver vídeo).
A fin de cuentas, mis nervios merecieron la pena, ya que volví a darme cuenta de lo grandioso que es este país. La afición china, en lugar de irse pesadumbrados a casa, buscaban a los españoles para darnos la enhorabuena al grito de "Zibaya Chiayo": ¡España Ánimo! (Esta transcripción es personal mía, así que no os fiéis del todo). Así que ya sabéis, tenemos nuevo grito de guerra para animar a nuestros olímpicos de La Villa.

La otra cara de Pekín 2008

En La Villa se suceden los comentarios sobre lo espectaculares que están siendo estos Juegos. Sin embargo, esa espectacularidad no se aprecia tanto desde aquí, desde Pekín. La inauguración fue increíble, pero igual de increíble fueron las restricciones para acceder a Pekín ese día. Problemas con las entradas , con la falta total de inglés de los chinos, con el acceso al anillo olímpico, con la conexión a Internet...
He aquí un ejemplo de lo que no se ve desde España.


WC con efecto rebote, en las instalaciones del anillo olímpico.



WC chino auténtico. Las cabinas no tienen puerta y, para ir al retrete del fondo, desfilas ante una retahíla de chinos que hace sus necesidades alegremente.


WC versión occidental. La que se encuentra en los hoteles preparados para turistas extranjeros.


En mi hotel, la señora de la limpieza me pidió, con unos gestos muy gráficos, que no tirara el papel al retrete después de haberlo usado, sino a la papelera. Arrrrrrggggg! Me niego.

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