La Villa es un Erasmus
Presencio en vivo mis primeros Juegos Olímpicos y la mejor manera que se me ocurre de describir la experiencia es que son como una beca Erasmus, lo cual humaniza mucho a los deportistas. Para los que no hayáis estado de Erasmus, quedaos con cinco conceptos clave:
1. Cóctel de nacionalidades
2. Ganas de pasarlo bien
3. Búsqueda proactiva de amistad
4. Exaltación de dicha amistad frente a un entorno desconocido (en este caso, China)
5. Inglés y amagos de inglés como idioma vernáculo
Pues resulta que si sales de noche por Pekín, te encuentras de jarana a un montón de deportistas que han acabado su participación, con la acreditación al cuello y hasta la medalla. (¡No sólo comen hamburguesas sino que también salen!). Se suceden los œwhere are you from, el chapurreo de palabras en el idioma del interlocutor, los brindis en el idioma local, el abrazo fraternal cuando das con un paisano Lo que es un Erasmus, vaya. Yo anoche pude charlar con unos nadadores americanos y un saltador que entrena con Michael Powell, pero no vi ni a olímpicos españoles ni a celebridades tipo Nadal y Phelps, claro.
Para el turista recién aterrizado, la noche pekinesa se parece a Benidorm: neones de baratillo y más neones. Y si está en plenos JJ.OO., entonces se parece a un Erasmus en Benidorm. Pero si tienes un amigo que tiene un amigo que vive en Pekín desde hace dos años (y resulta que fue de Erasmus al mismo sitio que tú), pues este chico te recibe como a su hermana y te descubre un nuevo Pekín fascinante. ¿Un ejemplo? Un local de soul de diseño escondido en la séptima planta de un hotel por horas, tipo œLost in Translation.
A los deportistas y a los fans te los encuentras en el Benidrom nocturno pekinés (San Li Tun). Pero el Pekín recóndito, en el que también hay occidentales (mucho joven ejecutivo prometedor), es mucho más guay. Gracias, por cierto, Olmo y Ana. Así, China no es tan difícil.