Javier Noriega vs. Michael Phelps
El primero, nadador velocista español semifinalista en Atenas y clasificado para Pekín, ya está en La Villa. El segundo, Phelps, aún no, pero si alguien tiene el gusto de conocerle, que le invite, por favor. El caso es que ambos nombres estuvieron muy presentes en mi cabeza en Atenas 2004 y vuelven a estarlo en Pekín 2008. Phelps, por motivos legendarios. Noriega, porque iba al colegio de al lado del mío en Toledo... ¡Y ahora está en las Olimpiadas! En Toledo era popular, uno de esos adolescentes a los que, en una ciudad pequeña, se conoce por nombre y apellido y, además de muy guapo (o eso pensábamos todas), era nadador y estudiaba en Madrid para poder entrenar.
Cuando me ofrecieron la oportunidad de ir a Pekín este agosto, como animadora de La Villa, lo primero que hice fue buscar a Noriega en Facebook, esa maravilla para exhumar cadáveres de la memoria infantil. Lo encontré, le mandé un mensaje y logré quedar con él.
Javier Noriega sigue siendo muy guapo, aunque lleva las uñas largas. Sí, es para ganar superficie de impulso en la brazada. Me contó que no es una práctica habitual entre los nadadores masculinos, pero él es un deportista original con teorías originales. Para empezar, es bajito (1,81 cm.) si se le compara con los animales de dos metros que tiene como contrincantes. Si las medallas se dieran en función de la proporción velocidad/estatura, probablemente sería oro olímpico. Me enseñó su Speedo LZR Racer (del que es imagen Phelps y con el que se están vapuleando records mundiales sin parar) y me contó muchas otras cosas sobre cómo vive un nadador de élite.
Los deportistas tienen fama de ser malos entrevistados, porque no cuentan mucho. Mi encuentro con Noriega, sin embargo, ha sido de las cosas más interesantes que me han pasado últimamente. Espero verle más en Pekín, donde participará en las pruebas de 50 m. libres, 100 m. libres y 4x100 estilos. Tanto él como la Federación Española de Natación están invitando a más nadadores olímpicos a La Villa.
¿Y por qué el título del post? Bueno, una vez Noriega y Phleps se intercambiaron las bermudas del uniforme deportivo. A Phleps, el largo del pantalón español no le pareció lo suficientemente hip-hopero y se le bajó muy por debajo de las caderas. Sólo la camiseta le tapaba... Ais.
(Por cierto, Javi, ¿no guardas esas bermudas?)