Lo que hay que oír

Homenaje a Puccini en Radio Clásica

«Dios me tocó con su dedo meñique y me dijo: “Escribe para teatro, sólo para el teatro”…». Giacomo Puccini.

Una nueva serie de Los Conciertos de Radio Clásica arranca mañana sábado a las doce del mediodía en La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. En esta ocasión, los conciertos giran en torno a la figura de Giacomo Puccini en los 150 años de su nacimiento… En Lo que hay que oír lanzamos la siguiente pregunta para quienes deseen compartir con nosotros su vivencia musical: ¿La música de Puccini ha supuesto la banda sonora de algún instante especial en tu vida?

Lo que hay que oír hoy viernes 7 de noviembre: Esta tarde a las ocho, las siete en Canarias, Radio Clásica les ofrecerá en directo desde el Teatro Monumental de Madrid el Concierto de la Orquesta Sinfónica de esta casa, de RTVE, y la flautista Mónica Raga, bajo la dirección de Juanjo Mena. En programa, obras de Milhaud, Ibert y Chaikovsky.

Fin de semana de ópera en Radio Clásica, con la transmisión en directo, mañana sábado a las ocho, las siete en Canarias, desde la Opera de París, de La Novia Vendida, de Smetana. De cara al Domingo, nos llegará un nuevo concierto de la Orquesta y Coros Nacionales de España. Será a las once de la mañana, las diez en Canarias, con obras de Rossini, Riviere y Prokofiev.

Otros conciertos en la Agenda Musical: el pianista Josep Colom con la Real Sinfónica de Sevilla o el programa de La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Mano a mano de Bebo y Chucho Valdés en el Teatro Real, dentro del festival de Jazz de Madrid, entre otros

Obras emitidas en Lo que hay que oír del viernes 7 de noviembre:

MOZART: Concierto para oboe o flauta y orquesta en Do mayor KV 314 (KV 285 D). Orq. Sinf. RTVE. Hansjoerg Schellenberger (oboe). Dir.: Juanjo Mena

PUCCINI/ CHRISTOPHER (arr.): La Boheme (Fantasía Orquestal) (12’25). Academy of Saint Martin-in-the-Fields. Christopher Warren (v.). Dir.: Neville Marriner.

PROKOFIEV: Suite Escita, Op. 20, del ballet “Ala y Lolly” (20’34”). Orq. Sinf. de Chicago. Dir.: Claudio Abbado.

BRAHMS: Variaciones sobre un tema original en Re Mayor, Op. 21 (18’42”). Joseph Colom (p.).

KORNGOLD: Concierto para violín y orquesta en Re Mayor, Op. 35 (23’52”). Orq. Sinf. de Pittsburgh. Itzhak Perlman. Dir.: André Previn.

SMETANA: La novia vendida (selec.) (6’02”). Gabriela Benackova (sop.), Orq. Fil. Checa. Dir.: Vaclav Neumann.

Piazzolla y Ferrer, una pareja de tango

El Versus Ensemble y el poeta Horacio Ferrer rinden un homenaje a Astor Piazzolla, el creador del tango de concierto, en su último trabajo discográfico. Embarcados en una gira internacional junto al cantante Enrique Moratalla, han recalado en Barcelona y Madrid. Lo que hay que oír ha charlado con Horacio Ferrer, quien recuerda su experiencia creativa con el genio argentino.

La poesía de Horacio Ferrer es el sustrato literario para buena parte de los tangos de Piazzolla, como por ejemplo, Balada para un loco o Chiquilín de Bachín. Pero la aportación más singular del binomio Piazzolla-Ferrer fue María de Buenos Aires, una operita-tango, como la definió el propio compositor (1968). En sus pentagramas imbrican el canto lírico y el popular, el tango arrabalero y el de concierto, en una historia surrealista de carácter urbano y esotérico a un mismo tiempo. «La poesía no debe ser leída sino recitada o cantada», afirma Ferrer, quien participó también con su voz en aquella ópera bonaerense y también en esta grabación del Versus Ensemble. Con el tango de concierto se rompen las barreras obsoletas que separaban lo clásico de lo popular: «Los tangueros hemos sido discípulos de Manuel de Falla, un maestro que fue como un faro, integrando lo clásico con lo popular».

Astor Piazzolla (1921-1992) marcó un punto de inflexión en la historia del tango al renovar su lenguaje y elevarlo a la categoría de música clásica. El tango era tradicionalmente una canción y danza popular de origen rioplatense: un ritmo apasionado para seducir a la pareja de baile y una letra desgarrada para llorar amores fallidos y traidores. Gracias a Piazzolla, este género musical trasciende su expresión localista para alcanzar un mensaje universal: el tango de concierto.

Siendo un adolescente, Piazzolla se inició en la carrera musical como bandoneista en el famoso grupo de Aníbal Troilo. A esta sabiduría de escenario, resultado trasnochar en los clubes de Buenos Aires, se sumó las sesiones de jazz vividas en Nueva York durante su infancia y juventud. Pero el tanguero necesitaba recursos más sólidos para poder crear al nivel que deseaba y por eso, consiguió recibir clases de Alberto Ginastera, el maestro de la música argentina del siglo XX. Sin embargo, fue Nadia Boulanger, la prestigiosa profesora del Conservatorio de París quien le iluminó, incitándole a volcarse en sus raíces argentinas como punto de partida sobre el que construir un nuevo estilo personal: el tango apiazzollado.

Después de Piazzolla, el tango nunca volvería a ser lo mismo, al introducir: acentuaciones irregulares en el compás de 4/8, armonías disonantes, líneas melódicas repletas de cromatismos, tejidos orquestales y efectos instrumentales de vanguardia poco usuales. Quizás su característica más emocional sea esos ritmos ostinatos que tras estallar eufóricos en un momento de clímax, se apaciguan en estados de contemplación lírica, íntima y melancólica... Apiazzollando, debería ser un término incluido en la Agógica y en la Dinámica musical, para definir esas modificaciones de tempo e intensidad que el tango de concierto exige para lograr una interpretación más expresiva y musical. Ese contraste de carácter es el que define a un incomprendido en vida que sólo el tiempo y su obra le otorgaron la razón.

Lo que hay que oír en este jueves 6 de noviembre:

El reportaje-entrevista sobre Horacio Ferrer y Astor Piazzolla se puede escuchar en el programa Lo que hay que oír del jueves 6 de Noviembre. Concierto de Horacio Ferrer y el Versus Ensemble en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, jueves 6 de noviembre a las 21 horas.

José Zárate (Madrid, 1972) estrena obra esta tarde en el Museo de América de Madrid a las 19:30 horas: Chanson de Monique para acordeón y quinteto de cuerda, contando como solista a Jesús Mozo. En una entrevista telefónica, Zárate ha presentado su última obra en Lo que hay que oír:

Obras emitidas en Lo que hay que oír del jueves 6 de noviembre:

GURIDI: Melodías Vascas (22’40”). Orq. Sinf. de Bilbao. Dir.: Juanjo Mena.

SHOSTAKOVICH: Concierto para violonchelo y orquesta en mi bemol Mayor, núm. 1, Op. 107 (29’35”). Daniel Müller-Schott (vc.). Orq. Sinf. de la radio de Baviera. Dir.: Yakov Kreizberg.

BRETÓN: Trío para piano, violín y violonchelo en Mi Mayor (32’50”). Nuevo Cuarteto de Budapest.

PIAZZOLLA: María de Buenos Aires (selec.). María Rey-Joly (sop.) y Versus Ensemble.

(*) En la foto: Astor Piazzolla y su bandoneón.

Isabel, reina de la ópera

Isabel Rey encarna a la Belleza en El Triunfo del Tiempo y del Desengaño de Heandel, el oratorio que se representa en el Teatro Real de Madrid con dirección musical de Paul McCreesh y escénica Jürgen Flimm. Se trata de una producción de la ópera de Zurich que se estrenó en 2002 y que estará en el coliseo madrileño hasta el próximo 16 de noviembre. Con esta obra, que se presenta por primera vez dramatizada en España, se da el pistoletazo de salida a los actos de conmemoración de los 250 años de la muerte de Haendel, que el Teatro Real llevará a cabo a lo largo de los próximos meses.

El triunfo del tiempo y del desengaño es el primer oratorio de Haendel, que escribió con 22 años, recién llegado a Roma, precisamente cuando el Papa había prohibido componer y estrenar ópera. “La frustración tuvo que ser tremenda”, comentaba Jügen Filmm, el director escénico de la obra, que la ha situado en la actualidad, en un restaurante, un Bristot contemporáneo.

La soprano valenciana Isabel Rey es una de las voces con más proyección internacional del panorama operístico actual. Entre ensayo y ensayo encontró un hueco para visitar Lo que hay que oír, y compartir su experiencia preparando un papel arquetípico y dotarlo de significación dramática, es decir, convertir una categoría estética “Belleza” en un personaje que transita de la vanidad al misticismo.

Comenta Mikaela que: «Isabel Rey nos habló de la belleza como una actitud ante la vida y especialmente, como el objetivo primordial del canto: “El cantante debe dar al público el sonido más bello que su garganta sea capaz de producir”. El canto es para ella, “la búsqueda incansable de la perfección, aun sabiendo que la perfección absoluta no existe, pero sí, trabajar en esa línea dentro de lo humanamente realizable”. Cada una de las interpretaciones de Isabel Rey, son un trazado de melodías en el aire que aspiran a la perfección y eso se evidencia en su fraseo exquisito, en la articulación meridiana de cada verso, en la interpretación del carácter y en la expresión de un sentimiento. Cuando el pasado viernes asistí al ensayo general de El Triunfo del Tiempo y del Desegaño, me encontré con una Isabel Rey que comenzó la sesión encarnando a una Marilyn Monroe y terminó la obra, como Santa Teresa de Jesús, replegada hacia sí misma, en comunión con el silencio interior, ese estado del brota el canto sincero y trascendente».

La entrevista con Isabel Rey se puede escuchar en Lo que hay que oír del pasado 31 de Octubre en Radio a la Carta.