¿A quién miran los aspirantes cuando hablan a cámara?
jueves 20.jun.2013 por Master Cooker 17 Comentarios
Por José Casado (@jose_casado)
Trabajar en la tele mola. No en todas las profesiones uno tiene la suerte de que su trabajo sea visto y valorado por millones de personas cada semana. La parte menos buena consiste en argumentar qué es lo que haces en la tele. Cuando los redactores de televisión asistimos a reuniones familiares o encuentros con amigos, tarde o temprano, todas las miradas se clavan en el que ‘trabaja en la tele’.
Tras unos segundos en los que aparecen a partes iguales la desconfianza, la incredulidad y la fascinación más sincera, la primera pregunta es, ¿en qué programa estás? La segunda no tarda en llegar: ¿Y por qué nunca te he visto en la televisión si yo veo ese programa? Aquí es donde empieza la ardua tarea de explicar que en los programas de televisión no sólo trabajan los que salen en pantalla; y lo más difícil contar en qué consiste exactamente lo que hacemos, es decir, cuál es el trabajo de un redactor.
Los cámaras lo tienen mucho más fácil. Si no dan al botoncito rojo para grabar, no hay programa. Lo nuestro es más complicado, aunque hay una frase que siempre funciona: ¿Se ha fijado en que, muchas veces, los protagonistas de los programas explican sus cosas a cámara pero no se ve su interlocutor? Pues sí, señora, yo soy el que les ha hecho esa pregunta y yo soy al que se la están contestando.
Es lo que en televisión llamamos ‘hacer totales’. Esto es, preguntar a los concursantes por sus impresiones, sentimientos o pensamientos acerca de algo que hemos podido ver en el programa. Sus declaraciones enriquecen el contenido del espacio aportándonos el punto de vista íntimo, directo y sincero de sus protagonistas.
Maribel le cuenta al redactor José Casado lo mucho que le gusta tontear con Pepe.
Pero en un programa como MasterChef, esto de hacer totales es sólo una pequeña parte de nuestras múltiples tareas. La primera y fundamental es hacer el casting: buscar, encontrar y seleccionar a los aspirantes protagonistas. Son intensas semanas de trabajo en las que hay que decidir rápidamente que personas pasan las primeras cribas y consiguen llegar a la prueba definitiva: el casting presencial. En la primera edición recibimos 9.000 solicitudes. Sólo 15 vieron cumplido su sueño.
500 aspirantes a entrar en el programa decidiendo si la rúcula pega o no con su plato.
Una vez puesto en marcha el programa, comienzan las grabaciones entre fogones. Los redactores somos los encargados de que los aspirantes cuenten a los espectadores qué plato van a cocinar, qué ingredientes han seleccionado del supermercado o si se ven ganadores o perdedores. Una labor que no gusta mucho a los aspirantes porque se desconcentran con nuestra batería de preguntas, pero saben perfectamente que sus declaraciones son algo básico para que se entienda lo que están cocinando.
La redactora Henar Robles pregunta a Juan Manuel si considera que el plato combinado debería volver a ponerse de moda como ya lo han hecho los colores flúor.
También hay que estar pendiente de lo que sucede todo el tiempo. Algo que a priori puede parecer insignificante se puede convertir en lo más comentado del programa. Véanse como claros ejemplos la hoja de espinaca que Maribel recogió del suelo y que Pepe casi vomita, o la elección de la misma guarnición por parte de Fabián y José David en la prueba del volcán de chocolate, que levantó sospechas sobre un posible plagio culinario. También hay que saber muy bien lo que pasa para luego preguntarles en los totales por lo que ha ocurrido.
Los redactores Héctor Navarro, Meritxell Estruch y José Casado toman nota de cómo se hace la respiración artificial a un pollo.
Tras el rodaje, hay que editar lo grabado, es decir, seleccionar los mejores momentos para que el programa tenga un ritmo ágil, ameno y entretenido y que todo se entienda a la perfección.
Los redactores José Casado, Olga Santiago, Yolanda Benito, David Extremera, Jesús García e Isabel Mora a punto de pasar a la acción.
Así que ya sabe, si en la próxima barbacoa que organice en su terraza se encuentra entre los invitados con un redactor de programas de televisión ya tendrá claro cuál es su trabajo. Y no se corte a la hora de preguntar. Nos encanta que les interese nuestra profesión.