¿Cómo sabe nuestro cuerpo la hora que es? Descubre qué son los ritmos circadiano
miércoles 28.jun.2017 por Equipo CogniFit 1 Comentarios
¿Por qué abrimos los ojos justo antes de que suene el despertador? ¿Por qué nos suele entrar hambre siempre a las mismas horas? Este fenómeno se debe a que tenemos un reloj interno que nos dice qué hacer a cada momento (comer, dormir, despertarnos…) Hace que tengamos hambre, que tengamos sueño por la noche y nos activa cuando es de día. A este reloj interno se le denomina ritmo circadiano. ¿Sueles despertarte siempre a la misma hora aunque no actives la alarma?
Por Andrea García Cerdán – Psicóloga CogniFit (Evaluaciones neuropsicológicas y entrenamiento cerebral)
¿Qué son los ritmos circadianos?
Los ritmos circadianos pueden definirse como variaciones diarias de los procesos corporales. “Circadiano” proviene del latin circa-diem, que significa “alrededor del día”. Nuestros ritmos circadianos varían de individuo a individuo y puede oscilar entre las 23,5 horas hasta las 24,5. Aproximadamente el 25% de la población tiene un ciclo de algo menos de 24 horas y el 75% es de algo más de 24. Por ello, la mayoría de nosotros, sin ningún estímulo externo (sin despertador y con la persiana bajada) lo normal es que nos despertemos media hora más tarde cada día (y que nos entre sueño media hora más tarde). Pero como veremos, la luz es clave para mantener nuestro reloj interno en hora.
No sólo nosotros nos movemos por ritmos. Todos los seres vivos tienen sus ciclos diarios y estacionales.
¿Cómo funciona nuestro reloj interno?
El núcleo supraquiasmático, ubicado en el hipotálamo es un órgano esencial en el funcionamiento de nuestro reloj interno, y el más primitivo.
Este órgano dirige un sistema de genes y proteínas que conforman nuestro “reloj”. Los genes indican qué tipo de proteínas fabricar y cuándo. Un tipo de genes, llamado Clock (en inglés “reloj”) hace que nos sintamos despiertos favoreciendo la producción de unas proteínas que se van acumulando. Cuando estas proteínas llegan a un nivel, este gen se desactiva. Y es cuando comenzamos a tener sueño. El nivel de estas proteínas comienza a descender. Cuando estas están muy bajas, el sistema Clock se vuelve a poner en funcionamiento de nuevo. Y así una y otra vez.
Este ciclo ocurre una vez al día y no es igual en todas las personas. En algunas personas comienza antes y en otras después. Esto es lo que da lugar a los diferentes cronotipos de personas (alondras y búhos), dependiendo de cuándo sea tu pico máximo de activación, si por la mañana o por la noche.
Los ritmos circadianos y la luz
Para que este sistema funcione de forma más exacta, utilizan señales externas procedentes de los sentidos, especialmente la luz, aunque el ruido también influye.
Si no dormimos con las persianas cerradas “a cal y canto”, nuestros ojos perciben la luz matutina, mandando señales hacia el núcleo supraquiasmático del cerebro a través de nuestro nervio óptico. Entonces el hipotálamo detiene la producción de melatonina (la hormona que nos hace sentir somnolientos) y activa la producción de cortisol y otras hormonas que hace que nuestro ritmo cardiaco aumente y así nos despertemos con energía. Lo contrario ocurre durante la noche. Cuando comienza a anochecer y los niveles de luminosidad bajan, desciende el cortisol y aumenta la melatonina, preparándonos para dormir.
Nuestra temperatura corporal también varía durante el nuestro ciclo de 24 horas gracias a la acción de nuestro reloj interno, siendo el pico máximo alrededor de las 7 de la tarde y el mínimo a las 4 de la madrugada. Aunque esto también dependerá de nuestro cronotipo.
¿Qué altera nuestro reloj interno?
- Las luces artificiales: La luz de las bombillas, pero sobre todo las de las pantallas, confunden a nuestro reloj interno, haciéndole creer que es todavía de día. Esto es perjudicial para los ritmos biológicos, dificultándonos mucho el poder dormir.
- Turno de noche: Si nuestro trabajo nos obliga a mantenernos despiertos durante la noche, nuestro organismo no va a estar preparado para la actividad nocturna. Es cierto que, con el tiempo, el cuerpo se termina adaptando pero es una continua lucha contra nuestros genes que nos dicen que la noche es momento de dormir. Esto puede provocar que nuestro desempeño laboral sea peor.
- Viajes hacia otros husos horarios. Esto es lo que provoca el conocido jet lag. Es un desajuste de nuestro reloj biológico al viajar hacia otras zonas horarias. Aproximadamente nuestro cuerpo es capaz de ajustar una hora cada día, gracias a la luz solar. Por tanto, si viajamos a un país con 8 horas de diferencia tardaremos 8 días en adaptarnos completamente.
- Nuestro reloj interno también puede verse afectado durante el curso de patologías como la obesidad, diabetes, depresión, trastorno bipolar...
- Según un estudio, el ciclo menstrual afecta al ritmo circadiano femenino, provocando problemas de sueño. Concretamente, la calidad de sueño disminuye durante la fase lútea, que ocurre desde la ovulación (alrededor del día 14 del ciclo) hasta el inicio de la menstruación.
Para restaurar nuestro reloj es necesario mantener una rutina y buena higiene del sueño. No te expongas demasiado a pantallas durante la noche y exponte a la luz solar matutina.
Crysal dijo
Hola, me ha encantado tu artículo. La verdad es que, la sociedad no le da importancia a nuestro cuerpo. Es una pena, que no sepamos escuchar y mimar nuestro cuerpo. No hay nada tan sofisticado, complejo, y maravilloso que el cuerpo humano. Yo intento cuidarlo mucho, mira aquí = https://www.masajeadorelectrico.es/ , donde encontrar lo que el cuerpo necesite para estar bien. Si mi cuerpo está bien, yo estoy feliz, La salud ante todo.