Lagerfeld saca pecho ante la llegada de Slimane
martes 2.oct.2012 por Rafael Muñoz 0 Comentarios
Colecciones para la primavera y el verano de 2013
Colores, todos. Karl Lagerfeld juega con toda la carta de tonos para tintar de alegría su propuesta para Chanel. Verdes, rojos, rosas y azules muestran su mejor cara para prendas de líneas definidas, cortes sencillos y tejidos tan distintos como las lanas y el algodón. Joven, fresca y de un femenino moderno, la propuesta refleja un estado de ánimo positivo, inquieto e ilusionado. ¿Quien hablo de jubilación?
Prendas de carácter juvenil, fáciles de combinar y de llevar.
Prendas cómodas que mezclan tejidos y colores, en Chanel.
Karl busca un público mucho más joven.
Body con el logo de Chanel y maxi bolso.
Las prendas en tweed multicolor se mezclan con otras patchwork. Destacan las chaquetas y los jerseys cortos con mangas y cuellos redondeados; también los vestidos de día, tanto los rectos como los que tienen falda evasé, que llevan escote palabra de honor. Los vemos en denim, con un claro aire adolescente. El logo reaparece y se convierte en un body de transparencias que sale a la pasarela con un enorme bolso de forma circular.
Plumas estampadas y vestidos XXL en Chanel. A la derecha , la top Stella Tennant.
Vestidos con perlas, otro de los símbolos de la casa.
El marrón se cuela en el armario del verano.
El alemán no se olvida de los colores de la camelia. Negro y blanco se hacen con su trozo del pastel y recuperan éxitos de la casa. Los vestidos de cóctel se dejan salpicar de perlas o plumas estampadas y los de noche llevan transparencias, baberos y detalles en tul. El marrón, difícil y a veces feo, se introduce con elegancia en el armario, con texturas acolchadas y detalles en cuero.
Blanco como fondo para flores 3D, en Chanel.
En blanco vemos vestidos sencillos que se adornan con bordados y aplicaciones florales. Una de las novedades más atractivas de la colección, que no se olvida de algunos básicos. Increíbles los molinos de viento que decoraban el Gran Palais y que, según lo visto, han tenido un doble cometido: rescatar ideas icónicas de Coco y llevar un aire fresco a la casa para mezclar todo en el trabajo digno de un genio.
Pasado, presente y futuro de la mujer Saint Laurent.
Lo hizo en el año 2000 cuando debutó como director creativo de las colecciones de hombre de Dior y lo ha vuelto a hacer: llegar y vencer. Hedi Slimane toma las riendas de la casa que fundó Yves Saint Laurent en 1961, una maison que estrena nombre, Saint Laurent Paris, e imagen.
Vestidos "boho" en Saint Laurent Paris.
Transparencias, discretas y elegantes, como las del maestro Saint Laurent.
Noches de piel y encaje, en Saint Laurent.
Slimane, artista multidisciplinar, ha creado una colección en negros, un color perfecto para ocultar, para tapar, y para olvidar. Así, empezando de cero, recoge directamente el testigo del maestro y empieza un nuevo camino, sin ataduras, libre. Revisando, por supuesto, el pasado de la casa pero aportando ese toque de modernidad que tantas alegrías le ha dado en Dior.
Vestido "boho" y chaqueta con paillettes.
Prendas en ante con flecos, gipsy look.
Y qué mejor que las culturas nómadas para marcarle los pasos. La pasarela se convierte en un campamento gitano, oscuro, como si estuviera alumbrado tan solo por la luz de la hoguera. Al principio solo vemos toques de color en prendas de ante con flecos, alguna camisa blanca y los vestidos estampado tipo “boho”.
Otros, más sugerentes, mezclan distintos tejidos. Transparencias en seda y encajes son las gotas románticas de la colección, en la que no faltan las aplicaciones en pelo y piel. Los códigos de la casa se revisan y Slimane acierta al hacerlo.
El nuevo esmoquien de Saint Laurent Paris.
El lazo, icono de la casa, con capas y chaquetas de paillettes.
La capa, presente en la nueva colección de Slimane.
El esmoquin se ve joven, fresco y diminuto (como los primeros trajes para chico de Dior que hicieron adelgazar a Lagerfeld). Se lleva con escuetos cinturones y camisas masculinas en blanco que llevan grandes lazos negros, otro guiño al maestro. El estampado salvaje, otro de los iconos y protagonista del video de la nueva web, se diluye en una capa de seda muy ligera, casi etérea.
Distintas capas para los looks de noche.
La capa es protagonista y la vemos en múltiples versiones. Desde las más livianas, que casi pasan desapercibidas, hasta las más llamativas, realizadas con cascadas de flecos en blanco y negro. Las chaquetas, otra pieza clave de la maison, se hacen con paillettes de distintos tamaños, en plata y cobre.
El color se hace con las prendas más festivas.
La noche permite que se amplíe la carta de colores. Entonces entran un celeste suave, un esmeralda, un gris y un rojo YSL. Siempre en el mismo estilo bohemio, despegado del cuerpo, con manga larga y patrón muy cómodo. Son vestidos que no buscan alfombras que pisar, más bien sueñan con armarios privados y salones exclusivos alejados de los focos.
Detalles de Saint Laurent Paris.
Una modelo y el diseñador Hedi Slimane.
La ovación, tan rotunda como la del 2000 al llegar a Dior, le augura grandes éxitos. Este desfile es otro capítulo más de la leyenda de Slimane.
Desfile de Amaya Arzuaga en París.
Antes vimos la colección de Amaya Arzuaga. La burgalesa presenta en París su línea principal, mucho más atractiva y potente que la que vemos en Cibeles. Destacan las prendas en plástico y sobre todo el contraste que provocan en tejidos naturales como la seda y el algodón.
Las chaquetas sin solapa de Arzuaga.
Camisas blancas masculinas crean minivestidos o se combinan con faldas y pantalones de patrón comodo, y las chaquetas, sin cuello ni solapa, ocultan retales de plástico pero no se abrochan para mostrar la piel. Otra forma de expresar ese contraste entre lo orgánico y lo no orgánico.
Juegos en degradé de azul y verde, y camisas masculinas.
Colores reales como rojo, naranja, azul, verde negro y blanco salen en solitario o se mezclan de forma irregular, o incluso en degradés de aspecto líquido. Es el cuarto año que Arzuaga desfila en París, y de nuevo lo ha hecho en la Embajada española. Las ventas en Francia subieron en 2011 un 19%, y este país es el tercero en compras online, tras España y China. Amaya Arzuaga es la única española que desfila en la Semana de la Moda de París, y en Cibeles nos dijo que descarta hacer alta costura.
En twitter: munoz_rafa.
Vestidos de cóctel y noche de Arzuaga.