Jorge Vázquez, una aguja que hace de la ropa sport un objeto de lujo
sábado 7.feb.2015 por Rafael Muñoz 0 Comentarios
-Otoño e invierno 2015/16-
El desfile anterior lo vimos en la Embajada de Francia y ahora Jorge Vázquez nos cita en el Palacio de Fernán Nuñez, construido en Madrid en 1753 junto al Convento de Santa Isabel.
Una escalera decorada con flores y velas nos recibe y conduce a las zonas nobles y allí, entre lámparas de araña, frescos, cortinas de terciopelo y sillas doradas, nos tiene reservado un sitio para ver de cerca su colección para el invierno de 2015.
Prendas acolchadas que Jorge Vázquez reviste de lujo.
Es una propuesta de acento francés, con siluetas y detalles de finales de los años sesenta y principios de los setenta. Formas que el modisto mezcla con sus propios códigos para realizar una colección de contrastes, en la que coinciden delicados vestidos y sudaderas de algodón.
No es la única prenda deportiva que Vázquez convierte en pieza de lujo, y es que sobre la pasarela se han medido, con rivalidad, vestidos de noche y plumíferos. Una osadía que resulta encantadora.
Los aires setenteros marcan la colección de Jorge Vázquez.
Vemos vestidos mini, con falda evasé, y pantalones campana un tanto retro. Para el cóctel y la noche diseños asimétricos y muy oscuros que permiten lucir complementos lujosos como los guantes en pitón y los zapatos con visón.
Su aguja es desenfadada, fresca. Vázquez boceta prendas que gustan a una señorita de buenos modales durante el día y un tanto pícara cuando se oculta el sol.
El abrigo es una de las piezas centrales de la propuesta de Vázquez.
Su aguja, de costura, borda flores de plástico, cristales y plumas – a veces todo junto- para crear paisajes sofisticados sobre vestidos y, especialmente, sobre abrigos.
“El abrigo es la pieza central, porque es una colección muy invernal; he hecho diez abrigos y todos son distintos”. Los vemos en zorro plateado, en cabra con caricia de cashmere, en dos tonos y en patchwork con explosión de color.
El blanco acepta golpes de pitón en colores cálidos. Jorge Vázquez.
Junto a las pieles, Vázquez utiliza neoprenos con encaje, brocados, jacquard de seda y tules, material con el que hace los vestidos de fiesta - de línea principesca- que llevan transparencias y detalles de cristal y azabache que elevan su elegancia.
Y todo tintado de crudo, negro o gris pero con golpes de aguamarina, fucsia, rojo y azul cielo. “He apostado por los colores dulces, es una colección muy sweet”. Quizá por eso en esta ocasión no ha presentado línea de hombre. “No quería distorsionar la línea de mujer, es mejor separarlos y darles a cada una su protagonismo”.
Vestidos de noche construidos en tul y bordados con flores de cristal. Es la noche de Jorge Vázquez.