Soledad Lorenzo, icono de estilo y musa de Lexdeux
jueves 6.abr.2017 por Rafael Muñoz 0 Comentarios
-Resilencia, otoño 2017-
Juanma Capón, director creativo de Lexdeux.
Vivimos atrapados en una maraña de bordados, transparencias y lentejuelas, agobiados con colecciones de intensa carga estética y horrorizados con el mal gusto y lo chabacano que se deja caer en las alfombras rojas, especialmente en las americanas.
Por eso resulta gratificante contemplar el elegante minimalismo de Juanma Capón y hablar con él sobre la moda de principios de los 90, de Jil Sander, de Calvin Klein y de Ángel Schlesser. Y resulta fascinante que estos sean sus referentes.
Podemos llamar joven a este creador porque acaba de presentar su segunda colección completa, pero arrastra una larga experiencia en la moda y además la conoce desde distintos ángulos.
Colección otoño e invierno 2017.
Con 22 años aterrizó en el taller de Ángel Schlesser y junto a este maestro del menos es más aprendió mucho más que un oficio. “Estuve con él durante cinco temporadas, haciendo de todo, y con él he aprendido todo lo que sé. A él le debo mi base como diseñador, y además tengo muchos ramalazos de él: soy concienzudo y muy perfeccionista. Antes no lo entendía pero ahora le comprendo y le entiendo muy bien”.
Cuando terminó su etapa en Schlesser se fue a Barcelona y trabajó en retail. “Esta experiencia complementó la anterior y me aportó mucho, sobre todo el conocer los gustos de las clientas españolas y extranjeras, ¡hay muchas diferencias entre las españolas y francesas a pesar de estar tan cerca!”.
Pero esta etapa, por suerte, también terminó y en 2014 quiso perseguir su sueño y crear su propia firma, Lexdeux. Ahora presenta Resilencia, su segunda firma completa, una propuesta para el otoño de 2017 de espíritu intimista que es el fiel reflejo de un ‘difícil’ estado emocional.
Colección otoño e invierno 2017.
La galerista Soledad Lorenzo.
La colección se articula en torno a la vida de la galerista Soledad Lorenzo. “Es una mujer que en poco tiempo perdió a casi toda su familia en un breve espacio de tiempo, de su vida en Londres, de su contacto con el arte que le aporta colores y luz, de su regreso a España para montar su galería a mediados de los 80, del artista Pablo Palazuelo…”
Una intensa vida que se traslada a la colección en prendas tintadas con tonos oscuros aunque se hacen concesiones a la luz con pinceladas de azul Ducados, naranja y dorado. Los cuadros Harris y las gabardinas (guiños a Londres) se codean con cálidos abrigos de solapa grande y destacan las faldas, blusas y vestidos por su aparente sencillez y su complejo y excelente patrón.
Los volúmenes se trabajan tan solo en la parte superior de la silueta y destaca un vestido dorado arrebatador. “Está cortado al bies y solo tiene un costura en la parte izquierda”, cuenta con el diseño en la mano.
Colección otoño e invierno 2017.
Los guiños a Palazuelo se adivinan en un vestido, una falda y un abrigo que llevan aplicaciones de piezas en plexiglás biodegradable realizadas con impresión digital. “Parece un estampado pero no es nada pesado visualmente. Me gusta el minimal pero también los bordados, en esta colección van en PVC y en la anterior en cristales de Swarovski. El lujo no es llevar la marca sobre una chapa, el lujo es el tiempo que una persona ha invertido en hacer un bordado”, deja caer.
Soledad Lorenzo, que estuvo en la presentación de la colección, se enteró ese mismo día del ‘homenaje’ que le rinde el diseñador. “Es un honor, un honor enorme”, decía entusiasmada la galerista que se suele dejar ver en la Pasarela Cibeles. “Me gusta mucho la moda, lo que nos ponemos, el atuendo, es muy importante, es nuestra carta de presentación”.
Colección primavera y verano de 2017.
Colección primavera y verano de 2017.
Si la nueva colección tiene muchos nexos con su corazón, la de primavera y verano de 2017 está marcada por los recuerdos. “Me lleva a cuando a mi infancia, a mi madre cambiando los armarios por la llegada del buen tiempo y de pronto todo se volvía azul marino y blanco”.
Y en esos tonos tintó su propuesta que se divide en tres bloques. La primera lleva esos tonos y no hay concesiones a las rayas horizontales; la segunda se inspira en el cambio de tierra, cuando entras en Jaén camino de la playa y lo plasmo en tonos tierra, verde oliva lavado y un estampado del carey de las gafas; la tercera lleva tonos metalizados que reflejan el atardecer en el mar y los tejidos son ligeros y muy suaves. “Todas las siluetas van muy controladas, mis prendas son para vestirlas y disfrutarlas, y que la mujer se sienta sexi .Yo no sé hacer ropa sexi, eso lo ponen ellas”, dice.
Ambas colecciones llevan una silueta es recta, equilibrada, y el corte es puro y a veces austero. Capón dibuja un minimalismo que coquetea tímidamente con la sensualidad, cosiendo en cada puntada la palabra elegancia. “Hay una intencionalidad en la versatilidad de las prendas, todo combina con todo, y es una constante en mi trabajo”.
Colección otoño e invierno 2017.
Su propuesta se dirige a una mujer entre 30 y 60 años, una mujer con sensibilidad. “No hablo solo de arte y cultura, también de estar al día en política y en los cambios sociales, pero también con un poco de locura, una mujer que de pronto ve un programa de corazón y le gusta también. Así soy yo, me gusta mezclar todo, no quiero que mi mujer viva en un mundo de fantasía, quiero que sea real”.
Por eso hace faldas, camisas, chaquetas, pantalones, abrigos. Prendas que no solemos ver en los desfiles de pasarelas como Cibeles, en las que abundan los vestidos para boda, bautizo y comunión. “Esto te delimita mucho el mercado y además, esa gente que va a fiestas suele llevar un vestido que le han dejado”, dice.
Colección otoño e invierno 2017.
Toda la confección se hace en Madrid, con tejidos comprados en España. “Espero poder mantenerme así, es mi sueño”. Juanma Capón es uno de los muchos diseñadores que han aprendido en el taller de Ángel Schlesser, como Jorge Vázquez, Miguel Becer, Antonio Burillo( de The 2nd Skin Co.), Castellar Granados o Adnan Al-Abrash (de X-Adnan). El madrileño se lamenta de la triste situación por la que atraviesa el modisto cántabro.
“Me da mucha pena, y le echo de menos”, dice. “Se puede cambiar un departamento entero de diseño y mantener la esencia pero lo que están haciendo no tiene esencia ninguna”.