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El rosa no es un color

    lunes 12.jun.2017    por Rafael Muñoz    0 Comentarios

-¿La moda es machista?-

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La actriz Zsa Zsa Gabor. 

 

Del rosa no se puede decir nada malo, representa la juventud y además es sinónimo de lucha. Para unos significa debilidad; para otros, fortaleza. Los movimientos feministas batallan cada día por la igualdad y la moda se ha sumado haciendo del feminismo una tendencia, estampando mensajes o tiñendo las colecciones de rosa.  

La evolución femenina,  o revolución, femenina va de la mano de la moda.

Desde el origen de los tiempos el atuendo es la representación del sexo, la edad, la categoría social…  Es a partir del 1910 cuando empiezan a desatarse las ataduras y algunas mujeres, muy pocas, trabajan en puestos que hasta entonces solo estaban al alcance de los hombres. Paul Poiret, uno de los grandes modistos de la historia, liberó a las mujeres del corsé pero fue Coco Chanel la que en los años 20 renovó por completo el armario de las señoras, introduciendo prendas y tejidos que antes solo llevaban los hombres, y haciendo de la comodidad su bandera.  

 

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Vestuario de Prada para El Gran Gatsby. 

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Boceto de Jean Louis y fotograma de Millie, una chica moderna. 

 

Son los años 20. Los felices años 20. Felices por muchos aspectos, sobre todo para las mujeres. Los 20, 60 y 80 son los años más revolucionarios de la moda. Son años de cambios sociales y esos cambios se trasladan a la moda, porque la moda ha sido, es y será una forma de expresión.

En los años 20 las mujeres se visten para gustar y para gustarse. Se visten con placer y para obtener placer: gustando, seduciendo y bailando. Los años 20 no se entienden sin la música y las mujeres que bailaban, las flappers, necesitaban vestidos cómodos, de patrones rectos y sencillos que ocultan las curvas. Vestidos que se van acortando para dejar a la vista las piernas pero ¿para qué? : para bailar mejor.

Una mujer moderna baila el charlestón, trabaja para ser independiente y sueña con seducir a su jefe, porque quiere. Ya no es una mosquita muerta que se casa con el hombre que le asignan. Millie, una chica moderna es una deliciosa película que representa el cambio de la mujer en los años 20 y la evolución del personaje empieza por la ropa y el peinado. Vestido por debajo de las rodillas, collares de perlas, medias y melena corta, más cómoda y más apropiada para llevar casquete.

 

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Diseños sesenteros de Hermés y Kenzo, primavera y verano 2017. 

 

Givenchy

Givenchy, primavera y verano 2017.   

 

Los 30 y 40 son un retroceso, propiciado por la crisis y la guerra, y los 50 están marcados por el new look de Dior, que marca con ansia la cintura. Pero, en protesta o como contestación, el ya imparable movimiento femenino vuelve a explotar en los 60, y con códigos muy distintos a los de los 20.

Las mujeres vuelven a acortar sus vestidos, y a cortarse el pelo. Vidal Sassoon se erige como el primero en hacer el corte a lo garçon, a lo chico. Pero la pieza más reivindicativa es la minifalda. Durante años se dudó de si la había lanzado André Courrèges o Mary Quant pero el diseñador zanjó el asunto con una frase maravillosa: "La minifalda la inventó la calle". Maravillosa porque fueron las mujeres las que quisieron decir NO a los vestidos largos de los 70, a lo ampuloso de la costura y al encorsetamiento para sentirse libres y, de nuevo, para bailar a gusto.

En España se acuña el termino yeyé para describir a estas jóvenes que quieren emanciparse, tener voz y voto y formar parte de la sociedad en todos los sentidos y niveles. Pero insisto, también quieren bailar y necesitan un vestido y un peinado cómodos.

Las películas de Concha Velasco y Manolo Escobar son un fiel reflejo de la sociedad dividida entre las mentes más tradicionales, apegadas a la copla, y las modernas, que quieren bailar las canciones de los Beatles. Una década que termina, en el mayo del 68, con la quema de sujetadores. ¡Quemar sujetadores es prenderle fuego a la palabra opresión!

 

 

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Camisa de Gucci, primavera y verano 2017. 

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Madonna en los años 80.  

 

  En los años 80 la música es, de nuevo un revulsivo. Es la década del exceso, de Madonna, de Cindy Lauper, de Whitney Houston, Sidney O`Connor. Algunas son iconos que hoy siguen influendo, es el caso de Madonna que ha marcado muchas tendencias con tan solo un video clip, desde las prendas lenceras de Like a Virgen, al misticismo gótico de Frozen o el macarra chic de Music. Madonna siempre ha utilizado la moda y a los diseñadores para expresarse, como artista y como mujer.

La película Armas de mujer es reveladora, es el cuento de la cenicienta pero el armario de la protagonista, Melanie Griffith, dice muchas cosas: los trajes masculinos con hombreras, es el culto al cuerpo y la hombrera es tan importante como las pesas del gimnasio.  Pero ¿y hoy? ¿Hemos vuelto atrás? Parece que sí. Un día, en un encuentro con diseñadores y modelo, Maya Hansen me decía que la moda era un mundo muy machista. Si pensamos en personas que diseñan ropa, ¿Cuántos diseñadores y cuántas diseñadoras nos vienen a la cabeza?

Es cierto que hay más hombres diseñadores que mujeres diseñadoras pero la cantidad no es lo importante, lo importante, e injusto, es el espacio que ocupan en la mente colectiva, en la memoria de la sociedad. Y esto es lo que hay que cambiar. 

 

Dior

Camiseta de Dior, primavera y verano 2017. 

Delpozo

Diseño de Delpozo, primavera y verano de 2017.  

 

 

Por eso es necesario ser feminista. Maria Grazia Chiuri ha hecho historia al ser la primera mujer en tomar las riendas de Dior y su primer desfile fue un grito de feminismo, jugando con las palabras Dior (re) evolución. Evolucionar revolucionando. Desde entonces son muchas las firmas de moda que han estampado mensajes feministas en las camisetas, incluida la casa Dior con mensajes como "Todos tenemos que ser feministas".

Y es entonces cuando el rosa es tendencia. Este tono es el protagonista de la colección que la cantante sueca Zara Larsson ha hecho para H&M y está presente en las colecciones de Delpozo, Chloé, Valentino, Miu Miu, Gucci, Alexander Wang, Ralph Lauren, Chanel, Haider Ackermann, María Escoté... Hombres y mujeres se visten de rosa, que es un color difícil (hay quien dice que es muy fotogénico pero que no se vende), para sumarse a la corriente femenina, de apoyo a las mujeres pero también a los diferentes. Vestirse de rosa es una actitud, es posicionarse. Es como votar, es querer cambiar las cosas.

 

Tilda-Swinton

Tilda Swinton con diseños de Haider Ackermann. 

Haider-Ackermann

Diseños de Haider Ackemann de primavera y verano 201.   

 

Pero en estos años ha habido más cambios. Ahora todos hablamos del movimiento agender o genderless, de la moda unisex y los armarios sin paredes… pero no es algo casual. Los iconos han ido cambiando y las niñas ya no quieren ser princesas. Olivia Palermo es un referente de estilo, sí, pero también lo es Tilda Swinton que de la mano de Haider Ackermann ha dado un nuevo paso para derribar los obstáculos sociales y hacer que la ropa no tenga etiqueta y que no sirva para etiquetar: me gusta y me lo pongo, ya sea de chico o de chica.

De todo ello se habló en el festival ARN Culture& Business Pray. En una de las mesas de moda y tendencias, moderada por César del Olmo, se abordó el tema de la moda sin género y el diseñador Juan Carlos Pajares ( que viste a Conchita Wurst) y los chicos de la firma Hosoi ( Andrés e Israel) dejaron claro que "no es solo una tendencia, que es un movimiento que ha venido para quedarse".  

Pero resulta muy curioso que cuando más hablamos del unisex y del avance de lo andrógino más hablamos de la nueva masculinidad, del auge del dandismo, y por supuesto de la feminidad. No hay más que ver las alfombras rojas de EE.UU., pasarelas en las que algunas de las mujeres más influyentes exploran y explotan su feminidad con vestidos transparentes que muestran al mundo su cuerpo, sus curvas, su personalidad. 

Madonna fue muy criticada el año pasado por el diseño de Givenchy que llevó a la gala del MET y ella contestó con un comunicado pidiendo respeto y apelando a su libertad para vestirse o desvestirse, para expresarse con la ropa. El discurso que dio cuando le concedieron el premio Billboard a la mujer del año fue emocionante, duro y, a veces, triste. Pero necesario, sobre todo para las nuevas generaciones.

 

Madonna

Madonna en su 'necesario' discurso en la entrega del premio Billboard. 

Roberto-Cavalli

Diseños de Peter Dundas para Roberto Cavalli, primavera y verano 2017.   

 

Dicen que la moda es exclusivista pero no es cierto. Cuando Francia debatía sobre la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, Karl Lagerfeld cerró el desfile de Chanel con dos novias de la mano. E Incluso llegó a convertir su pasarela en una calle de París en el que un grupo de modelos, capitaneado por Gisele Bundchen, desfilaba con carteles como "se diferente".

Años antes, Josep Font cerró uno de sus desfiles con la top Erin O´Connor y Verónica Blume cogidas de la mano, otro pequeño gesto que caló, otro granito de arena. Pero es necesario hablar de Vivienne Westwood, la mujer que mejor ha sabido integrar, derribar las paredes de los armarios y explorar la sexualidad en busca de la identidad. Jean Paul Gaultier, un feminista declarado que ha juego con los géneros para enriquecer su moda, la moda, o Chanel, la gran impulsora de este movimiento. La moda es una forma de expresión y la moda está redefiniendo los códigos de género para decir NO al machismo y SÍ a la tolerancia.   

"Sé feminista independientemente de tu sexo o tu raza", ha dicho Helen Mirren en el discurso de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans. Un mensaje que se suma a los de Madonna, Patricia Arquette, Jennifer Lawrence, Emma Watson, Meryl Streep, Kristen Stewart... Diferentes generaciones del cine, un arte que como la moda sigue discriminando a una persona por el mero hecho de ser mujer. Sus mensajes están escritos con tinta rosa, porque el rosa no es solo un color.  

 

Tendencias para la primavera y el verano de 2017 

Alvarno

Diseño de Alvarno, primavera y verano 2017.

 

Diseño-de-Vivienne-Westwood

Diseño de Vivienne Westwood. primavera y verano 2017.   

Acne

Propuestas de Acne Studios, primavera y verano 2017.

Alexis-Mabille

Diseño de Alexis Mabille, primavera y verano 2017.

María Escoté

Diseño de María Escoté.

Alexander-Wang

Sudadera de Alexander Wang, primavera y verano 2017.

Andrés-Sardá

Diseño de Andrés Sardá, primavera y verano 2017.

Antonio-Miró

Top de Antonio Miró, primavera y verano 2017.

Balenciaga

Diseños de Balenciaga, primavera y verano 2017.

Bottega-Veneta

Gigi Hadid en el desfile de Bottega Veneta, primavera y verano 2017.

Clhoé-y-Diesel

Propuestas de Chanel y Diesel, primavera y verano 2017.

Emilio-de-la-morena

Diseño de Emilio de la Morena, primavera y verano 2017.

Esther-Noriega -Paul-and-Joe

Diseños de Esther Noriega y Paul and Joe.

Felix-Ramiro-y-Faux-Haux

Diseños de Félix Ramiro y Fox Haus, primavera y verano 2017.

Fendi

Propuestas de Fendi, primavera y verano 2017.

Gucci

Colección de Gucci, primavera y verano 2017.

Juana-Martín

Diseño de Juana Martín, primavera y verano 2017.

La-Condesa -Lacoste

Desfiles de La Condesa y Lacoste, primavera y verano 2017.

Loewe

Bolso de Loewe. 

Lola-Li -Loewe

Prendas de Lola Li y Loewe, primavera y verano 2017.

Look-de-Valentino

Look de Valentino, primavera y verano 2017.

Lovers-y-Lucas-Balboa

Diseños de Lovers y Lucas Balboa, primavera y verano 2017.

Marcos-Luengo

Vestidos de Marcos Luengo, primavera y verano 2017.

Schiaparelli

Colección de Schiparelli, primavera y verano 2017.

Valentino

Diseños de Valentino, primavera y verano 2017.

 

 

 

 

 

Categorías: Actualidad

Rafael Muñoz   12.jun.2017 10:17    

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