Victoria´s Secret y el mito de Ícaro

-Desfile de Victoria´s Secret 2018-

Tras 19 años, sobre la pasarela Adriana Lima cuelga las alas.

Polémico. Chabacano. Machista. Caduco. Son muchos los adjetivos que pueden leerse en las redes sociales sobre el desfile de la casa de lencería Victoria´s Secret. Un espectáculo en el que la ropa no importa porque tan solo se exhibe belleza, un ideal de belleza que mucha gente ve irreal.

La revista Telva dice: “¿Es entonces el fin de esta firma?” En Vogue se puede leer: “Una de las corrientes del feminismo tiene mucho que ver en el debilitamiento de su imagen”. Otras cabeceras de moda han obviado el tema y la mayoría se centra en Adriana Lima que ha llevado las alas por última vez después de estar ligada a la casa desde desde hace 19 años.

Las últimas ediciones de famoso desfile han estado marcadas por el descenso de la audiencia, la rivalidad y envidias producidas entre algunas modelos y el hartazgo del público que se siente invadido por el antes, el durante y el después del evento. Meses antes del show la casa calienta motores con el casting, la preparación de las modelos, el anuncio de la pieza más cara, el backstage… un interminable culebrón de estética un tanto hortera.

La delgadez de Gigi Hadid ha causado alarma en redes sociales.

La top Kendall Jenner con alas de plumas y estrellas.

Las modelos no son ángeles y la mayoría no lleva alas pero parece que no importa. Y además, ellas parecen estar encantadas. O no. Adriana Lima se despide diciendo que no volverá a quitarse la ropa por una causa vacía. Los tiempos han cambiado. La sociedad también. Quizá desfiles como este, marcados por la dictadura de la perfección, no tengan sentido en tiempos del #MeToo y otros movimientos feministas. Hasta el concurso de Miss América ha eliminado la prueba en traje de baño para que la belleza no se juzgue solo en la apariencia externa.

Las lágrimas de Adriana Lima han compartido titulares con el ‘preocupante’ físico de Gigi Hadid y las mentiras sobre la sujetador-joya que, al parecer, no es tan caro como dicen. Más leña al fuego que está quemando la firma fundada en 1977 que además ahora cuenta con la competencia de Calzedonia. Una firma en declive además por el acusado descenso de las ventas del que se ha hecho eco la prensa económica a pesar de la bajada de precios y las continuas promociones.

Pero, como siempre, el espectáculo, que ha regresado a Nueva York, deja momentos de fuerte carga estética, en algunos casos gracias al trabajo de la diseñadora Mary Katrantzou que ha colaborado con la firma americana. Pero también por las actuaciones que se mezclan en la pasarela junto a las modelos. Este año se ha contado con estrellas como Rita Ora, Bebe Rexha, Halsey y Kelsea Ballerini pero parece que no ha sido suficiente para recuperar el esplendor que la casa tuvo. Los ángeles, como Ícaro, subieron tan alto que el fulgor de su propia estrella está derritiendo sus alas.