
Vestido de Cañavate en verde agua para Pastora Soler.
Pastora Soler llevará un vestido de gasa en verde aguamarina de Cañavate, su diseñador de cabecera. El sábado veremos el vestido en movimiento y también el vestuario de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Azerbayán que no participan en las semifinales.

Anggun, de Francia, viste de Jean Paul Gaultier. Al lado, Sabina Babayeva de Azerbayán.

Ensayo de Italia. Nina Zilli viste de Vivienne Westwood. La adora por su estilo "Rock&punk"
En el ensayo de hoy hemos visto algunos cambios (Hungría) y también lo que han elegido los del Big Five (España, Italia, Alemania, Francia y Reino Unido) y de Azerbayán, ganadores en 2011.
En la segunda semifinal hubo mucho nivel, especialmente entre los chicos. Nada que ver con los horrores que desfilaron por el escenario en la primera semifinal. El negro se ha impuesto en esta segunda eliminatoria. Ellas y ellos han apostado por este color que va muy bien para cantar una balada o para un tema más potente de estilo rockero.

Actuaciones de ARY de Macedonia y Bosnia y Herzegovina.

Países Bajos durante la actuación en la semifinal.
De negro vistieron las cantantes de Bosnia y Herzegovina, y ARY de Macedonia. Maya Sar, la primera, se dejó llevar por la moda y se puso un vestido de aire gótico que mezclaba varios tejidos, entre ellos el encaje que está de rabiosa actualidad. Las hombreras aportaban ese toque dark que vive un momento de gloria en las pasarelas.
Kaliopi representa a Macedonia. La cantante, que se parece a Luz Casal, optó por un look masculino con chaqueta de corte militar y pantalones, uno de los estilismos más sobrios de la noche. Anoche primaron, incluso en los vestidos de fiesta, aunque con excepciones.
La cantautora de Países Bajos, Joan Franka, combinó su vestido, en turquesa y blanco, con un penacho o tocado de plumas. Ella pone el punto friki en esta segunda gala.

El poderío de Gaitana, de Ucrania.

El look barbarella de Sofi Marinova, de Bulgaria.
Gaitana, la representante de Ucrania, llevó un vestido de flecos que recuerda inevitablemente al de Salomé que firmó Pertegaz. El modelito de Gaitana, a pesar de ser muy llamativo, estuvo eclipsado por los bailarines. Los cuatro llevaban diseños en blanco con otro color (azul, rosa, morado, y naranja flúor) con falda con abertura lateral, chaleco con flecos, botas blancas y calcetines blancos.
Las botas blancas, lo siento pero son muy choni, también las llevó la Sofi Marinova, de Bulgaria. Las suyas eran asimétricas y subían por la pierna buscando la minifalda. El modelo, en blanco y nude, quería recordar a Barbarella, y llamaban la atención los complementos metálicos en oro. Lástima que no se viera más el tatuaje que lleva en brazo derecho.

Eva Boto de Eslovenia. El hada del festival.

Filipa Sousa y sus acompañantes defendiendo la canción de Portugal.

Loreen, de Suecia. Moda a contraluz.
En tonos claros también ha vestido la cantante de Eslovenia, con un look primaveral. Su vestido, cuajado de flores, y su peinado descuidado proyectaban un aire de hada madrina salida de un cuento infantil. En el otro extremo, mucho más sexy, estaba la representante de Portugal.
Filipa Sousa fue la más atrevida de la noche con un vestido de fiesta en oro y negro que lleva una abertura en la falda de lo más sensual. Portugal no ha pasado a la final pero deja una de las canciones más bonitas de esta edición.
La iluminación hizo que no disfrutáramos del estilismo de Loreen, la cantante sueca, en todo su esplendor. Su espectáculo mezcla luces y sombras, y eso, sombras, es lo que lleva estampado en la sobrecamisa. Su look, un tanto oriental, es poderoso y, para mí, uno de los mejores del festival.

Actuaciones de Estonia, Noruega y Malta en el sentido de las agujas del reloj.
Este año los frikis se han quedado fuera de las semifinales y esta edición pasará como una de las mejores en cuanto al vestuario de ellas y de ellos. Los chicos, en la segunda eliminatoria, han estado muy acertados, cada uno en su estilo. Me han gustado especialmente los looks de los representantes de Noruega, Estonia y Malta.
Tooji, uno de los favoritos, llevó el estilismo más moderno y acertado, muy en el tono de lo visto en las pasarelas masculinas internacionales. Estaba compuesto por una original biker de cuero, pitillos, botas y dos camisetas en superposición. Un look que podría haber firmado Nicola Formichetti (creativo de Mugler y estilista de Lady Gaga) o Rick Owens.
El cantante de Estonia, Ott Leplan, exhibió un aire relajado y casual con un original chaleco en dos colores, gris y negro, con un efecto de superposición y una cadenita para abrocharlo. La cadenita es, quizá, lo menos atractivo de su look.
Kurt Calleja, de Malta, cierra el trío pop con un traje negro, camisa negra abierta, camiseta blanca y un guante (mitón) amarillo. Quizá un homenaje a Michael Jackson.

Life is rock&roll. Bielorrusia y Eslovaquia en la semifinal.
Si Malta, Estonia y Noruega representan el look más pop, Bielorrusia y Eslovaquia pusieron la nota rock. Los Litesound llamaron la atención con sus prendas metálicas a lo Paco Rabanne, y Max Jason Mai hizo un guiño a Jon Bon Jovi con una cazadora de cuero que llevaba sobre el pecho descubierto.

Actuación "marinera" de Turquía.

Actuación de Georgia al más puro estilo "musical".
En otra dimensión fashion viven Turquía y Georgia. Can Bonomo y sus bailarines recrearon el estilo marinero, y Anri Jokhadze fue, quizá, el peor vestido de la noche. Su camiseta galáctica, su mitón de cuero, y los modelitos de sus bailarinas eran muy teatrales, más propios de un musical que del festival.
Vuelvo a lo que dije al principio del post. La segunda semifinal ha tenido buen nivel de canciones y de estilismos. Parece que, por fin, se dejan atrás los looks estravagantes y el circo para cuidar la imagen y hacer, entre todos, que eurovisión se adapte a los nuevos tiempos, tenga su cuota de mercado y se olvide de los disfraces. A este festival se viene a cantar y a defender a un país. A Eurovisión no se va a hacer el indio.
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