¡Hola muchachada!, ¡Feliz año nuevo y esas cosas!
Como sabéis, me dedico a dos cosas a las que amo: la comedia y la música. Muchos pensarán que esta última es secundaria pero, en realidad, a la pregunta “¿qué fue antes el huevo o la gallina?” contestaría “la Música”. Y es que me he formado desde pequeño para ser músico. Mis amigos, al ver mis primeros pinitos en televisión, me decían “¡Qué raro verte en la tele hacer el idiota!”... Ahora sois vosotros los que me veis raro tocando ese instrumento, pero es lo que llevo haciendo toda mi vida.
La trompa (sí, sí, trompa... ni tuba, ni trombón, ni especie de trompeta...) es uno de los instrumentos más importantes dentro de una orquesta sinfónica y, para mi, con uno de los sonidos más bonitos y personales que existen.
Yo amo muchísimo la música, y dado que en televisión (por suerte) tengo bastante trabajo, tuve que alejarme de formaciones como orquestas sinfónicas pero he podido seguir con formaciones de cámara como mi quinteto de metales, donde doy rienda suelta a mis interpretaciones y arreglos y, sobretodo, para que la llama musical no se me apague. Claro, que con solo escuchar a autores como Bach, Vivaldi, Fauré o Mahler, consigo que esa llama siga viva... Y, por supuesto, tampoco me olvido de la música moderna, siempre que esté bien hecha... Ha sido un lujazo colaborar con grupos como Deluxe o Marlango.
El viernes 11 de Enero ofreceré un concierto con mi quinteto “Mancha Brass” en el que, apartándonos de nuestro repertorio habitual de música renacentista y barroca, ofreceremos jazz, blues, swing y bossa con mucho humor y muchas ganas.
Os esperamos en la Sala Galileo Galilei.
¡Salud y buena música, muchachoooooooos!
(El vídeo sobre estas líneas pertenece al programa de La 2 "No disparen al pianista" del pasado 17 de diciembre)