3 posts de julio 2010

Campeones del mundo

Son solo tres palabras pero, ¡caramba! Hemos tardado en pronunciarlas 80 años. ¡CAMPEONES DEL MUNDO! España, por fin, puede presumir de ser Campeona del Mundo de Fútbol. La fecha del 11 de julio de 2010 y el nombre de Sudáfrica, ya han quedado grabados a fuego en la historia del deporte español. Era el título que nos faltaba. Habíamos sido campeones del mundo de todo: de baloncesto, balonmano, motociclismo, fórmula 1, tenis, hockey, waterpolo y no sé cuantas cosas más… pero nos faltaba lo más importante, el fútbol.

En un país en el que el deporte rey es el fútbol, que presume de tener la mejor Liga del mundo, que el debate permanente en oficinas, bares, cafeterías, tertulias, etc, durante la semana es el fútbol, no se entendía que, precisamente nos faltara el gran título: el de campeones del mundo.

Al fútbol español, al fútbol de selección le venían grandes las mejores citas. Eurocopas y Mundiales se nos resistían de tal modo que siempre teníamos que apelar al famoso infortunio y la maldición de los octavos de final o de los cuartos para justificar nuestra eliminación. Durante años de dedicarme a esta profesión y de seguir de cerca los avatares de la selección española de fútbol siempre había oído como un constante martilleo en el interior de la cabeza la frase aquella de que jugamos como nunca y perdimos como siempre… Y así era, porque la verdad es que siempre caíamos en aquellas rondas.

Sin embargo algo cambió en nuestras vidas cuando hace dos años, en la Eurocopa de Suiza y Austria nos sacudimos los viejos fantasmas. Primero eliminando a Italia, la campeona del mundo, en los cuartos de final y además en la tanda de penaltis después de que el tiempo reglamentario y la prórroga hubiesen finalizado con empate a cero. Y luego ya, después de superar a Rusia en las semifinales, conquistando la Copa ante una selección como la alemana que tradicionalmente, ya saben, siempre ganaba.

Aquello supuso un punto de inflexión en nuestras vidas, en nuestras creencias y en nuestra “tradicional” mala suerte. Se produjo un cambio total de mentalidad que nos llevó a ser conscientes de nuestras posibilidades, a saber que queríamos y que podíamos… Y a partir de ahí todo lo demás. Porque calidad, había y juego también. Y por eso nuestro camino ha estado marcado indefectiblemente por la victoria.

¿Recordáis el lema que figuraba en el autobús de la selección en este mundial de Sudáfrica?... “Ilusión es mi camino, victoria mi destino”… Pues eso, con ilusión, ganas, saber hacer y poco a poco, logrando la victoria en cada partido, la selección española de fútbol ha conquistado el mundial de Sudáfrica.

Lo vivido en el Soccer City de Johanesburgo el domingo 11 de julio será ya imborrable. Al igual que esas antiguas gestas de las que hemos estado viviendo durante tantos años… que si el gol de Zarra a Inglaterra en el mundial del 50, que si el de Pereda a la URSS en el 64, que si esto, que si lo otro, desde ayer ya tenemos otra gesta que recordar durante el resto de nuestras vidas: el gol de Iniesta a Holanda en el 2010.

Cuando el tiempo de la prórroga tocaba a su fin, cuando después de un partido feo, duro, incómodo, nos veíamos ya en la tesitura de resolverlo en la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti, surgió la magia de Iniesta para hacernos soñar, para hacernos vivir y para hacernos gozar con la hazaña más grande jamás lograda en la historia del fútbol español. Iniesta fue el elegido, pero detrás de él estuvieron el resto de jugadores, el resto de internacionales para montar la del mundo mundial. España ya es campeona del mundo también en fútbol… ¡vamos a celebrarlo!

Puyi, ¡qué grande eres!

La mejor España en el mejor momento. Así cabría definir lo sucedido anoche en el Moses Mabhida de Durban , Sudáfrica. 80 años después de que el balón echara a rodar en un mundial, la selección española lograba la mayor gesta jamás lograda hasta ahora: disputar la final. Y lo hizo, curiosamente, gracias no ya a las habilidades de Villa, que las ha demostrado, vaya si las ha demostrado, o a las fulgurantes carreras de Pedro, que se las dio, o a los recortes de Iniesta, Xavi y compañía…No. La clasificación tuvo que llegar con un golazo de raza de Carles Puyol, ayer desdoblado en funciones defensivo-atacantes, que supo conectar un soberbio cabezazo a la salida de un corner lanzado por Xavi.

A esta España futbolística le faltaba el sello de la furia. A la selección actual le va quedando poco de furia y mucho de clase. Antes se suplía la clase y la técnica con la furia. Es decir, lo que no se podía resolver por arte se intentaba resolver con un par de (…) ya me entienden. Pero ahora no. Ahora tenemos de todo. La España de los jugones, del “tiqui-taca” desespera a los rivales que se vuelven locos corriendo como “pollos sin cabeza” detrás del balón que diría John B. Toshack. Todo es tan sencillo como esa máxima del fútbol que dice que mientras tú tengas el balón, no lo tiene el contrario. No hay nada tan desesperante para los rivales que no tocar la pelota en todo el partido. Y ayer ante Alemania volvió la clase…pero también la furia. Y el partido más importante hasta ahora para España lo resolvió un defensa.

No es nuevo lo de Puyol. Estamos acostumbrados a verle hacer lo mismo en nuestra Liga, con el Barça. Un detalle con el quizás no contaba el seleccionador alemán, Joachim Löw, que después del partido confesó varias cosas, entre ellas que habían perdido ante el mejor equipo del mundo y que de dónde había salido Pedro, el “arma secreta” de Del Bosque para sorprender a los alemanes.

Pedro y Puyol fueron ayer las armas secretas de una España que tiene pocos secretos. Ya se sabe de sobra como juegan los hombres de Vicente del Bosque. ¡Si hasta nos sabemos la alineación y sus variantes de memoria! Lo que quizás muchos desconocían era que la Roja cuenta con un banquillo de lujo en el que el único que no se ha podido estrenar hasta el momento es Albiol y los guardametas suplentes de Casillas, claro. Pero además, a Löw lo que le debió sorprender es que Puyol, prototipo de la raza hispana, o sea, altura justa para defensa y no demasiado alto para imponer su grandeza en el área, fuese capaz de conectar ese tremendo testarazo que llevó el balón hasta el fondo de las mallas alemanas y con él la ilusión y la esperanza de los millones de españoles que estallaron de júbilo cuando vieron tamaño remate.

Este mundial de Sudáfrica no está ya para muchas sorpresas. A la final han llegado los dos equipos que mejor fútbol hacen. Aquí no caben las típicas especulaciones de que si jugaron al empate o entraron por penaltis después de la prórroga y esas otras cosas que ya sabemos que han adornado las trayectorias de otros equipos en los mundiales. El domingo en el Soccer City de Johanesburgo, España, la selección tiene una cita con la historia. Hemos tenido que esperar 80 años para llegar, pero sin duda creo que ha merecido la pena. ¡Gracias, Puyi!

Una de Nadal

En medio de la vorágine del mundial de fútbol reparo que Rafa Nadal se juega la final del torneo de Wimbledon ante el checo Thomas Berdych…La verdad es que el fútbol nos tiene tan absorbidos que muchas veces olvidamos los otros grandes acontecimientos deportivos que nos rodean. Ya sabéis…a veces los árboles no te dejan ver el bosque.

Como puedo me procuro un espacio delante de la pantalla de televisión de la casa de campo en la que estamos hospedados los enviados especiales de TVE aquí en Potchefstroom y llego cuando el tercer set ya está comenzado. Rápidamente me fijo que el balear ya se ha impuesto en los dos primeros. ¡Bien por Nadal! Y en el tercero aunque Berdych echa el resto no le vale, al menos hoy, para derrotar a Nadal, que poco a poco se va haciendo con la manga…y con el partido. ¡Enhorabuena, Rafa! Sigues siendo muy grande.

Llega la hora de la entrega de trofeos y, claro, de los discursos de vencedores y vencidos. Bueno, más que discursos es una entrevista hecha a pie de pista supongo que por la “speaker” oficial del torneo. El primero en comparecer es el “runner up”, o sea el finalista, Berdych. Y luego, claro, llega el turno para el “winner”, es decir Nadal. En un inglés correcto, el balear comenta lo contento que está, lo que agradece el apoyo del público, incluso cuando en semifinales derrotó al local Andy Murray…y la periodista también le recuerdan que hace dos años ganó su primer Wimbledon y que entonces la selección española de fútbol acababa de ganar la Eurocopa de Austria. Rafa lo recuerda perfectamente, claro, y añade que ahora que acaba de ganar su segundo Wimbledon, ojalá también la España futbolística pueda imponerse en esa otra gran empresa en la que se encuentra metida: el Mundial. “Será difícil, pero espero que pueda lograrlo”, dice Nadal.

A muchos kilómetros de distancia de Wimbledon, o sea, de Londres, Vicente del Bosque, el seleccionador nacional de fútbol comienza una rueda de prensa en Potchefstroom (Sudáfrica) con los periodistas que siguen en el mundial, y lo primero que hace nada más empezar a hablar es felicitar a Rafa Nadal por su espléndido triunfo en el famoso torneo londinense.

Es lo que tienen los grandes deportistas, el reconocimiento a los grandes logros, a lo grandes triunfos. Quizás, porque ellos mejor que nadie saben lo duro que es y lo que cuesta conseguirlo.
Nadal ya sabe lo que es la gloria de la victoria, del triunfo, en un escenario tan duro como la hierba londinense. Ojalá que la selección española de fútbol también pueda disfrutar el domingo que viene del triunfo y la gloria jamás alcanzada hasta ahora por nuestro deporte en ese otro tipo de hierba en la que se juega al fútbol.

Jesús Álvarez


Jesús Álvarez es presentador de los Deportes en el Telediario de Televisión Española.
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