Landskappleiken: encuentro de música y danza tradicional en Noruega.
Respondiendo a la amable invitación de la organización, del 28 de junio al 1 de julio, el equipo de Mundofonías salió volando hacia Noruega para asistir al Landskappleiken, el mayor certamen de música y danza tradicional de Noruega, donde cientos de participantes compiten para lograr el máximo galardón en sus diferentes modalidades. Se trata de un evento itinerante: cada año se celebra en una ciudad distinta. Y en este 2012 tocaba en Otta, en el corazón de Noruega. Allí hemos tenido la oportunidad de disfrutar de mucha música y de la belleza de las tierras nórdicas.
Vaya nuestro agradecimiento especial a Linda Dyrnes, directora de FolkOrg, la Asociación de Música y Danza Tradicional Noruega, cuyo objetivo es mantener y promover la tradición ininterrumpida de la música y danza populares de esas tierras nórdicas, que tuvo la gentileza de invitarnos, así como a Trond y Torun, de la organización.
Aquí os dejamos una serie de imágenes e impresiones. Próximamente en antena, las músicas y las palabras que recogimos allí en Otta, Noruega
A medio camino de Noruega, escala en Amsterdam, en cuyo aeropuerto, para solaz de los viajeros en espera, se ofrecían entretenimientos como este juego de espejos del que sale este frankenstein mundófono con ojos de Araceli y boca de Juanan.
Llegando en tren a Otta (pronúnciese Ut-ta), donde transcurriría el certamen, junto a más invitados internacionales: Andrew Cronshaw, a la derecha, músico inglés de larga trayectoria y habitual de Folk Roots y otras publicaciones; y, a la izquierda, Mike Kamp, director de la revista alemana Folker.
La primera noche, la del 28 de junio, ya pudimos disfrutar de una agradable e interesante velada hablando y disfrutando de la música noruega en nuestra guarida de Smuksjøseter. Al violín, Mari Skeie Ljones.
Algún troll que bajó de las montañas también disfrutó de lo lindo.
Landskappleiken es un concurso donde hay diversas modalidades de música y danza tradicional noruega: danza en grupo, por parejas, individual, violín, hardingfele (violín de Hardanger), otros instrumentos, canto... Aquí vemos a esta pareja evolucionar ante la atenta mirada del jurado.
Uno de los músicos participantes, Knut Aastad Bråten, intérprete del ancestral langeleik, junto a Araceli.
Los organizadores tuvieron la gentileza de llevarnos a descubrir las maravillas naturales de los contornos... con acompañamiento musical, por supuesto, aquí está Odd Sylvarnes Lund haciendo resonar el bukkehorn (cuerno de cabra) por el valle.
Y aquí, desde lo alto del Pilarguritoppen, el valle donde resonaban esos sones.
Otra hermosa estampa noruega. La hierba crece hasta por encima de las casas.
A la vuelta, una breve incursión en el supermercado. Parece que nos va a costar todavía mucho eliminar ciertos estereotipos...
El violín, en sus dos modalidades (el común y el hardingfele), es el instrumento por excelencia de la música tradicional noruega.
Violines de Hardanger (hardingfele), primorosamente decorados.
Aquí tenemos a Linda Dyrnes, nuestra amable anfitriona y directora de la entidad que se ocupa de la promoción y divulgación de la música tradicional noruega: FolkOrg.
Ingvill Marit Buen Garnås fue una de las voces que trajo los mágicos ecos de la tradición vocal noruega.
La hermosa música de un bonito violín azul.
Los más jóvenes también tenían su oportunidad para deleitarnos desde el escenario.
Y llegamos al certamen de laus, la danza individual que, a partir de las formas tradicionales, adquiere caracteres casi acrobáticos.
La presencia de Silje Onstad Hålien en un certamen hasta ahora predominantemente masculino fue una novedad.
Las piruetas de la osada moza pusieron al descubierto enaguas y otras entretelas.
Uno de los elementos más aplaudidos de esta danza (cuando sale bien) es la pirueta para tirar por el suelo de una patada un sombrero sostenido en lo alto de un palo.
Y volvemos a casa por encima de las nubes, donde siempre hace sol, con un montón de imágenes, melodías y buenos recuerdos.
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