No conocíamos Sierra Nevada aunqué habíamos admirado sus cumbres desde Granada. Las sorpresas comenzaron al entrar en Pradollano. La nieve llegaba hasta la puerta del hotel. Estábamos a pie de pistas así que tuvimos que proveernos de calzado acorde con las circunstancias. Creo que las tiendas de la zona guardarán un buen recuerdo de nuestro paso por allí...
Durante el día, la estación bullía de esquiadores. De hecho, el sábado se batió el récord de visitantes de la temporada: ¡¡16.000!! Comimos en Borreguiles, en la cota 2600. Mª José López, consejera delegada de CETURSA nos propuso una excursión para ver la puesta de sol desde el Veleta, a casi 3.400 metros. ¿Quién puede resistirse a una oferta tan tentadora? Pues algunos se resistieron porque la altura les tenía muy aplatanados. Los demás subimos con entusiasmo a la cabina de la maquina pisanieves que conducía Antonio, el jefe de pistas, y nos fuimos al segundo pico más alto de la sierra. Tres cuartos de hora de ascenso y llegamos justo a tiempo para admirar la puesta de sol. No la vamos a olvidar. La gama de naranjas que apareció sobre las montañas era increíble. Vimos Gibraltar, el mar, Marruecos. ¡Qué maravilla!
Creo que esta semana, más que contarlo, es mejor verlo...




He necesitado dos días para recuperarme del viaje de vuelta. Gran atasco de bajada y conexiones aéreas con Barcelona de auténtica pena (es curioso porque Barcelona tiene un aeropuerto de primera con unos vuelos de tercera). Mi avión tenía que salir a las 20.55 horas pero acabó saliendo una hora más tarde. Total: llegué a mi casa las 23.50. Otra jornada laboral de 18 horas. Menos mal que nos queda la puesta de sol...

"No es un día cualquiera" a pie de pistas en Sierra Nevada.

La consejera delegada de CETURSA, Mª José López, le hizo varias propuestas a José Mª Iñigo. ¿Creen ustedes que acabó calzándose los esquís?

Esta máquina pisanieves nos llevó hasta el Veleta, a casi 3.400 metros.

El viaje duró 45 minutos y fue de lo más emocionante. ¡Solo hay que ver las caras de Victoria, Pepa, José Ramón Pardo y José Miguel Viñas!

Menos mal que antes de subir nos preparamos bien para soportar el frío. Botas y pantalones fueron algunos de los "souvenirs" que compramos en las tiendas de Pradollano. ¡Ahora que ya estamos equipados esperamos poder volver pronto!