A la conquista del cielo de Asia
viernes 23.may.2014 por Nómadas 0 Comentarios
Colaboración de Jesús Buitrago y Paco Rabadán
KUALA LUMPUR
Urbe enorme con una población mixta, mestiza y muy educada. Así es Kuala Lumpur, capital de Malasia. Su nombre significa confluencia fangosa, debido a que en esta ciudad confluyen dos ríos: Gombak y Klang. Situada al sur de la península de Malaca, en el valle Klang, se caracteriza principalmente por su crecimiento urbanístico. Además de presumir de contar con las increíbles Torres Petronas, la capital malaya posee una arquitectura que mezcla todo tipo de estilos: desde edificios coloniales a otros con tradiciones islámicas y malayas o edificaciones postmodernas. Kuala Lumpur fue fundada en 1857 siendo una ciudad perteneciente a una colonia inglesa. Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón invadió esta localidad durante 44 meses, hasta que el comandante en jefe de la Séptima Zona japonesa en Singapur y Malasia se entregó a la administración británica tras los bombardeos atómicos que ocurrieron en Nagasaki e Hiroshima. En 1957 Malasia obtuvo su independencia del imperio británico y Kuala Lumpur volvió a ser la capital en 1963. Con respecto a la población, decir que es una ciudad donde conviven distintas culturas como malayos, chinos e indios. El islam es la religión más practicada, pero hay otras frecuentes como el hinduismo o el budismo.
Gracias a las excursiones organizadas por la agencia Maatic Tours, conocimos con todo tipo de detalles este paraíso tan diverso y vivimos en primera persona tanto el enorme calor como los altos niveles de humedad. Pronto comprobamos que es una tónica general en Asia, que solo parece tener una estación: un verano sofocante. Llegamos al aeropuerto procedentes de Phuket, donde nos esperaba un chófer de la compañía Green Path Transfers. Sin ninguna demora, nos acompañó hacia un vehículo para 7 personas y nos trasladó a nuestro hotel.
A pesar de que el Crossroads Hotel no se encuentra en una zona totalmente céntrica, tiene una serie de ventajas. Está en una zona tranquila con una agradable constante: el silencio. Las bocinas de los coches y las motos quedan en segundo plano. Un mercadillo cercano ofrece productos interesantes y económicos. Además estamos rodeados de una gran cantidad de restaurantes, principalmente hindús. También sorprende la gran oferta de comida callejera, a cualquier hora del día o de la noche. El traslado al centro es posible a través de un monorraíl, cuya estación está justo frente al hotel.
Nuestro tour por la ciudad empezó bastante temprano. El personal de Maatic Tours nos vino a recoger en la puerta de nuestro hotel y comenzamos visitando el nuevo Palacio Real. De ahí nos trasladamos al Monumento Nacional, que rinde homenaje a los caídos por la libertad de Malasia. Éste se encuentra cerca del Lake Gardens, donde pudimos refrescarnos en una cafetería con vistas hacia él, y donde se podía disfrutar de una gran variedad de flora y fauna autóctona. A continuación nos llevaron hacia la Mezquita Nacional, llamada Masjid Negara. Tiene un minarete de 73 metros y el techo principal es una estrella de 16 puntas realizado en hormigón. Su capacidad es para 15.000 personas y alrededor hay unos 53.000 metros cuadrados de preciosos jardines con lagos y fuentes. También tuvimos tiempo para hacer compras en establecimientos artesanales, como es el caso del Cocoa Boutique, uno de los principales locales de la ciudad para comprar regalos tradicionales y degustar distintos tipos de chocolate.
Tras una breve pausa para almorzar, donde podíamos ir a cualquier lado o pedir opinión a la guía local, continuamos viendo esta maravillosa ciudad visitando el templo indio de Sri Mahamariamman, que cuenta con un diseño exterior único. A continuación nos dirigimos hacia las cuevas de Batu, que es una colina de piedra caliza que posee una serie de templos cueva y a la que se accede subiendo una gran escalera. Desde abajo pudimos observar una gran estatua de color dorado de Marugan, el dios de la guerra, de 42 metros de altura.
Al final del día disfrutamos de un tour nocturno por Kuala Lumpur. Empezamos visitando el mercado de falsificaciones de China Town. También pudimos captar las mejores panorámicas de los edificios más importantes que nacen del suelo de esta gran ciudad: las famosas Torres Petronas. Si alguna vez se deciden por subir a Menara Kuala Lumpur, cuya antena alcanza los 421 metros de altura, podrán disfrutar de unas vistas panorámicas magníficas y difícilmente superables, y podrán obtener otra imagen de las famosas Torres Petronas, las que un día no muy lejano fueron el techo del universo, y a día de hoy son las torres gemelas más altas del mundo.
SINGAPUR, CAPITAL DEL LUJO EXÓTICO
Singapur se presenta al ojo del turista como una ciudad a completar. Grandilocuente por la ingente cantidad de rascacielos, hoteles lujosos y excentricidades del país que se sabe poderoso, pero a la vez inacabada por la enorme cantidad de grúas que copan su horizonte o por la ausencia de símbolos consolidados como otras grandes metrópolis.
Se puede decir que Singapur está trabajando para convertirse en un punto de referencia de Asia, pero que todavía tiene mucho camino por recorrer. El complejo Marina Sands, con su inimitable piscina a más de 300 metros de altura, su casino y su centro comercial con las marcas más globales del planeta, deja claro que nos encontramos en país de altos contrastes. Si bien la riqueza es una constante en un pueblo que vive del comercio mundial, también es cierto que existen zonas de la ciudad que no disfrutan de una posición tan privilegiada como Little India o China Town. En la zona hindú, quizá la más pobre de la ciudad, destaca el Sri Srinivasa Temple como lugar de culto, aunque si realmente quiere vivir una experiencia próxima al país visite el Tekka Center, donde podrá degustar comida típica y comprar algunos productos propios como bolsos o joyería. Quizá los olores no sean agradables para algunos visitantes. La zona hindú suele ser cara con el turista, a diferencia de China Town, donde se pueden encontrar auténticas gangas como kimonos o lámparas a menos de 10 euros y con una calidad aceptable. China Town es el barrio de compras por excelencia y quizá lo más llamativo es que no entran al trapo en las negociaciones; todo tiene un precio establecido y de él no se mueven los comerciantes. Además, llama poderosamente la atención el trato con los ladrones: si alguien es pillado robando un souvenir puede acabar en la cárcel.
Para alojarse en esta gran ciudad recomendamos el Klapsons, The Boutique Hotel. Este moderno y lujoso hotel, a tan sólo 20 minutos andando del circuito nocturno de Fórmula 1 o del emblemático Merlion Park, ofrece habitaciones con ducha personalizadas; no hay una igual a otra. El hotel destaca por su modernidad y amplitud, con la recepción en forma de cápsula espacial.
Otro atractivo para el turista es la presencia del casino en el complejo Marina Sands. Este casino ofrece bebidas gratuitas a sus visitantes y cuenta con espacio para más de 5.000 personas de forma simultánea. Es como trasladarse a Las Vegas, pero con una diferencia evidentemente monetaria. La apuesta sencilla en Estados Unidos sale por 5 euros, en Singapur cuesta tres veces más. Por algo Singapur pretende hacerse un hueco en el mundo como uno de los sitios más exclusivos.
Direcciones de interés
Maatic Tours: www.maatictours.com
Crossroads Hotel: www.crossroads-hotel.com
Klapsons, The Boutique Hotel: www.klapsons.com
Green Path Transfers: www.greenpathtransfers.com
Fotos: Clara Martínez